Por orden judicial, la Policía fue esta mañana a la casa de Jorge Abello, el asesor del Frente de Todos que aseguró haber oido dos días antes del atentado de Cristina Kirchner al diputado del PRO y ex funcionario macrista Gerardo Millman decir: “Cuando la maten, yo voy a estar camino a la costa”. El objetivo era allanarlo para secuestrarle sus teléfonos y dispositivos electrónicos. Pero insólitamente Abello no estaba. Se había ido ayer a la tarde con su mujer y no había regresado. Los enviados del juzgado pusieron la faja en la puerta. Sin embargo, cuando la noticia del allanamiento ya se había filtrado, Abello apareció en su casa y tras hablar con los funcionarios policiales entregó dos celulares y dos computadoras. Ahora serán peritados en busca de elementos de interés para la investigación, precisaron a Infobae fuentes con acceso a la investigación.
Todo ocurrió en el marco de una investigación paralela al intento de homicidio de la vicepresidenta: la que impulsó el propio Milman denunciando al asesor del FDT por falso testimonio. La misión de los investigadores era secuestrarle a Abello el teléfono. El caso está en manos del fiscal Eduardo Taiano, con la intervención del juez Julián Ercolini, que esta misma mañana firmó la orden para inspeccionar un departamento del cuarto piso de la calle Mariscal Antonio José de Sucre 2557, en Belgrano.
“Deberá constatarse que en el referido domicilio se encuentre presente el Sr. Jorge Alberto Abello. En la oportunidad señalada, se deberá proceder al secuestro de los teléfonos celulares que se encuentren presentes en el domicilio y/o que se encuentren en poder de Jorge Alberto Abello, y que sean utilizados o hayan sido utilizados por el nombrado. Asimismo, se deberá proceder al secuestro de cualquier otro dispositivo electrónico que pueda resultar de interés para el desarrollo de la presente pesquisa”, decía la orden dirigida al jefe a cargo de la División Investigaciones Especiales de la Policía de la Ciudad.
Pero para sorpresa de todos los investigadores, no había nadie. La sospecha de que el buscado hubiera sido avisado circuló en los pasillos del tribunales. Incluso, provocó malestar que la filtración de la noticia del allanamiento se produjera casi en simultáneo a cuando estaba sucediendo. Lo cierto es que las expectativas quedaron en la nada. Después de más de un año de trámite de esta causa que parecía no moverse, el operativo ordenado para esta mañana parecía el paso más importante que se iba a registrar en el expediente por lo que podría producir. Pero a Abello no lo encontraron. Según les dijo el portero, el hombre se había ido con su esposa ayer por la tarde y no había vuelto. Pusieron una faja en la puerta y se fueron.
“Cuando un testigo da información que puede poner en cuestión la teoría de los loquitos sueltos, lo allanan sin motivo aparente. Un lindo mensaje mafioso para disuadir a quien quiera aportar algo a la causa”, se quejó el abogado de Cristina Kirchner, Marcos Aldazabal, al enterarse de la noticia y repasar la actitud de Milman en la causa. “Me parece de una gravedad casi sin antecedentes, a pesar de que antecedentes de gravedad no faltan en Comodoro Py”, afirmó en su cuenta de la red social X. Y añadió que “no hay un sólo elemento que atente contra la credibilidad de Abello”.
Abello es un ex diputado provincial de Santa Fe que en los tiempos macristas se dedicó a ser chofer de Uber -según las entrevistas que dio en su momento- y que actualmente trabaja como asesor legislativo de Marcos Cleri, diputado del FDT. Abello se presentó a declarar en los tribunales de Comodoro Py 2002 el viernes 23 de septiembre a las 17.
Ese día contó que el 30 de agosto del 2022 fue con su cuñado al bar Casablanca, en la esquina del Congreso a almorzar y que le llamó la atención una mesa cercana en donde pudo reconocer a Milman con “dos chicas muy bonitas, jóvenes y muy bien vestidas”.
Abello dijo que todo eso le “llamó la atención”, mientras su cuñado “estaba muy entretenido con lo que se hablaba en una mesa de al lado, sobre fútbol”. Es más: estaba Mario Leito, el presidente de Atlético Tucumán, le dijo. “Volviendo, entre esas conversaciones, a voz alzada escucho con mis propios oídos que Milman dice textual ‘cuando la maten yo estoy camino a la costa’, a lo cual una de las mujeres le pregunta por el chofer algo así como ‘¿y tu chofer?’, y él le contesta: ‘Lo mando a Tucumán porque es un hablador al pedo’. Eso fue todo lo que escuché, después siguieron las bromas, los chistes, él se paró, saludó a unas personas por ahí y pagamos nosotros y nos fuimos”, declaró.
“De este tema no se habló más”, aseguró. El 1 de septiembre, en Juncal y Uruguay, Fernando Sabag Montiel se acercó a Cristina Kirchner con una Bersa calibre 32 e intentó dispararle en la cara. Gatilló dos veces pero no tenía bala en la recámara y fue reducido por militantes kirchneristas. Desde entonces está preso. Luego fue detenida su novia Brenda Uliarte, que también estaba allí. Ambos están acusados de ser coautores de homicidio calificado en grado de tentativa y esperan juicio oral, junto a Nicolás Carrizo, jefe de los copitos y señalado de ser partícipe secundario.
