Las vacantes de los juzgados federales en Comodoro Py 2002 volvieron a estar hoy en foco en los pasillos de los tribunales de Retiro. Es que de los 12 juzgados de instrucción, que más mira la política, hoy hay cuatro que están vacíos. Es por eso que entre los jueces que quedan, hay que repartirse el trabajo.
Por sorteo, el juez federal Ariel Lijo, que es titular del juzgado 4, y subroga el juzgado 12, quedó designado para también monitorear el juzgado federal 6. Allí su causa más importante es la que investiga el atentado contra la AMIA.
El último titular del juzgado federal 6 fue Rodolfo Canicoba Corral, que en 2020 cumplió los 75 años y debió jubilarse. El primero en sucederlo fue Julián Ercolini, pero meses después se excusó. Luego le quedó a la jueza María Eugenia Capuchetti. Y después pasó a manos del juez Daniel Rafecas, que estuvo al frente del juzgado durante dos años, el tiempo máximo de subrogancia.
Fue por eso que hoy, en la secretaría general de la Cámara Federal, en el segundo piso del edificio, se hizo el sorteo de quién sería el próximo titular momentáneo de ese juzgado.
No estaban todas las 12 bollilas porque, obviamente, no están los juzgados vacantes: ni el 6, que se sorteaba; ni el 9, que perteneció hasta el año pasado a Luis Rodríguez; ni el 11, que supo comandar Claudio Bonadio hasta su fallecimiento en 2020. Tampoco el 12, en manos de Sergio Torres, que se fue de Comodoro Py en 2019 para ser juez de la Corte bonaerense.
Además no figuraban en el bolillero ni el juzgado federal 1, con María Servini a la cabeza, por las elecciones, como así también el juzgado federal 8 de Marcelo Martínez De Giorgi, que ya se había excusado en un sorteo anterior por la cantidad de trabajo acumulado en su despacho. De este sorteo tampoco fueron parte ni la jueza María Eugenia Capuchetti, del 5; ni su colega Julián Ercolini, del 10. Los dos ya están subrogando otros dos juzgados vacantes: Capuchetti, el 9; y Ercolini, el 11.
En medio de esa confusión, al bolillero fueron solo cuatro candidatos: Sebastián Ramos, del juzgado 2 y quien hasta ahora nunca salió sorteado para un reemplazo; Rafecas, que iba por la renovación de su subrogancia (como ya les pasó a Ercolini y Lijo en el 11 y en el 12, respectivamente); Lijo y Sebastián Casanello, titular del juzgado 7.
En el sorteo estuvieron presentes cuatro empleados del juzgado 6 que buscaban conocer qué juez le tocaría y el presidente de la Cámara Federal Leopoldo Bruglia y la secretaria general Susana Echeverría. También estuvo Infobae. El bolillero giró y la suerte le tocó a Lijo.
El juzgado 6 tiene una importancia significativa para Comodoro Py: allí tramita la investigación por el atentado contra la AMIA, la explosión que el 18 de julio de 1994 provocó la muerte de 85 personas y que aún sigue impune. La investigación, no obstante, está delegada en la Fiscalía Especial AMIA, que lideró el fiscal Alberto Nisman y hoy está en manos de Sebastián Basso. Pasaron 29 años del atentado.
Allí también tramita la causa conocida como “peajes”, en donde se investigaban a los ex funcionarios macristas Guillermo Dietrich, Nicolás Dujovne, Bernardo Saravia Frias y Javier Iguacel, por presuntas maniobras fraudulentas que beneficiaron a Abertis, una corporación ligada a las concesiones viales en todo el mundo, y al Grupo Macri en los peajes de los principales accesos a Buenos Aires. La Cámara Federal dispuso falta de mérito para los involucrados.
También se investigaba a funcionarios de Cristina Kirchner por malversar más de USD 2 millones en viáticos durante giras presidenciales. El juez Daniel Rafecas había procesado a dos responsables de Ceremonial por entender que se “trucharon” facturas durante viajes oficiales entre 2013 y 2015. Más tarde la Cámara Federal, en una decisión dividida, se revocó esa decisión, se les dictó la falta de mérito y se ordenó buscar documentos originales de esas facturas.