“La sensación es contradictoria. Por un lado, con esperanza para que se haga justicia y, por el otro, un sabor agridulce por haber esperado tanto tiempo para llegar al final y establecer cierta calma a una tragedia tan dolorosa como la que nos ha envuelto a mí y a toda mi familia”, dijo esta mañana el líder radical Federico Storani en la puerta de los tribunales de San Isidro, a punto de comenzar el debate oral en donde se juzgará al responsable de haber matado a su hijo Manuel, a la mamá de él y una tercera persona. El acusado es Pablo Torres Lacal (55), quien llega libre e imputado por el triple homicidio con dolo eventual.
Para Storani, “es curioso porque no estuvo ni una hora detenido, gozó de libertad durante siete años y medio. Hizo frecuentes viajes al exterior. Incluso cuando se cumplía el primer año del cumpleaños de ‘Manu’, y nosotros estábamos apiñados y desgarrados en el cementerio, que después se volvió un ritual, él ese encontraba por un mes en la India. Es raro que con tres muertes, y después de una desesperada y angustiosa búsqueda (del cuerpo) el imputado no haya estado detenido ni un solo día”.
Incluso, Storani afirmó que el acusado “nunca” se comunicó con él en estos siete años. “Su único objetivo fue negociar junto a sus abogados la calificación del delito que se le imputa, lo cual habla de su falta de empatía. Si él está pidiendo su sobreseimiento por su inocencia, lo que debería haber hecho es presentarse a al tribunal para que se haga el juicio. Pero si en el interín lo que se hace es dilatar y presentar chicanas tras chicanas para que el juicio se demore es que él especulaba con el paso del tiempo” para obtener la prescripción, destacó.
“Su actitud ha sido francamente inmoral -sostuvo-. A pesar de las advertencias previas, continuó con su actitud de ir a toda velocidad en un lugar donde había cero visibilidad, vale la pena aclarar que no se veía nada, era como jugar a la ruleta rusa. El problema es que mi hijo y su mamá no estaban jugando a la ruleta rusa”.
El 31 de marzo de 2016, Manuel Storani, de 14 años, viajaba junto a su madre, María de los Ángeles Bruzzone, y otras cuatro personas en una lancha que cerca de las 23 fue violentamente embestida por otra embarcación conducida por Torres Lacal, “que venía a velocidad máxima y haciendo zigzag”, según testimonios de testigos. De la investigación judicial también se desprende que al momento del impacto la visibilidad era prácticamente nula.
Manuel tenía 14 años y murió en el acto. Su cuerpo fue hallado en el río Luján después de tres días de búsqueda. La autopsia determinó que perdió la vida por los golpes en el cráneo y en el cuello. Además de su mamá, falleció Francisco Javier Gotti, un amigo de Torres Lacal. Sin embargo, su familia decidió no denunciar al acusado.
El Tribunal Oral 1 en lo Criminal de San Isidro, integrado por Sebastián Hipólito Urquijo, Alberto Ortolani y Gonzalo Aquino, deberá analizar la responsabilidad de Torres Lacal, de 55 años, quien transitó toda la instrucción en libertad. En estos días se cumplieron poco más de siete años y seis meses desde el trágico choque. De ser hallado culpable, el acusado podría recibir una pena de entre 8 y 25 años de cárcel.
Durante el día de hoy, se espera que el propio Storani pueda declarar en el proceso en una larga audiencia, en donde también se escucharía a otros testigos claves convocados por la fiscalía que vieron que lo pasó.