Fabián “Conu” Rodríguez, el funcionario de AFIP que hablaba con el ex policía preso acusado de espiar jueces, se habría escondido de la policía el 6 de noviembre pasado en las oficinas del organismo impositivo, cuando la Justicia había ordenado el allanamiento a su casa y sus oficinas para secuestrarle su celular. Así lo sugiere el dictamen que presentó hoy el fiscal Gerardo Pollicita ante el juez Marcelo Martínez De Giorgi en el que insistió con llamarlo a declaración indagatoria por violar la ley de inteligencia al encargarle “objetivos” al ex policía y agente inorgánico de la AFI Ariel Zanchetta. También pidió convocar a los tres espías.
“El día del allanamiento (Conu Rodríguez) se encontraba en el interior del edificio de la AFIP conforme surge de los registros de ese organismo”, afirmó el fiscal. Dice textualmente que de el funcionario entró a la sede el 6/11/23 a las 10.30 y salió a las 21.55. Pollicita lo describió entre guiones en las primeras horas de su dictamen, al destacar que el funcionario se presentó en los tribunales recién cuatro días después de que se allanaran su casa y sus oficinas para secuestrar sus dispositivos y celulares.
Una detención está justificada en los riesgos de fuga o en el intento de entorpecer la investigación. La fiscalía había solicitado la detención de Conu Rodríguez el 9 de noviembre a los fines de indagarlo, algo a lo que el juez Martínez De Giorgi no hizo lugar porque apenas un rato antes habían aparecido defensores para asumir la defensa de Rodríguez y ponerse a derecho. La polémica en torno al pedido de detención de “Conu” rompió la armonía que venían tenido los investigadores en la causa.
Tras el rechazo del juez a detenerlo (aunque le prohibió la salida del país), al día siguiente, Rodríguez se presentó en tribunales el 10 de noviembre para dejar su celular Samsung Galaxy S20 Note y aportó el patrón de la clave. Ese material aún no pudo comenzar a ser peritado, tal como detalló Infobae días atrás. Hay además otros dispositivos secuestrados en los allanamientos: nueve Notebooks, tres Netbooks, dos Macbooks, dos Tablets, veinte pendrives -algunos de ellos con la leyenda Télam-, nueve celulares, dos discos externos y un dispositivo GPS. El funcionario dijo que algunos de ellos son de sus hijas así que cuando termine el análisis pidió que se los devuelvan.
“No tengo nada que ver”, le había dicho “Conu” Rodríguez en un diálogo informal a los periodistas que lo abordaron aquel día. Sus allegados habían dicho que no estaba ese día en su oficina al momento del allanamiento porque había tenido que ir al médico.
En vísperas de cambio de Gobierno, “Conu” Rodríguez se encontraría de licencia en la AFIP, según dijo este fin de semana el presidente Alberto Fernández, al hablar de la causa del espionaje y revelar que pidió la renuncia de del funcionario. “Desprecio esa metodología de la política. La persona que apareció vinculada a eso (Rodríguez) estaba trabajando ahora en la Agencia Federal de Ingresos Públicos como planta permanente. Le pedí a (Carlos) Castagneto que lo cesara para que no gozara de ningún privilegio funcional durante la investigación. La persona se adelantó y pidió licencia”, dijo Fernández.
La causa por el espionaje a los jueces tiene varios focos. Una es la denuncia que hizo el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, porque le crearon líneas telefónicas a su nombre y ahí se descubrió que eso también había pasado con otros magistrados y funcionarios, entre ellos los ministros del máximo tribunal Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. La otra es el hackeo que sufrieron al mismo tiempo dos jueces de Casación, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos; y a dos jueces que llevaban adelante el juicio contra CFK, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso. Por el caso fueron detenidos Nuñez Pinheiro y Zanchetta, un ex policía que el mismo día del hackeo a Borinsky buscó sus datos en base SudamericaData, en donde sólo en 2022 había hecho otras dos mil búsquedas de magistrados, políticos y artistas. Ahí aparecía que Zanchetta buscó los datos de los jueces Gustavo Hornos, Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi, Ernesto Kreplak y de los ministros de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti. El se excusó diciendo ser periodista.
