En el último plenario del Consejo de la Magistratura de la Nación -el 4 de octubre pasado- los integrantes del cuerpo, a pedido del presidente Horacio Rosatti, se comprometieron a que antes que finalice el año se apruebe el reglamento para hacer concursos de jueces anticipados. El objetivo es tener una suerte de postulantes a magistrados suplentes para cuando se produce una vacante y así ocuparlo rápidamente.
El proyecto está terminado y solo resta que se fije una fecha para tratarlo, informaron a Infobae fuentes del Consejo. Pero contra eso atenta el calendario de días de diciembre y el de la política ante el cambio de gobierno con la asunción de Javier Milei como presidente, lo que impactará en el Consejo con su reformulación.
Concursos anticipados
La ley del Consejo prevé los concursos anticipados, pero nunca se dictó una reglamentación para ponerlos en práctica. En la renovación del organismo del año pasado varios consejeros presentaron proyectos para aplicarlo y desde entonces se trabaja en una iniciativa en común.
“El compromiso es de ponernos a trabajar fuertemente y poder antes de fin de año concordar en algunas reformas del reglamento actual, en particular poner el foco en los concursos anticipados”, dijo Rosatti en el último plenario en octubre. Consejeros de todos los sectores del cuerpo lo avalaron y se firmó una resolución para que en 60 días se presente un proyecto.
Entre sus funciones, el Consejo se encarga de hacer los concursos para jueces. Cuando se produce la vacante de un magistrado titular -por renuncia, jubilación, destitución o fallecimiento- el organismo convoca a un concurso público para cubrirla. Un concurso dura en promedio entre dos y tres años. Hubo casos que llegaron a los 10 años. Y esa es la primera parte del procedimiento porque luego pasa al Poder Ejecutivo y al Senado, donde también las demoras son largas.
Según datos del Consejo, de 1002 cargos de jueces nacionales y federales de todo el país de todas las instancias el 28 por ciento están vacantes (282). 176 de esos cargos están bajo concursos en el Consejo, muchos de ellos ya terminados y otros en trámite. Otras 48 vacantes están en el Poder Ejecutivo y las restantes 47 en el Senado.
El objetivo de los concursos anticipados es hacer todo el proceso antes que se produzca la vacante para que cuando eso ocurra el Consejo está en la etapa final y solo deba armar la terna. Según pudo saber Infobae el proyecto establece que los concursos anticipados serán por instancia y por especialidad para todos los fueros de la justicia.
Sin embargo, el plenario del Consejo será el que decida para que fuero se llama a concurso. Las fuentes consultadas señalaron que la iniciativa está pensada más para la justicia nacional que para la federal.
Eso es porque la justicia nacional -que tiene su lugar territorial en la ciudad de Buenos Aires- es la más grande. Entre ella, la laboral, la civil y la penal donde los jueces se cuentan de cientos. Por ejemplo, los jueces civiles de primera instancia son 110 y los laborales 80 y la periodicidad de vacantes es mayor. Por su parte, la federal es de menos cargos y se deberá analizar el nivel de vacantes para determinar si se llama a un concurso previo.
El sistema de concursos será cómo el actual. Los postulantes deberán rendir un examen y presentar sus antecedentes por lo que tendrán un puntaje. Quienes logran 50 puntos o más ingresarán al listado a la espera que se produzca una vacante. La única diferencia es con la entrevista personal: en los concursos anticipados se tomará cuando se produzca la vacante a cubrir. Eso es para que sea lo más cercana a la cobertura. A la entrevista serán convocados los 10 primeros de la lista.
La lista de los candidatos suplentes tendrá una vigencia de cinco años y cada dos años se van a actualizar los antecedentes. El proyecto también establece que si en el concurso anticipado quedan pocos postulantes la convocatoria se podrá ampliar. Además, si un postulante es llamado para ocupar una vacante puede excusarse de tomar ese cargo y esperar otro.
Cuando el Consejo apruebe la terna el concurso seguirá el camino actual que es su envió al Poder Ejecutivo para que se elija a un candidato y su remisión al Senado para la aprobación final. Por supuesto que de los concursos anticipados quedan afuera los cargos vacantes que ya se están tramitando.
El proyecto se trabaja en la comisión de Selección, que preside la abogada María Fernanda Vázquez. “La idea es aprobarlo antes de fin de año directamente por el plenario del Consejo”, explicó a este medio un consejero. Sin embargo, Rosatti todavía no convocó a una reunión ni tampoco hay por ahora una fecha tentativa.
“El proyecto va a tener con muchas firmas”, sostiene otro consejero que asegura la aprobación porque un proyecto reglamentario se sanciona con mayoría simple de votos.
Lo que el sistema de concursos anticipados no soluciona es lo que ocurre actualmente: la rosca política en el Consejo para aprobar las ternas. Muchos concursos están finalizados hace años y no se aprueban porque no hay acuerdo entre los sectores por los nombres de los candidatos. Una terna requiere una mayoría de dos tercios de los votos, lo que ningún sector por si solo hoy tiene.
Un ejemplo son los concursos de los tribunales de Comodoro Py. Tanto las vacantes de primera instancia, de la Cámara Federal y de los tribunales orales están terminados desde principio del año pasado y no se aprueban.
Pero los tiempos para cumplir con la aprobación antes de fin de año son justos. A la actual integración del Consejo le queda una semana de funcionamiento que es la que comienza hoy. El organismo sesiona los miércoles pero puede hacerlo cuando lo decida. A partir del 10 de diciembre el cuerpo será otro.
Cambia el representante del Poder Ejecutivo con la salida del actual, Gerónimo Ustarroz, y la llegada de quien designe Milei. También todo indica que dejará el cargo el diputado del PRO Álvaro González y lo reemplazaría su par Alejandro Finocchiaro. Para eso deben jurar en el cargo.
Ya desde el lunes 11 quedan tres semanas para el cierre del año y la actividad al Consejo volverá en febrero tras la feria judicial de enero. “Si hay voluntad se puede hacer”, marca un consejero pero reconoce -como otros colegas- que los tiempos apremian.
Si no, la iniciativa quedará para el 2024. En el Consejo también trabajan en otras reformas al reglamento de concurso para agilizarlo. Principalmente que los puntajes no sean discrecionales y queden tan abiertos a las intenciones políticas que acomodar mejor a los postulantes. Será otra pelea en otro escenario político.