Abello aseguró que se enteró del intento de homicidio cuando él volvía de hacer las compras y lo llamó su madre llorando desde Villa Cañas para pedirle que tuviera cuidado. “Cuando llego al departamento, veo los canales de noticias y estaban todos con eso. Cuando empiezo a escuchar las noticias, me empezó a caer todo lo que había escuchado en Casablanca. No me pregunten por qué lo asocio, pero me vienen a la memoria esas palabras, eso que escuche...”, le dijo a la jueza Capuchetti.
Como Abello recién se presentó a la justicia el 23 de septiembre, la jueza le preguntó si había alguna razón en particular por la que no compareció a informar estas cuestiones con anterioridad. El testigo respondió: “A medida que fueron pasando los días, y empecé a seguir a los jugadores, empecé a darme cuenta que podía tener algo que ver. Yo no soy quién para seguir una línea investigativa, ojalá que no, no me interesa nada lo que tenga que ver ese diputado”.
La jueza María Eugenia Capuchetti abrió un legajo reservado: ahí, a través de filmaciones, confirmó que el legislador estuvo en el bar Casablanca, en la esquina del Congreso, con dos colaboradoras, como dijo el testigo. Pero llamó a declarar a las mujeres y las dos desmintieron haberlo escuchado decir eso. El hombre que estaba con el testigo clave tampoco oyó la charla en la mesa vecina.
Enterado de la versión, Milman se presentó en tribunales y lo denunció por falso testimonio. Dijo que se trataba de una “operación berreta”. “Jamás hice una afirmación como la que el ‘testigo’ ha pretendido como salida de mi boca, quién sabe con qué inconfesables fines políticos”, dijo en un descargo a fines de octubre del 2022. “Teniendo en cuenta la gravedad de la acusación falsa en la que incurrió el ‘testigo’ la que ha sido contundentemente desmentida por mis secretarias parlamentarias y finalmente por mi, vengo por el presente a solicitar se extraigan testimonios de toda esta incidencia a fin que se investigue el delito de falso testimonio protagonizado por esta persona cuya identidad desconozco”, afirmó Milman.
En la causa del atentado en sí, la Cámara Federal porteña a fines de noviembre del 2022 rechazó la recusación contra la jueza que impulsaba la querella y en paralelo ordenó una serie de medidas que se deberán profundizar para esclarecer la pista Casablanca: dispuso que vuelva a declarar Abello y también dos diputados del Frente de Todos para saber qué sabían de esa hipótesis: Marcos Cleri; y otro cliente del bar Casablanca que estaba en ese momento en el lugar: el diputado del Frente de Todos Mario Leito. También analizar los celulares de las secretarias.
A Abello lo citaron, pero se informó que había tenido un ACV el día que debía presentarse. Leito declaró desde Qatar, vía zoom, cuando se jugaba el Mundial y dijo que no escuchó nada. Según la declaración a la que accedió Infobae, Cleri, en tanto, confirmó haber recibido el mensaje de su asesor por esas horas y afirmó que se lo reportó una semana más tarde al diputado Rodolfo Tailhade y al equipo jurídico de la vicepresidenta. Fue el 7 de septiembre. Cuando le preguntaron si no consideró la urgencia y la importancia del mensaje para informaron a la justicia, el testigo respondió que confió en que Abello se presentara a la Justicia.
Horas antes de que Cleri formalizara esa presentación 23 dias después, Cleri también fue a una escribanía para dar cuenta del mensaje que había recibido. “Marcos, ayer cuando salí de tu oficina fui con mi cuñado a comer a Casablanca. Al lado mío estaba (Gerardo) Milman con dos pibas y graciosamente decía ‘cuando la maten yo estoy camino a la costa’ y se mataban de risa”, decía el mensaje. “Y están las cámaras que no me dejan mentir. Hdmp lo escuché. Creeme estoy temnlando” (sic).
Las secretarias, en tanto, se presentaron ante el fiscal Rivolo después del fallo de la Cámara Federal. Una dijo que cambió el telefóno. La otra, que borró el contenido por temor a que se filtraran sus fotos intimas. Que se había asesorado. Las dos insistieron en que Milman nunca dijo eso. Más tarde, tras quedarse sin trabajo en el Congreso, la que había borrado el teléfono (y la PSA había logrado recuperar) volvió a tribunales para decir que se sentía presionada por su ex amiga y que el celular se había borrado frente a Milman, que también limpió su celular.
Todo esto está bajo investigación del fiscal Carlos Rívolo y la jueza Capuchetti, que dispusieron el secuestro del teléfono de Milman -con la intervención del Congreso para desaforarlo-. Y también de otros dispositivos porque el celular que se entregó no era el que el diputado usaba al momento de los hechos. El equipo aún no pudo abrirse. El diputado tampoco entregó la clave.
En el mientras tanto y en silencio, el fiscal Taiano tenía en sus manos la denuncia contra Abello, que se activó hoy con el allanamiento. Cuando finalmente apareció Abello, quedaron secuestrados dos teléfonos y dos computadoras que ahora serán peritadas.