Cuáles son los desafíos del nuevo gobierno en el área de inteligencia

Cómo es la situación actual de la Argentina y qué debería modificar según la visión de un experto en la materia

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Edificio de la Agencia Federal de Inteligencia
Edificio de la Agencia Federal de Inteligencia

Como parte del ciclo organizado por el Centro de Estudios sobre Seguridad Hemisférica, Terrorismo y Criminalidad Financiera de la Universidad de Buenos Aires (CESH/UBA) una de las conferencias del curso especial de posgrado “Terrorismo y Radicalización de la Violencia en el Cono Sur” estuvo a cargo de Carlos Tonelli, abogado y ex Director de Eventos Especiales en la Dirección Operativa Antiterrorista de la Agencia Federal de Inteligencia. El especialista disertó sobre la evaluación de los servicios de inteligencia en la detección de amenazas terroristas en la región.

Para conocer un poco más sobre la situación de nuestro país en esta materia Infobae dialogó con Carlos Tonelli.

- Dr. Tonelli cuando se habla de inteligencia, el público en general lo considera algo oscuro. El Presidente saliente en su discurso inaugural habló de las “cloacas de la democracia” pero la inteligencia es esencial para un país…

- Sí, lo primero que habría que decir es que allí opera el desconocimiento. En primer lugar, los servicios de inteligencia por definición trabajan sobre el secreto porque las organizaciones con las que uno se enfrenta no están comunicando lo que están haciendo digamos. Para el caso concreto nuestro las organizaciones terroristas no están comunicando lo que van a hacer. Entonces sería darles una enorme ventaja táctica perder el concepto del secreto.

El concepto del secreto es esencial al funcionamiento de la inteligencia aquí y en cualquier país. Entonces cuando el presidente saliente habla de las cloacas y los sótanos, la ex interventora dice que es un lugar oscuro, en realidad son profundos ignorantes desconocen la materia. Es como decir que un quirófano de trasplante cardíaco es un lugar que después de la cirugía está lleno de gasas con sangre. Es del saber la conceptualización del secreto y del silencio. No nos tenemos que olvidar de esto: es una organización que trabaja para la República Argentina. Cada servicio de inteligencia trabaja para su Nación. Tener que explicar esto en Israel o en Ucrania es innecesario porque esos países -los países que viven en guerra- tienen claro qué pasa cuando el servicio de inteligencia fracasa, que es el el fondo de la cuestión.

Yo empecé mi charla diciendo que uno se entera de los servicios de inteligencia por su fracasos nunca por sus éxitos. Es decir, nunca nos vamos a enterar todo lo que hace un servicio de inteligencia para que la vida sea normal, nos enteramos cuando el servicio de inteligencia fracasó. Entonces el 7 de octubre en Israel nos enteramos que el servicio de inteligencia fracasó, Hamás hizo un desastre, o con las Torres Gemelas nos enteramos que los servicios de inteligencia fracasaron y fue un atentado terrorista fenomenal o en la AMIA y en la embajada de Israel nos enteramos que el servicio de inteligencia fracasó y nos comemos las explosiones y la muerte de ciudadanos argentinos. Uno se entera o uno piensa en la inteligencia cuando fracasa, es como los aviones, no es noticia el avión que llega, llegan miles de aviones todos los días pero la noticia está dada por el avión que no llega y esto funciona igual.

Agencia Federal de Inteligencia
Agencia Federal de Inteligencia

Entonces decir que los servicios de inteligencia son la cloaca o son un lugar oscuro, primero habla de quien emite ese juicio, habla del desconocimiento de quien emite ese juicio, y segundo arrastra una conceptualización negativa que se fundamenta -porque tampoco vamos a hacer idiotas- en muchos momentos de nuestra historia reciente, pero que no se puede extender como una norma, como algo aceptado como una norma base, es decir, que un servicio de inteligencia es un lugar oscuro, corrupto y cloaca. No es verdad. El servicio de inteligencia es una rama, es un organismo del Estado Nacional, del Poder Ejecutivo concretamente, que tiene un sistema de contralor en el Poder Legislativo y que además sus acciones son revisadas o potencialmente realizadas por el Poder Judicial, juzgadas cuando corresponde si se enfrenta la conexión de un delito.

