La Cámara Federal de Casación Penal dejó firme la condena a un año de prisión en suspenso para Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, presos y acusados por haber intentado matar a Cristina Kirchner. A los dos los juzgaron en los tribunales de San Martín en una causa paralela, por la tenencia ilegal de un documento de identidad.
El DNI se había encontrado en el allanamiento a la casa de él, en el marco de la investigación por el atentado a la vicepresidenta. El 15 de junio fueron sentenciados en el debate oral, en donde por primera vez volvieron a verse cara a cara tras el intento de homicidio a CFK.
Sabag Montiel aceptó la condena. Pero Brenda Uliarte apeló la decisión. Su abogado Carlos Telleldín y su colega Sabrina Mansilla, sostuvieron que la joven no sabía de la existencia del DNI, que ella no vivía ahí sino que sólo se quedaba a dormir, y afirmó que la condena no estaba debidamente fundamentada. “El hecho de que las personas imputadas en esta causa sean de interés político, y que la víctima de la otra causa sea la Sra. Cristina Fernández de Kirchner, ha llevado al tribunal a realizar una valoración errónea en esta imputación, debido a la presión social de condenar a estos imputados”, afirmó la defensa.
Pero en su recurso, el fiscal de Casación Raúl Pleé pidió confirmar la condena. “Los planteos referidos a la arbitraria valoración de la prueba son, en esencia, una reiteración de los ya efectuados en la etapa previa, que encontraron acabada respuesta en la sentencia”, dijo el Ministerio Público.
En una resolución de 17 páginas, los jueces de la Sala II de Casación, Alejandro Slokar, Angela Ledesma y Guillermo Yacobucci, ratificaron la sentencia. Recordaron la valoración del juez del tribunal oral de San Martín Hector Sagretti quien sostuvo que: “resulta inverosímil que la imputada desconociera la presencia del documento nacional de identidad, hallado por los preventores a simple vista, dentro del diminuto monoambiente (15 m2) que compartía con Sabag Montiel. Y más inverosímil resulta, cuando vemos que esa convivencia era coetánea con la detención de ambos en relación a los hechos concomitantes por los que fueran procesados. Y que uno de esos hechos consiste en el acopio de municiones, que fueron secuestradas en el mismo domicilio que compartían”.
Brenda “no puede entonces decir, no al menos seriamente, que nada sabía, porque respetaba la ´privacidad´ de Sabag.”, había dicho el juez en la condena, palabras que fueron citadas expresamente por la Casación a la hora de rechazar su recurso. En ese sentido, se afirmó, “la versión exculpatoria brindada por Uliarte (refrendada por Sabag Montiel en su indagatoria), no resulta más que un mero intento, infructuoso por su propia inconsistencia, por mejorar su situación procesal”.
La jueza Ledesma afirmó que “el magistrado actuante efectuó una adecuada consideración de los elementos probatorios -directos e indirectos- que fueron incorporados válidamente al juicio oral y satisfizo el requisito de fundamentación conforme las reglas de la sana crítica”. Además, “la defensa tampoco ha demostrado que el tribunal haya omitido ponderar prueba pertinente para su decisión. De este modo, el intento de Uliarte de distanciarse de la tenencia del documento, alegando su desconocimiento, no puede ser de acogida en esta instancia”.
“Dadas las particularidades del caso, comparto, en lo sustancial, las consideraciones formuladas por la colega que lidera el acuerdo y la solución que propone”, dijo su colega Yacobucci. El juez Slokar añadió: “en las concretas circunstancias de la especie, comparte la solución propiciada al acuerdo por los colegas preopinantes, lo que así vota”. La sentencia fue así ratificada.
Esta causa fue un desprendimiento del expediente que investiga el atentado a Cristina Kirchner, ocurrido el 1 de septiembre de 2022 cuando la vicepresidenta llegaba a su casa en Recoleta y Sabag Montiel se le acercó entre la multitud y le apuntó con su arma en la cara. Gatilló pero el tiro no salió. Militantes kirchneristas lo atraparon mientras Brenda escapaba del lugar sin ser advertida. Fue arrestada cuatro días después. Desde entonces están presos acusados de ser coautores de un intento de homicidio agravado. El caso ya fue elevado a juicio oral para que el Tribunal Oral Federal 6 defina si son o no condenados. También está preso Nicolás Carrizo, el llamado jefe de los copitos, quien fue señalado como partícipe secundario de ese ataque.
Durante uno de los allanamientos en la casa de Sabag, encontraron en un cajón un DNI a nombre de Francisco Antonio Almada, que en el juicio oral explicó que el documento lo había perdido en 2018 en un recital de Divididos en el Hipódromo de Palermo, junto con el registro del auto, la cédula y la billetera. Como perdió todo, al día siguiente se hizo un nuevo documento. Nunca hizo la denuncia policial. Almada contó su historia en el juicio oral frente a Brenda y Sabag. El testigo se quería ir. Cuando le dieron el okey, aclaró: “tienen retenido mi DNI. A quién se lo pido”. Hubo risas disimuladas en la sala de audiencias en donde más tarde se leyó la condena.