El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, rompió el silencio y habló por primera vez sobre la megacausa que investiga el espionaje ilegal a jueces y fiscales, después de la denuncia por líneas “truchas” que le aparecieron en Misiones y el intento de robo que sufrió en un de sus departamentos en la provincia de Santa Fe.
“Eso no es inteligencia. Ofende a la palabra. Esta es una de las deudas más grandes de la democracia. La inteligencia tiene que estar en la prevención de los delitos, del narcotráfico, la pornografía infantil y no en dedicarse a espiar a las personas a ver qué debilidad tienen para chantajearlas”, afirmó el magistrado que aseguró que la causa de investigación sobre la creación de líneas telefónicas a su nombre está avanzando de forma exitosa.
Además, se mostró tranquilo frente a las amenazas que recibió y consideró que “son gestos intimidatorios”. Aseguró que “si querían ir más allá podrían haberlo hecho sin problema porque yo me muevo por la ciudad solo, sin custodia policial”.
“Yo tiendo a mirar todo con el defecto constitucional”, deslizó el titular del máximo tribunal antes de realizar un análisis del contexto nacional con la asunción de Javier Milei como presidente, mientras se llevan a cabo las medidas y a la espera del decreto con la reforma del Estado que adelantó el gobierno.
De esta forma, en diálogo con LN+ explicó: “Técnicamente, las medidas que pueden tomarse se están anunciando y entraron en lo que sería lo que la Constitución avala como una situación de emergencia”.
“Los decretos de urgencia permiten al presidente tomar la decisión en acuerdo del ministro, siempre y cuando sea realmente necesaria y urgente. Esa decisión tiene un tipo de control especial por una comisión bicameral que la analiza en un tiempo de 10 días. Luego se rectifica por el Congreso o no”, comentó sobre los pasos a seguir.
En tanto, en relación a la intervención del máximo tribunal en las decisiones del poder ejecutivo, Rosatti señaló que “se debe contar con la sabiduría necesaria para saber que es lo que se puede controlar y que no”.
“Hay un plano que es el de la decisión política que el juez claramente no controla, pero sí podemos intervenir en caso de presentarse un caso judicial. Si nosotros opinamos es porque hay una instancia que no se pudo resolverse antes y se llega a estado judicial”, detalló.
Desde su labor, explicó que debe controlar la ejecución de las medidas y qué efectos tendrían estas de ser aplicadas.
“Siempre debemos medir los efectos que podrían llegar a tener de forma negativa sobre el contenido de los derechos. Por ejemplo, si se ordenara que a la hora de pagar Impuesto a las Ganancias, solo tuvieran que pagarlos los hombres, pero las mujeres no, ahí afecta a la igualdad y presta a intervención”, afirmó el funcionario.
Otro de los puntos que tienen como tarea de análisis los integrantes de la justicia, es la razonabilidad de las medidas: “Es el objetivo que tengo y el medio en que me baso para llegar al objetivo”, comentó y ejemplifico que “si la población sufre de jaqueca y el gobernante dice que la va a tratar con aspirinas o acupuntura, el juez no puede meterse. Ahora, si la decisión es cortarle la cabeza a la gente para terminar con el tema… ahí si el juez debe intervenir y proteger los derechos a la salud”.
Destacó que es fundamental la neutralidad y objetividad del juez, no pudiendo descalificar algo simplemente porque no le gusta, sino teniendo los argumentos adecuados.
Así evaluó las medidas recientemente comunicadas por la ministra de Capital Humano de la Nación, Sandra Pettovello, sobre la limitación a manifestarse en la vía pública.
“Se plantea un conflicto de derecho a manifestarse y a circular… ¿Qué es lo que busca un juez? Optimizar ambos derechos. No confrontarlos y que sea una suma cero, o menos cero. Si usted me dice que un derecho va a anular al otro, ahí hay un ganador y un perdedor. No va”, detalló.
Nuevamente, volvió a apoyarse en la Constitución: “Nosotros lo que tenemos que hacer es tener una percepción especial… Debemos ver la realidad de la sociedad, pero creo que siempre hay que manejarse con la Constitución”.
Sin embargo, para concluir, explicó que hay determinados casos en los cuales primero habla el pueblo y después procede la justicia. Como fue el del aborto legal por ejemplo: “La voz de los representantes del pueblo a veces viene antes que la justicia. Proviene de una demanda social”, concluyó.