Sebastián Ceferino Más, quien se desempeñaba en la Oficina de Enlace del Consejo de la Magistratura, fue suspendido preventivamente de sus funciones. Él es el padre de Matías Nahuel y Juan Jesús, ambos empleados del organismo y detenidos con prisión preventiva. Los hermanos están acusados de ser miembros de una organización delictiva y ser coautores de, al menos, dos secuestros extorsivos.
La resolución -en la que además se ordena instruir un sumario administrativo- lleva la firma de la vicepresidenta del Consejo de la Magistratura, Agustina Díaz Cordero, y la decisión fue tomada luego de conocerse el informe final del Cuerpo de Auditores del Poder Judicial de la Nación. Allí se recomienda instruir sumario administrativo a los hermanos Más y a su padre. Sobre éste último los auditores recomendaron además que se lo suspenda preventivamente dada la gravedad de los hechos investigados.
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De acuerdo con las pruebas arrimadas a la información sumaria, se concluye -según la resolución de Presidencia firmada por Díaz Cordero- que “los hechos y omisiones que se le achacan a Sebastián C. Más podrían englobarse bajo la rúbrica de ‘marcada falta de control de la oficina a su cargo´ y toman especial relevancia cuando se concatenan las conductas que se le reprochan en sede penal y administrativa a sus dos hijos”.
En los considerandos señala la vicepresidenta del Consejo que el escaso control y gestión “parece haber oficiado de rampa para los designios delictuales” de los hijos de Sebastián Más a tal punto que, según la investigación realizada por la justicia federal de Morón, uno de los vehículos de la flota oficial del Consejo de la Magistratura, una camioneta Volkswagen Amarok blanca, fue utilizado en al menos uno de los secuestros extorsivos de los que se acusa a los hermanos Más.
En las distintas instancias de la auditoría no se logró apreciar con claridad cuál era el uso oficial que se le daba a la camioneta Amarok blanca, ya que no existe ningún testimonio o informe hasta ahora que precise bien para qué se usaba ese vehículo. “No se tiene certeza de cuál era el empleo oficial de la camioneta, pero se sabe que al menos en un hecho extorsivo se encontró involucrada”, indica la resolución.
“Al ponderarse la gravedad de los hechos que involucran a los hermanos Más, es imposible ensayar un ejercicio de disociación de las responsabilidades de su padre, titular de la Oficina de Enlace”, remarca en uno de los considerandos la jueza Agustina Díaz Cordero.
En la oficina a cargo de Sebastián Más estaban contratados, y bajo su dependencia directa, su hija Iara Valentina y tres de sus cuñados de apellido Dávila, un esquema que, destaca Díaz Cordero, “se presenta como manifiestamente contrario a elementales normas rectoras de la ética en el ejercicio de la función pública y transparencia en la gestión”.
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En otro párrafo de la resolución se pone de relieve que Sebastián Más, el funcionario jefe que tenía a su cargo bienes y dependientes -con el fin de brindar seguridad al erario y personal del Poder Judicial de la Nación- también facilitaba determinadas tareas de logística para el Estado. “En palabras sencillas el responsable de la seguridad, con recursos provistos por el Estado para esa tarea, permitió, por su falta de cuidado -como mínimo-, que se generase una inaudita situación de inseguridad”, afirma en la resolución Díaz Cordero.
Era tal el descontrol en la oficina a cargo de Sebastián Más que uno de los testigos, de apellido Lescano, declaró que no pudo determinar la identidad de la persona que devolvió y estacionó en la cochera alquilada por la Oficina de Enlace del Consejo de la Magistratura. Era la camioneta Amarok blanca que, horas antes, había sido utilizada en un secuestro extorsivo, del que están acusados como coautores Matías y Juan Más, los hijos del jefe de esa dependencia.
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