Lo contrario es sostener que el Estado termina formando una organización criminal, esto no es verdad. Cuando una persona, cuando un policía, cuando un soldado, cuando un agente de inteligencia comete un delito no lo comete la fuerza armada, no lo comete la fuerza de seguridad en su conjunto o no lo comete el servicio de inteligencia. El servicio de inteligencia es mucho más que algunos delincuentes que pueden estar o algunos cuentapropistas como les gusta decir ahora. Entonces la verdad es que es difícil hacer prensa, hacer promoción de las tareas que realiza un servicio de inteligencia justamente porque está está inmerso en el secreto de Estado. Está previsto en la ley que sus funcionarios no pueden hablar, no pueden defenderse, no pueden contestar, no pueden nada. Ni siquiera pueden dar a conocer que son miembros del servicio de inteligencia y entonces en una época de la hipercomunicación actual se los pone en una enorme desventaja comunicativa porque no hay forma de explicar que estos agravios no son así.

- Ud. mencionó que se evalúa a la inteligencia por sus fracasos y no por sus éxitos y que se aprende de esos fracasos ¿En la Argentina hemos aprendido de nuestros fracasos en esa materia?

- Lamentablemente la gestión que termina al no entender o entender demasiado bien, no lo podría precisar, pero prefiero quedarme con la idea de que al no entender, trabajó causando mucho daño en el desmantelamiento del servicio de inteligencia con lo cual es difícil decir que hemos aprendido. Se rompió -no es sólo en esta última gestión gubernamental- la carrera profesional, se fueron despidiendo centenas de profesionales y se fue llenando el servicio con gente de la política, con gente proveniente organizaciones políticas por su pertenencia lo que estaba prohibido por la ley.

De la misma manera el Presidente saliente hizo mención a los sótanos de la democracia y quiso contar que iba a hacer una gestión purificadora, la verdad es que la ley está en vigencia, que se sancionó durante el último gobierno de Cristina Kirchner, se prevé que el funcionario más importante del sistema y el segundo funcionario más importante el sistema tienen que tener la aprobación del Senado de la Nación.

Con una norma que se aprobó en el kirchnerismo, las dos veces que gestionó el kirchnerismo con un truco legal el gobierno logró dirigir el organismo de inteligencia sin cumplir la ley.

El recurso de intervenir la AFI, como hizo Alberto Fernández, tuvo como objetivo evitar la exigencia de tener el acuerdo del Senado. Entonces empezamos mal porque como objetivo se planteó airear los sótanos de la democracia y lo primero que hace es incumplir la ley. La intervención oculta la voluntad de nombrar a quien dirige el sistema de inteligencia sin lograr los acuerdos políticos necesarios que en la ley se consideran imprescindibles para dirigirlo. Entonces se recurrió a este truco barato de la intervención y mantuvo intervenido el organismo cuatro años. ¿Cuál es la lógica? La única lógica de tener intervenido el organismo de inteligencia cuatro años es no cumplir la ley porque no pudo conseguir acuerdo del Senado.

Pero ahora resulta que al presidente electo Javier Milei -lo mismo que le pasó al Presidente Macri- llega la oposición al gobierno y se le exige que, obviamente como es lógico, que cumpla la ley y que obtenga el acuerdo en el Senado pero quienes hicieron la ley las veces que les tocó dirigir el organismo no lo hicieron.

Entonces es difícil que aprendimos de los atentados porque lo primero que habría que haber aprendido es a dotar al sistema de inteligencia de una organización profesional, despolitizada, técnica, que haga el trabajo que tiene que hacer, que se relacione con los otros servicios de inteligencia del mundo y que trabaje en pos de impedir -en lo posible alertar- atentados del terrorismo. Que trabaje tratando de determinar todo lo que tiene que ver con el crimen organizado que hoy en día está tan vinculado con el narcotráfico.

Que realmente, en términos de inteligencia, porque esto es importante entender, la inteligencia llega antes, la inteligencia no es investigación, la investigación es post caos, después de que se ha cometido un delito entonces aparece la investigación. La inteligencia justamente está antes de esto o debiera estar antes de esto. Es difícil sostener que aprendimos algo de todo esto porque vamos destruyendo la memoria colectiva que se forma en los organismos que tendrían que tener un corte netamente profesional.

- Sabemos que hay actividad terrorista en nuestra región, ¿hay colaboración con los servicios de inteligencia de otros países?

