En el marco de la investigación por el atentado a Cristina Kirchner, la querella de la Vicepresidenta reclamó en los tribunales de Comodoro Py el secuestro de todos los dispositivos electrónicos que el diputado nacional de Juntos por el Cambio (JxC) Gerardo Milman utilizó antes del ataque y remarcó que el equipo que el legislador entregó recién se activó el 18 de noviembre, dos meses y medio después del hecho.
“Corresponde secuestrar inmediatamente todos los dispositivos electrónicos en poder del diputado”, reclamaron los abogados Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira en un escrito de cinco páginas entregado en tribunales. “Entre esos dispositivos debería haber, al menos, dos celulares que Milman sí tenía activos al momento del atentado y en los meses anteriores y posteriores”, enfatizaron los abogados que una vez más criticaron a la jueza María Eugenia Capuchetti por haber rechazado la medida.
El pedido de la querella no es nuevo, pero se vio respaldado luego de que ayer la Cámara Federal de Casación Penal dio vía libre para avanzar con el análisis del celular del diputado. La Sala II del tribunal, con la firma de los jueces Ángela Ledesma y Alejandro Slokar, rechazó por inadmisible el recurso presentado por la defensa del legislador, cuestionando el secuestro de su teléfono.
La decisión de avanzar sobre el peritaje de ese Iphone 14 PRO llega en medio de un nuevo reclamo: la Fiscalía solicitó secuestrar también un equipo anterior que el legislador tenía al momento del atentado. Es que ese apartado salió a la venta en Estados Unidos después del atentado a CFK y antes de la revelación que lo convirtió en sospechoso. Milman lo habría activado recién el 18 de noviembre de 2022, cuando la Cámara Federal ya analizaba si se avanzaba sobre los celulares de sus secretarias. Por eso, la Fiscalía exige analizar también el celular que estaba en uso de Milman desde abril hasta noviembre.
Para la querella, la fecha en la que Milman activó ese Iphone “es coincidente con el momento en que Ivana Bohdziewicz situó la maniobra de ocultamiento de información de Milman y su perito”. Y remarcaron: “arcamos, además, que el dispositivo entregado por Milman es de un modelo que salió a la venta con posterioridad al atentado (iPhone 14 Pro Max) y que no puede ser abierto con la tecnología disponible actualmente, sin que se conozca la clave (que Milman no aportó)”.
La causa principal por el ataque a la ex presidenta, que tiene tres detenidos, ya fue elevada a juicio oral. Se trata de Fernando Sabag Montiel, quien apuntó a la cara de CFK; su entonces novia, Brenda Uliarte, y Nicolás Carrizo, el llamado jefe de los copitos. Los dos primeros están acusados de ser coautores de un intento de homicidio agravado; el tercero de ser partícipe secundario.
En instrucción quedó una parte en donde se analiza si hubo un autor intelectual. La llamada “pista Milman” surge de la declaración de Jorge Abello, un asesor legislativo del diputado del Frente Todos Marcos Cleri, quien se presentó en tribunales el viernes 23 de septiembre de 2022. El ataque había ocurrido la noche del 1° de septiembre.
Abello aseguró que el 30 de agosto asistió a una reunión en el anexo de Diputados y posteriormente almorzó con su cuñado, ajeno a la política, en el restaurante Casablanca, ubicado cerca del Congreso. Allí mencionó haber visto a Gerardo Milman acompañado de “dos jóvenes muy elegantes”. Se trataba de Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco. Según afirmó, Milman dijo: “Cuando la maten yo estoy camino a la costa”.
Las mujeres llamadas como testigos dijeron que nunca oyeron esa frase. Con recusaciones a la jueza por parte de la querella que quería secuestrarles los celulares, la Cámara Federal avanzó en la orden de profundizar la pista, llamando a declarar a todos los involucrados, incluso Abello, punto que no se concretó. También ordenó el secuestro de los teléfonos de las testigos que estaban con Milman. Se presentaron en la fiscalía: Gómez Monaco aclaró que cambió el equipo, la otra que se había asesorado y había borrado todo para que no se filtraran sus fotos íntimas.
En mayo pasado, esta última se presentó en la fiscalía para decir que se sentía presionada por su ex amiga, que la habían echado y que quería contar que el celular había sido borrado en las oficinas del instituto de Patricia Bullrich, donde estaban Milman y un perito. Esto fue lo que activó el pedido de la fiscalía para secuestrar el teléfono del legislador del PRO.