Del análisis inicial de los dispositivos de Zanchetta donde aparece ahora la tercera vía de la causa: el fiscal Gerardo Pollicita lo acusó de ser un agente inorgánico de la ex SIDE y de la AFI y que también tuvo como “objetivos” a jueces y dirigentes. Y que, en su celular, aparecía un diálogo con “Conu” Rodríguez, en el marco de una operación contra la ministra de Desarrollo Social Victoria Tolosa Paz en octubre del 2022. En ese diálogo, el espía le pregunta si seguía “reportando” a él tras su salida del gobierno de Axel Kicillof y su llegada a la AFIP. “Conu” le responde que sí. El fiscal sostuvo que esas actividades fueron financiadas con pauta publicitaria. Un informe de la DAJUDECO ordenado por el juez también reflejaba un diálogo con el diputado kirchnerista Rodolfo Tailhade.
El jueves pasado, Pollicita hizo un dictamen reflejando todos estos detalles, pidiendo una nueva indagatoria de Zanchetta e impulsando el allanamiento a la casa y las oficinas de “Conu” Rodríguez, en donde no se lo encontró. Tres días después pidió su detención a los fines de indagarlo por participar en la violación de la ley de inteligencia. “Queda claro a partir de lo expuesto en este dictamen que el nombrado participó directamente de al menos una porción de la actividad ilícita de Zanchetta a través de la selección del ‘objetivo’, como así también mediante la recepción del informe de inteligencia elaborado, lo que permitió almacenar y tener disponible para su posterior utilización, con fines que son materia de investigación”, dijo, al señalar la gravedad institucional de los hechos investigados y la posible existencia de una organización criminal que habría facilitado su concreción”.
El juez no resolvió nada aún con el pedido de indagatoria que había motorizado en su momento la fiscalía. Según fuentes judiciales, estaba a la espera de lo que surgiera del análisis de los dispositivos. No obstante, la fiscalía amplió ahora los hechos detectados en el celular de Zanchetta (previos a la modificación de la ley de inteligencia) y pidió llamar a declaración indagatoria a tres agentes de la AFI que le encargaban trabajados a Zanchetta, pero también a éste y a “Conu” Rodríguez.
“Más allá de que esta parte no compartido los fundamentos por los cuales Vuestra Señoría dispuso tener presente el pedido de indagatoria por encontrarse en curso medida probatoria de sumo interés para la prosecución de la pesquisa, lo cierto es que el estado actual de la investigación y el sólido plexo probatorio” permite “tener por configurado el estado de sospecha” para llamar a Zanchetta y a Rodríguez a indagatoria, afirmó Pollicita. Recordó el criterio de su fiscalía de avanzar por etapas en ”investigaciones complejas tanto por la multiplicidad de actores involucrados como por la extensión de las medidas probatorias que deben llevarse a cabo”, como se hizo por ejemplo en las causas de corrupción que salpicaron a Cristina Kirchner.
Pero afirmó que “la gran cantidad de suceso que sean acreditado -al menos 50 mil consultas a bases de datos para la recolección y almacenamiento de datos personales y 1319 documentos de inteligencia con sistematización de la información- se impone la necesidad de que en el marco del acto procesal pertinente: esto es la declaración indagatoria (para que) se le dé a conocer los hechos que se le imputan, las pruebas que lo respaldan y se le interrogue caso por caso respecto de quién se lo solicitó, si se recibió una remuneración cambio y a que finalidades obedeció la actividad de espionaje contraria a la ley”.
La fiscalía hizo hincapié en un “contacto asiduo” entre entre Zanchetta y Rodríguez durante 2022 y diálogos que, según dijo, denotaba “familiaridad”. E insistió en que el financiamiento de esas tareas quedaron enmascarada en pauta publicitaria que recibieron los medios en donde el espía publicaba como “periodista”.
Es más:el 2 de agosto de 2022 a las 9.45 Zanchetta ingresó al edificio central del Ministerio de Comunicación Pública de la provincia de Buenos Aires a visitar a “Conu” Rodríguez. Salió 10.42, según los registros oficiales, subrayó la fiscalía. Días después asumió como subdirector de AFIP.