La Justicia condenó hoy a un empleado municipal que amenazó de muerte al viceintendente e intendente electo de Córdoba, Daniel Passerini. Además, absolvió a la otra acusada en la causa que se resolvió en un juicio abreviado. Los mensajes intimidatorios ocurrieron a mediados de 2020, en medio de un conflicto entre el sindicato de trabajadores y el Municipio.
Se trata de Carlos Eduardo Fioramonti, empleado del área de Alumbrado Público de la Municipalidad, y su pareja, Marisa Esther Quevedo, quien por entonces también trabajaba en el mismo sector. Ambos llegaron a esta instancia imputados por el delito de amenazas calificadas. Este lunes, el hombre aceptó entre lágrimas su culpabilidad ante la Cámara 12° del Crimen. Finalmente recibió dos años de prisión en suspenso. En tanto, la mujer se abstuvo de declarar y fue absuelta por el beneficio de la duda.
Tras la audiencia, Passerini expresó su satisfacción con el veredicto: ““Estoy conforme con la sentencia. Este caso debe sentar un precedente. Por ser funcionario público mi familia y yo fuimos amenazados y gozar de impunidad no puede ser una opción. Hay que denunciar y confiar en la Justicia de Córdoba. Confíen siempre, es la mejor forma de llegar a la verdad”.
En diálogo con la prensa, el funcionario también manifestó su rechazo al pedido de disculpas de parte de Fioramonti. “No acepto las disculpas. Yo creo en la justicia de los hombres, a la hora de perdonar soy cristiano y el que perdona es Dios, para eso tiene que haber un arrepentimiento”, explicó su postura y además se refirió a la situación laboral del empleado condenado, que podría ser desvinculado: “Hay un sumario administrativo en marcha y seguramente esta decisión de hoy será un elemento de ponderación importante para los pasos a seguir”.
El intendente electo por último recordó el contexto en el que se dieron las amenazas y remarcó: “Estábamos en la primera etapa de la gestión con Martín Llaryora y habíamos sancionado una ordenanza que generó molestia y repercusiones, para que la Municipalidad se haya podido recuperar. Pero de ninguna manera una expresión de molestia puede implicar una amenaza de muerte para mi familia e hijos”.
El hecho tuvo lugar en julio de 2020 en el marco de una discusión entre el Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (SUOEM) y el gobierno municipal por la reducción del horario laboral de los trabajadores, que implicó un recorte de salarios.
Aquella medida generó malestar y derivó en protestas. Y en ese contexto, al referente de Hacemos Por Córdoba le llegaron amenazas por SMS y WhatsApp, dirigidas no solo hacia él, sino también hacia su familia. “Sabemos donde vivís, vos te quedás con lo mío, yo me quedo con la vida de tu hijo”, decía uno de los mensajes que recibió en su teléfono celular.
“Estas amenazas reflejan prácticas violentas, totalmente repudiables, de un sector muy pequeño de nuestra sociedad. Preocupan y duelen, porque buscan amedrentar e imponer el miedo desde la oscuridad y la cobardía del anonimato”, dijo en su momento Passerini tras radicar la denuncia.
Al reconocer este mediodía su responsabilidad, Fioramonti dijo que se trató de “una macana” que le “va a enseñar a que las cosas malas no se hacen”.