La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena de Ricardo Jaime, ex secretario de Transporte del kirchnerismo, a la pena de pena de dos años y seis meses de prisión de ejecución condicional, inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos y multa de 90.000 pesos por el delito de cohecho pasivo.
La condena confirmada se da en un caso en el que se comprobó que Jaime, mientras era secretario de Transporte, aceptó la promesa del pago de una coima de un millón de dólares para para favorecer a la empresa francesa Alstom en la licitación del prometido y nunca concretado Tren Bala.
En septiembre de 2022 el Tribunal Oral Federal 8, integrado por los jueces Sabrina Namer, Gabriela López Iñíguez y José Toselli -por unanimidad- había condenado a Jaime a la pena que fue confirmada por la Casación Federal. El fiscal del juicio, Marcelo Colombo, había pedido una condena de cuatro años y seis meses de prisión efectiva porque pudo comprobar que Jaime -a través Manuel Vázquez, su principal testaferro- había acordado cobrar un millón de dólares de coimas que pagaría la empresa Alstom.
El Tren Bala fue una promesa de Néstor Kirchner en 2006 cuando era presidente. El tendido ferroviario de alta velocidad iba a unir Buenos Aires con Rosario y Córdoba. La licitación se definió en 2008 cuando estaba en la Casa Rosada, Cristina Fernández de Kirchner. Ese proyecto jamás se concretó por falta de financiamiento. La licitación fue ganada por un consorcio llamado Veloxia, que se formó cuando Alstom escogió socios argentinos que integraron la Unión Transitoria de Empresas (UTE) que se quedó con el negocio. Los socios locales de Alstom eran las empresas Iecsa, Emepa y la filial argentina de la firma de ingeniería española Isolux.
En el juicio se comprobó que la consultora CAESA, propiedad de Vázquez, asesor y testaferro de Jaime, pactó un contrato con Alstom por un millón de dólares. El contrato fue por un asesoramiento inexistente. Esa consultora no tenía personal y sus clientes eran básicamente las empresas que tenían contratos con la secretaría de Transporte, donde Vázquez se desempeñó como “asesor ad honorem” desde 2005 hasta que a Jaime lo echaron en julio de 2009. Los pagos a la consultora eran una manera de viabilizar las coimas.
Con la empresa Alstom el primer pago de la coima se pactó en 100.000 dólares cuando entrara en vigencia el contrato y el resto se iba a pagar en 30 cuotas mensuales de 30.000 dólares cada una. Como jamás se concretó el contrato, las coimas no se pagaron. Sin embargo sí existió la promesa del pago que para la fiscalía fue aceptada por Jaime.
La relación de negocios entre Jaime y su testaferro Vázquez fue comprobada en varios casos más. Por ejemplo, ambos fueron condenados por la compra de trenes chatarra a España y Portugal, operación millonaria en la que también hubo coimas. Además Jaime fue condenado por enriquecimiento ilícito porque no pudo justificar el aumento de su patrimonio mientras fue secretario de Transporte entre 2003 y 2009. Allí fueron condenados como testaferros-entre otros- una de sus hijas, Julieta Jaime, su ex pareja Silvia Reyss y Manuel Vázquez. Es decir que Jaime y Vázquez tenían muchos negocios oscuros en común. Uno de ellos fue la promesa de coimas por el Tren Bala.
La Sala II de la Casación con el voto de los jueces Gustavo Hornos, Guillermo Yacobucci y Angela Ledesma rechazó los planteos de la de defensa de Jaime y por eso la condena fue confirmada.
En el voto del juez Hornos se explicó la maniobra: “estuvieron involucrados altos funcionarios públicos, en connivencia con particulares, quienes ocasionaron un extraordinario perjuicio económico al erario público”. Tales maniobras “son indudablemente graves y tienen un alto impacto en el sistema democrático y en el orden institucional”, señala el magistrado.
Hornos señaló también que: “un análisis normativo sistemático y coherente de la indudable gravedad de las maniobras delictivas investigadas en la presente causa es el que define como ineludible la conclusión de que el juzgamiento e investigación eficaz de los hechos imputados debe ser asegurado. La importancia radica precisamente en que evita su impunidad y detiene el espiral inflacionario de consecuencias perniciosas para la vida de la República”.
Jaime estuvo preso desde abril de 2016 hasta marzo de 2023. Tuvo varias condenas por corrupción. Fue el primer ex funcionario kirchnerista en ser detenido y el último en ser liberado. Tiene una tobillera electrónica mediante la que se controla su libertad. Y aún tiene abiertos otros casos de corrupción.