La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó que será la Justicia federal la encargada de juzgar al ex agente de inteligencia Raúl Martins y otros acusados por explotación sexual de mujeres. El máximo tribunal resolvió un conflicto de competencia que se había generado entre el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 7 y el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 22 sobre en cuál debía hacerse el juicio.
Fuentes judiciales informaron a Infobae que los jueces de la Corte Suprema Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti determinaron que será el Tribunal Oral Federal 7.
En base al dictamen de la Procuración General de la Nación, los magistrados señalaron que “al haberse dictado los procesamientos y tramitado la causa hasta la elevación a juicio en sede federal, la continuación de su trámite ante sus estrados es la solución más aconsejable para asegurar, a su vez, una mayor economía procesal y mejor defensa de los imputados”.
A Martin se le atribuye haber liderado una organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres mediante la implementación de locales comerciales catalogados como “bar, café o whiskería”, desde el 10 de noviembre de 2010 hasta el 27 de octubre de 2014, cuya principal actividad habría tenido lugar en un inmueble ubicado sobre la avenida Juan B. Justo de la ciudad de Buenos Aires.
Martins había sido aprehendido el 3 de octubre en la ciudad mexicana de Cancún, donde vivía desde hacía más de 15 años, luego de que la Justicia argentina lo solicitara en el marco de la causa. La denuncia que derivó en la detención del ex agente de la SIDE fue presentada por la ONG La Alameda y por Lorena, la hija de Martins.
Si bien en 2012 la jueza federal María Servini la había desestimado por considerar que la impulsora de la acusación tenía diferencias con su padre por asuntos familiares (se estaba divorciando de su madre), el fiscal Federico Delgado consideró que el archivo de la causa era prematuro. Además, los denunciantes aportaron nuevas pruebas en contra de Martins, que fue claramente indicado como proxeneta.
El proceso se reactivó en 2016, cuando Servini ordenó indagar al ex agente y a su mujer, cuyo último domicilio conocido figuraba en una casa en México en la que habrían regenteado The One y otros locales nocturnos en Cancún. Por otra parte, en una causa paralela también se procesó al hijo y a la madre de Martins por lavado de dinero.
Martins está procesado por “haber formado parte de una organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres, mediante la implementación de locales comerciales catalogados como bar/café/whiskería desde el día 10 de noviembre de 2010 hasta el día de la fecha en los locales de la Avda. Juan B. Justo Nro. 5302, Vicente López Nro. 2257 y Anchorena Nro. 1119/21/23, de esta ciudad,. Pese a denominarse de distintas maneras y tener diversos ‘gerenciadores’, a lo largo de los años, no han cambiado nunca su ‘objeto comercial’ ni grupo explotador final”.
“Este conjunto de hechos sólo podía llevarse a cabo a través de la impunidad que a Raúl Martins y los restantes miembros de la organización les garantizaba la protección de funcionarios estatales”, sostuvo la jueza Servini cuando lo procesó.
Por último, La magistrada hizo hincapié en que esa red de protección estaban “miembros del Poder Judicial, de las fuerzas de seguridad federales y provinciales y de la ex municipalidad de Buenos Aires -hoy Gobierno de la Ciudad- que no se presenta como llamativo si tenemos en consideración que la máxima autoridad de esta organización integró los servicios de inteligencia del Estado”.