El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi citó a ampliar su indagatoria al expolicía Jorge Bacigalupo, amigo de Oscar Centeno, acusado de manipular parte de los anotadores de los que se desprendió la “Causa Cuadernos”. Se trata del expediente que se abrió tras la denuncia del empresario Armando Loson, del Grupo Albanesi, uno de los primeros imputados detenidos en la megacausa.
Martínez de Giorgi convocó al imputado para el 15 de noviembre para notificarlo formalmente de todas las nuevas pruebas que se produjeron en el expediente tras su anterior declaración.
De acuerdo con la información a la que pudo acceder Télam, dentro de las nuevas evidencias en su contra se encuentran los resultados de los peritajes realizados sobre los dispositivos secuestrados tras el allanamiento a su domicilio.
Durante ese procedimiento, se incautó el teléfono celular del imputado, dispositivo que se abrió tiempo después, cuando un peritaje caligráfico confirmó que el expolicía había sido quien manipuló parte de los cuadernos.
Este procedimiento analizó en detalle los trazos de la escritura del amigo de Centeno en relación con las enmiendas destacadas y resolvió que a la escritura de Bacigalupo le faltaba “espontaneidad” al momento de realizar el peritaje ordenado por el juez federal. El análisis de este material se hizo sobre copias digitales de los manuscritos. Y solo sobre las enmiendas que denunció la querella de Armando Loson, no sobre la totalidad de la evidencia.
“Resulta destacable el repaso o enmienda en algunos signos literales tales como la ‘y, ‘r’, ‘n’, tachaduras, varianzas de inclinación, presionado, como de magnificación y compresión de palabras; todo ello indicativo de la falta de espontaneidad en su concreción, lo que, si bien puede ser atribuido a un estado de nerviosismo del acto propio, resulta destacable y pasibles de mención en las variaciones ejecutivas desplegadas a lo largo de la formación de dicho cuerpo”, afirma el escrito al que tuvo acceso Infobae y que lleva la firma del comisario Alejandro Matías Centofanti, jefe de la División Scopometría; la inspectora Analía Noemí Ojeda; y los peritos de parte Guillermo Latour, Gastón Latour y Jorge Baz.
Con estos resultados, el juez Martínez De Giorgi ordenó el análisis de los teléfonos y las computadoras que se habían secuestrado en la casa de Bacigalupo y que habían quedado a la espera de análisis frente a los resultados de este peritaje.
Así, la Justicia analizó las llamadas entrantes y salientes de los teléfonos celulares del imputado durante un extenso período de tiempo. De los procedimientos realizados, se logró conocer que existe información que fue borrada o adulterada.
La causa que lleva Martínez De Giorgi investiga las irregularidades denunciadas por el empresario Armando Loson en las hojas que aludían a él. Un peritaje caligráfico ya determinó que hubo otras manos que escribieron los cuadernos además de las de Centeno. La pregunta era entonces quién los pudo haber manipulado. El juez dispuso analizar los registros caligráficos oficiales de Hilda Horowitz, la ex mujer de Centeno, y de Bacigalupo, el amigo de Centeno.
El análisis sobre la letra de la mujer dio negativo, pero el estudio sobre la letra de Bacigalupo abrió las sospechas. “No puede descartarse una posible participación del nombrado en las alteraciones y/o modificaciones de los manuscritos cuestionados, cuya sospecha habilita a indagar en la recolección de otras pruebas válidas para el éxito de la investigación”, sostuvo el informe.
En la megacausa de los cuadernos, ya elevada a juicio oral, son muchos los empresarios acusados que siguen con atención el curso de esta denuncia. Varios de ellos habían pedido inicialmente una pericia sobre los cuadernos pero no tuvieron suerte. Pero Loson hizo una denuncia en otro juzgado: presentó en abril del 2022 un estudio pericial privado que reportaba “más de 1.600 alteraciones del texto original: 1.373 sobre escritos y 195 correcciones con líquido corrector, a la vez que pudieron visualizarse 55 enmiendas o testados, entre otras anomalías”.
Con todos los datos recolectados hasta el momento, Bacigalupo podría ser señalado como el autor del delito de falsificación de documento público o encubrimiento, por lo que con la audiencia para ampliar su indagación se tendrán más precisiones sobre el futuro de esta causa.