- Tendría que estar ocupándose la Agencia Federal de Inteligencia de estos temas. Es difícil mantener una relación con otros países cuando uno pierde la confianza, cuando uno no se ha comportado seriamente. Los servicios de inteligencia de otros países también tienen que tomar sus salvaguardas porque no se olvide que durante la intervención se entregaron libros de órdenes al juzgado que intervenía en alguna de las causas penales que se instauraron durante la intervención y en esos libros figuraban los nombres de agentes nuestros en el extranjero, los destinos, cuándo habían entrado, cuándo habían salido. Eso tomó estado público. Imagínese para los servicios de inteligencia de otros países que trabajan o que trabajen eventualmente con la Argentina se sienten en un nivel de vulnerabilidad y del absurdo que es inconcebible.

Yo, la verdad, no creo que hoy en día servicios de inteligencia de países serios puedan trabajar con nuestra agencia de inteligencia sin perjuicio de que espero confiado en que se pueda reconstruir una carrera profesional. Y que a partir del 10 de diciembre con la asunción del nuevo Presidente esto empiece a emprolijarse. Nos llevará mucho tiempo porque hay que convencer a los otros países, a los otros servicios que somos serios para que compartan su información pero por supuesto que se puede. Se pueden mostrar gestos concretos de profesionalismo, gestos concretos de regenerar un sistema de inteligencia como tiene que ser a pesar de las restricciones y los problemas económicos que enfrenta el país.

- De cara a un gobierno que está por comenzar, ¿qué desafíos tiene por delante la nueva administración del país?

- Está clarísimo que Argentina tiene desafíos estratégicos, geoestratégicos, geopolíticos fortísimos por delante. El Atlántico Sur es claramente un territorio que es mirado por muchísimos países del mundo, la Antártida Argentina es un territorio deseado y por el que va a haber que competir tarde o temprano más allá de los casos concretos, como la base China en territorio neuquino o el potencial puerto en Tierra del Fuego que quieren hacer los chinos que potencialmente podrían acarrear problemas geopolíticos, geoestratégicos.

Entonces en el mundo actual en donde hay un país como China que desafía a Estados Unidos y que plantea esta tensión fortísima entre este-oeste de nuevo, Argentina tiene que ir tomando decisiones estratégicas.

El presidente electo en ese sentido ha sido muy claro, si hay una característica del Presidente Javier Milei es su claridad, no engaña, y la verdad ha sido muy claro respecto de adónde está el alineamiento político que él espera tener. Lo ha repetido es un alineamiento político con Estados Unidos, con Israel, es un alineamiento político con el hemisferio occidental. A partir de eso habrá que empezar a reconstruir y cuidarnos.

Por lo que conozco ha puesto a una persona al frente de la seguridad, como es Patricia Bullrich, que es sumamente experimentada en el tema, que toma ese ministerio a cargo para acompañar al Presidente electo claramente porque es un lugar en el que ya había estado y me parece que no le interesaba volver más que en esta tarea de acompañar y buscar el éxito del Presidente Milei.

En el Ministerio de Defensa estará Luis Petri, el compañero de fórmula de Bullrich, lo que hablaría también de una conceptualización que es pensar la Seguridad y la Defensa en forma conjunta. Allí falta la pata de inteligencia, que es a lo que yo me dedico, hay que empezar a leer la inteligencia como un elemento instrumental de la seguridad y de la defensa nacional, es la tercera pata de esta mesa donde se asienta la defensa nacional, de nuestra patria, de nuestros valores. Lo que está previsto en la Constitución se asienta sobre un eje de seguridad, defensa e inteligencia, es inescindible.

En el área de inteligencia habrá que empezar a reconstruir otra vez, hay profesionales muy valiosos. Hay muchísima gente que estudia, que sabe de esto, sólo hay que convocarlos, hay que ponerlos a trabajar.

Hay que tratar de que cuando uno habla de los sótanos de la democracia que la política no le pida al sistema de inteligencia que bucee en los sótanos de la democracia. El sistema de inteligencia, en definitiva, es un sistema de conocimiento, adquiere conocimiento. Entonces la responsabilidad no la tiene exclusivamente el sistema, también la tiene la conducción política que le pide que reúna información que después parece que es tóxica.

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