El suspendido juez federal de Mendoza Walter Bento comenzó hoy a declarar en el juicio oral que se le sigue por ser el presunto jefe de una asociación ilícita que desde su juzgado cobraba coimas para beneficiar a acusados. “Todo es falso, no formo parte de ninguna asociación ilícita y no cobré para beneficiar o perjudicar a alguien”, dijo Bento ante el Tribunal Oral Federal 2 de Mendoza que inició el proceso a fines de julio.
Bento fue en su primera audiencia -dijo que va a declarar por cada uno de los hechos que se le imputa- particularmente duro con Dante Vega, el fiscal que lo investigó y uno de los que forma parte de la acusación en el juicio oral. “No es el titular de la vindicta pública, es el representante de una venganza personal”, sostuvo Bento sobre el fiscal.
“Nunca he cometido un delito”, sostuvo Bento, titular del juzgado federal 1 de Mendoza. La acusación es por varios delitos como coimas, lavado de activos y enriquecimiento ilícito hasta violación de secretos, violación de deberes de funcionario público y falso testimonio. Una de las pruebas clave son mensajes escritos y de audios encontrados en celulares secuestrados en los que se hacía referencia a Bento como “juez”, “número 1″ o el “gran jefe”.
Bento no solo afronta el juicio penal, sino que desde el 25 de septiembre también tendrá el juicio político ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación que lo juzgará por presunto mal desempeño de sus funciones. Ese proceso es solo para determinar si continúa o no como juez. La decisión es por la destitución o por rechazar la acusación y que Bento sea repuesta en el cargo en el que quedó suspendido el 31 de mayo cuando el Consejo de la Magistratura de la Nación tomó esa decisión y lo envió a juicio político.
Sobre el juez pesan pedidos de prisión preventiva que no se pueden efectivizar porque mantiene sus fueros como juez. Si es destituido los perderá.
El juicio está a cargo del Tribunal Oral Federal 2 de Mendoza, integrado para este caso con las juezas Gretel Diamante, María Carolina Pereira y Eliana Rattá. La acusación corresponde a los fiscales Vega y María Gloria André. En tanto, Bento es defendido por los abogados Mariano Fragueiro Frías y Gustavo Gazali.
Bento está siendo juzgado junto a su esposa, Marta Boiza, y sus hijos Nahuel y Luciano Bento. Están acusados de haber formado parte del enriquecimiento ilícito del juez.
La de hoy fue la segunda audiencia de indagatorias. Bento comenzó a declarar poco después de las 9 de la mañana y dijo que en la causa hubo “gravísimas irregularidades”. Señaló que detenidos en el expediente sufrieron “torturas y vejaciones” en sus lugares de detención. “Les impedían conciliar el sueño golpeándoles los barrotes de la celda y les decían que vayan a mentir contra Bento que iban a recuperar la libertad. A los que estaban en comisarías les impedían ir al baño y les decían que vayan a declarar contra Bento”, sostuvo.
Una parte central de la indagatoria de Bento estuvo destinada al fiscal Vega. El juez señaló que se “autodesignó” de manera irregular para estar al frente de la acusación luego de que otros fiscales de Mendoza se excusaran de hacerlo. “Tiene un odio patológico que todavía no puede superar”, sostuvo. Explicó que ambos concursaron para el cargo del juzgado federal 1 de Mendoza que ganó Bento y en el que Vega era secretario. “Treinta días antes que asuma el cargo Vega renunció porque me dijo que no iba a trabajar conmigo”, relató.
Por otra parte, Bento dijo que en la acusación de enriquecimiento ilícito no le permitieron justificar sus bienes y que le “clonaron” el teléfono celular cuando se lo secuestraron en la causa.
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