El empresario y millonario Andrés “Andy” Deutsch estuvo casado desde 1992 y hasta el día de su muerte con Graciela Villarruel. La mujer murió el mismo día que Deutsch: el 14 de septiembre de 2014 cuando el avión en el que ambos viajaban se estrelló contra una casa en Nordelta.
Graciela no tuvo hijos. Pero tiene cuatro hermanos, dos de los cuales pidieron ser querellantes en la causa penal en la que fueron procesados los hijos mayores de Deutsch por haber escondido bienes de la millonaria sucesión a un hijo que tuvo el empresario meses antes de morir.
“Andy” Deutsch, fue un empresario de varios rubros que dejó una fortuna estimada en 1000 millones de dólares. Fue propietario de supermercados Casa Tía y de la empresa Líneas Aéreas Privadas Argentinas (LAPA). Su nombre cobró relevancia tras la tragedia de LAPA en 1999, en la que un avión que iba hacia Córdoba no logró despegar y produjo la muerte de 65 personas. Deutsch fue absuelto en el juicio oral y público por aquel trágico hecho.
La disputa por la herencia millonaria fue iniciada por Karina Caporale, madre de un niño nacido en 2014 fruto de una relación extramatrimonial con Deutsch. Este niño, al que Infobae llama Alejo, se convirtió en el quinto heredero de la fortuna. Es que el empresario había tenido cuatro hijos fruto de su matrimonio con Olga Kozak. Todos ellos son mayores de 55 años, viven en Estados Unidos y en junio pasado fueron procesados por el juez de Instrucción Santiago Bignone por el delito de defraudación por administración fraudulenta por ocultarle U$S 612.053.000 en bienes al hijo menor del empresario. El juez procesó a los cuatro hermanos: Katherine, Allison Kaye, Frederick y Julia Andrea Deutsch. Y también a Robert Brink, esposo de Allison, por la maniobra para evitar que el menor de los herederos recibiera el total de lo que le corresponde.
En la causa penal, que investiga la fiscal Mónica Cuñarro, se presentaron como querellantes Azucena y Adán Villarruel, jubilados, de 72 y 70 años respectivamente, para reclamar los bienes que les corresponden de la parte de la herencia que era de su hermana.
Los hermanos Villarruel pidieron que se les reconozca la participación que tenía Graciela en trusts en el exterior y en sociedades que funcionaron en la Argentina. Y también reclaman la proporción del lujoso triplex en el que vivió la pareja y que desde hace años alquila la modelo Carolina “Pampita” Ardohain.
Los Villarruel sostuvieron que los hijos mayores del empresario -luego de la muerte-: “…invadieron súbitamente las propiedades que habitualmente utilizaban el matrimonio Deutsch Villarruel, apoderándose indebidamente de valiosos objetos personales que se ubicaban en la residencia en el campo de Lincoln, de la casa ubicada en el estado de Pensilvania, Estados Unidos, como así también el de la sede del hogar conyugal, situado en la Ciudad de Buenos Aires”.
Explicaron que: “Durante estos años ha sido muy difícil determinar el real acervo hereditario, ya que como se encuentra acreditado en la presente causa, la gran mayoría de los bienes se encuentran ocultos en sociedades comerciales locales, controladas accionariamente por fideicomisos en el extranjero, valiéndose de sucesivas y numerosas estructuras societarias vinculadas entre sí, testaferros y demás cuestiones cuyo único propósito es montar una monstruosa coartada para impedir su correcta individualización…”. Y concluyeron su planteo al decir que: “La administración fraudulenta perpetrada por los imputados por los hechos denunciados y acreditados en la presente causa, no sólo han afectado al denunciante, un hijo menor en busca de protección de sus bienes propios, sino que también ha comprometido nuestro patrimonio, en la proporción correspondiente, ya que los bienes gananciales son parte integral del universo del patrimonio personal y familiar…ambos reclamamos la protección de nuestros respectivos intereses patrimoniales –aunque desde diferentes perspectivas- frente a las mismas maniobras delictivas que fueron ejecutadas por los mismos agentes”.
La defensa de los hijos mayores de Deutsch se opuso al pedido de los Villarruel. Lo mismo hizo Caporale. La fiscal del caso no se opuso y el juez Bignone determinó que pueden ser querellantes.
El juez señaló que: “Considero que lo expuesto por la defensa (y por las restantes partes que adhirieron) no resulta susceptible de cercenar la aptitud de los actuales querellantes, ofendidos por el delito, para colaborar en el proceso en procura de la verdad real, ofrecer y controlar la prueba, solicitar la condena de los responsables y ejercer todas las demás facultades vinculadas con su rol privado para lograr la sanción de quien o quienes pudieran haberlos perjudicado con su conducta ilícita”. Y agregó: “En este marco, carece de todo fundamento el pretendido apartamiento y a consideración del suscripto, debidamente acreditado el interés legítimo de los querellantes, que los ha llevado a actuar en el caso y el perjuicio que, en principio, se les habría ocasionado. En conclusión, vedar la posibilidad de involucrarse en el proceso de manera activa, so pretexto de la entidad de los bienes involucrados en las maniobras, presentándolos de modo cierto, es decir, como si hubiesen respondido realmente a lo acontecido, descontextualiza, por completo, los ribetes de este caso”.
La incorporación de los hermanos Villarruel como querellantes es lo último que sucedió en la causa penal. En septiembre pasado se había ordenado el congelamiento de dos cuentas en el Reino Unido que los hijos mayores utilizaban para mover fondos. Estas cuentas pertenecían al fideicomiso “Mystere”, creado por Deutsch en 1999 con un capital original de 300 millones de dólares. Tras la muerte de Deutsch, los hijos mayores transfirieron fondos de una cuenta en Suiza a una en Jersey, Reino Unido. Y luego retiraron sumas millonarias de la cuenta en Jersey, alcanzando un total de 68 millones de dólares. Una de las beneficiarias de ese “trust” era Graciela Villarruel, por lo cual es uno de los reclamos de los hermanos.
La Cámara del Crimen debe resolver si confirma o no el procesamiento dictado de por Bignone. Pero esa decisión está en suspenso porque los hijos mayores de Deutsch y Caporale-en representación del quinto heredero- están en plena negociación de un acuerdo en el expediente de la sucesión. De hecho, Infobae pudo confirmar que el acuerdo ya fue firmado y presentado en el juzgado Civil que tiene a cargo el expediente sucesorio.
En ese acuerdo (que implica un reconocimiento económico para el heredero menor) se establece que se deberán cerrar todos los expedientes abiertos: los que están en la justicia Civil, en la Comercial y obviamente en la Penal.
El cierre del caso Penal-por el que fueron procesados los hijos mayores y podrían llegar a ser condenados- debe contar con el visto bueno de la fiscal Cuñarro. Por ahora no se sabe qué va a suceder en la causa penal iniciada porque los hijos mayores de Deutsch habían estafado al quinto heredero de tan solo nueve años.