“Venía como un misil y nos partió al medio”, declaró el timonel de la lancha en la que murió el hijo de Federico Storani

Lucas Sorrentini manejaba la Mad II en esa madrugada. Entre lágrimas le explicó al Tribunal de San Isidro que su vida cambió: “Ese monstruo me sacó a mi familia”

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Pablo Torres Lacal (55) durante el juicio oral que lo juzga por triple homicidio con dolo eventual en los Tribunales de San Isidro (Adrián Escandar)
Pablo Torres Lacal (55) durante el juicio oral que lo juzga por triple homicidio con dolo eventual en los Tribunales de San Isidro (Adrián Escandar)

En el segundo día del juicio oral por la muerte del hijo del histórico dirigente radical Federico Storani se vivieron fuertes emociones en el aire. Fue cuando declaró como testigo Lucas Sorrentini, pareja de una de las víctimas y timonel de la embarcación que fue embestida por la lancha Shark II que manejaba Pablo Torres Lacal, hoy acusado por triple homicidio con dolo eventual. En sus dichos afloró la angustia.

“Todo en mi vida cambió desde esa noche”, afirmó. Al referirse al imputado describió que manejaba “como un misil que venía de frente y nos partió al medio”. “Un monstruo me sacó mi familia”, agregó.

Sorrentini manejaba la Mad II por el Delta del Tigre esa madrugada del 31 de marzo de 2016. En total en el barco viajaban 6 personas. Entre ellas se encontraba Manuel Storani, hijo del ex diputado nacional, de 14 años, y Ángeles Bruzzone, su mamá y pareja de Sorrentini. Volvían de festejar el cumpleaños de una de las tripulantes en el arroyo El Pajarito en una noche tranquila.

“De repente vi una luz roja y una verde que nos apuntaban. Era una lancha que caía a babor y a estribor a muy alta velocidad, haciendo una ‘ese’”, explicó el testigo delante del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro.

La velocidad fue la clave. Según su declaración, la Shark II, una embarcación deportiva con motor fuera de borda que manejaba el acusado acompañado de dos amigos más, “no nos dejó tiempo para hacer nada”. De repente la tenían encima. El testigo comenzó a hacerles señas para evitar la colisión, incluso llegó a gritar para llamar la atención en los últimos 5 segundos antes del cruce, pero todo fue inútil. “En esa lancha nadie miraba para adelante. El misil que venía de frente nos partió al medio”, dijo, y repitió: “Nos pasó por arriba y nos partió al medio”.

El Tribunal Oral 1 de San Isidro, integrado por Gonzalo Aquino, Alberto Ortolani y Gonzalo Aquino, respectivamente (Adrián Escandar)
El Tribunal Oral 1 de San Isidro, integrado por Gonzalo Aquino, Alberto Ortolani y Gonzalo Aquino, respectivamente (Adrián Escandar)

Producto de la embestida con la quilla de la lancha contra un costado de la otra, en el medio del canal Vinculación, murieron Manuel y Ángeles, con quien Lucas convivía. También falleció Francisco Gotti, uno de los amigos con los navegaba Torres Lacal. El testigo comentó que a Manuel lo consideraba como un hijo. Por eso, al recordar la escena exclamó con la voz entrecortada: “Todo en mi vida cambió. Fue el peor día de mi vida. Me quedé solo. Ese monstruo me sacó a mi familia, de golpe, de la nada”. Y añadió: “salimos a festejar un cumpleaños y volví a mi casa solo”.

Luego, en referencia a su habilidad para navegar, dijo: “Hace 40 años que navego y nunca tuve un incidente. Soy patrón de yate a vela y motor. He corrido regatas internacionalmente. Además, conozco de la navegación nocturna. Esa noche viajábamos -desde el arroyo Pajarito hacia el río Luján por el Vinculación- a una velocidad de cinco nudos. Yo iba realmente lento, era una noche para disfrutar”.

Al hablar de la conducta de Torres Lacal como timonel, el testigo se volvió más efusivo y consideró que la “lancha embestidora” venía “como una cañita voladora”. “Esa persona quiso suicidarse. Ir a fondo de noche en un río es que no te importa nada, porque podés comerte un tronco e irte a pique. El tipo venía sacado. Para mí, si venís -a esa velocidad- es que sos un asesino. Y para mí lo es”.

El histórico dirigente radical Federico Storani antes de ingresar al debate penal por la muerte de su hijo Manuel (Adrián Escandar)
El histórico dirigente radical Federico Storani antes de ingresar al debate penal por la muerte de su hijo Manuel (Adrián Escandar)

Antes de finalizar su declaración, Sorrentini agarró una bolsa que tenía al lado de su silla y sacó una prenda. El fiscal Diego Callegari, la querella de Fredy Storani, representada por Carlos Acosta, y los defensores Gabriel Palmeiro y Maximiliano Rusconi miraban atentos. El testigo exhibió en la sala una campera negra toda rajada, que fue la que tenía puesta esa madrugada oscura. Con eso en su mano expresó: “Esa persona mató a tres personas y no mató a una cuarta por el ángel de la guarda: a mí esa lancha no me mató por 5 centímetros”.

Las audiencias del juicio continuarán hasta el martes que viene, cuando se estima la realización de los alegatos finales. Ya declararon otros testigos que dieron cuenta del hecho. Tanto la fiscalía como la querella solicitaron una condena por triple homicidio por dolo eventual, con una pena que oscila entre los 8 y 25 años de prisión. La defensa reclamó la absolución del acusado.

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