La Justicia Federal dispuso el procesamiento con prisión preventiva de cinco hombres, entre los cuales se encuentran dos empleados de maestranza del Consejo de la Magistratura de la Nación, acusados de integrar una organización criminal que llevó a cabo al menos dos secuestros extorsivos el pasado mes de mayo en el partido bonaerense de La Matanza, indicaron a Infobae fuentes judiciales. Según se tuvo por comprobado, una de las víctimas fue un adolescente de 15 años.
Se trata de Lucas Gastón Coppola, Ezequiel Gustavo y Juan Maximiliano Stelter, y los hermanos Matías Nahuel y Juan Jesús Más. También se baraja la posibilidad de que existan más personas involucradas pero aún no identificadas. Todos quedaron bajo sospecha de conformar “una banda criminal dedicada a la comisión de diversos hechos ilícitos tales como secuestros extorsivos, robo, acopio de armas y municiones, comercialización de estupefacientes y utilización de chapas patentes falsas”, expresó en su sentencia el juez federal Jorge Ernesto Rodríguez, a cargo del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional 2 de Morón.
Según el juez, los miembros de la banda “desplegaban su accionar -cuanto menos- en el territorio del partido de La Matanza, lugar conocido por sus integrantes”, ya que todos “residen en distintos barrios de la mencionada ciudad”. A su vez aclaró que la organización “poseía infraestructura compuesta de vehículos con chapas patentes para cambiar, diversos aparatos telefónicos y líneas celulares, armas y materiales propios de las fuerzas de seguridad, con los cuales simulaban su actuar, entre otras cosas”.
Los hermanos Más, empleados del Consejo de la Magistratura, quedaron detenidos el 11 de julio y están acusados de aportar “tanto vehículos como así también lo vulgarmente llamado ‘mano de obra’ para el accionar en los hechos que se investigan”. De acuerdo a las actuaciones, una de las camionetas que se utilizaron para perpetrar uno de los secuestros es una Amarok blanca perteneciente al organismo judicial.
En efecto, según aportó el Consejo de la Magistratura a través de un informe a la investigación penal en curso, el día del secuestro del 12 de mayo, Matías Nahuel Más figura como “ausente” en su trabajo, mientras que Juan Más era la persona autorizada para conducir dicho auto en su rol de chofer del organismo constitucional.
A raíz de la causa judicial, el Consejo les inició un sumario que quedó en manos de la vicepresidenta del organismo, Agustina Díaz Cordero, quien remitió las actuaciones al Cuerpo de Auditores, que optó por proponer la suspensión preventiva de los hermanos. Matías Nahuel Más había sido designado como medio oficial interino de la Dirección General de Infraestructura Judicial el 9 de octubre de 2017 y promovido como oficial de servicio efectivo un año después. A su vez, Juan Jesús Más fue contratado en la categoría escalafonaria de medio oficial en la Dirección General de Tecnología el 6 de diciembre de 2021 y por pedido de su padre pasó a la Oficina de Enlace dentro del área de choferes.
Además de las suspensiones preventivas, Díaz Cordero también dispuso el cambio de lugar de Sebastián Más, padre de los procesados e histórico empleado del Consejo. Si bien no está involucrado penalmente, él se desempeñaba como titular de la Oficina de Enlace, y en ese rol tenía a su cargo un aspecto crítico del organismo judicial: su seguridad. Entre otras funciones, la Oficina de Enlace abarca la dirección del área de choferes en la que se desempeña uno de sus hijos, por lo que se ordenó un “cambio de funciones preventivo” de Más a la Dirección General de Recursos Humanos.
Para el juez, que evaluó una serie de elementos recabados durante la investigación del fiscal de Morón, Sebastían Basso, entre los que se incluyen escuchas telefónicas, declaraciones testimoniales y videos de cámaras de seguridad, “las personas involucradas realizaban un estudio detenido sobre los movimientos de sus víctimas y potenciales iguales, con varios días de antelación, conocían sus casas, las actividades que desarrollaban, los vehículos en los que se movilizaban; efectuaban relevamientos de la zona para corroborar la existencia de cámaras de seguridad emplazadas, y también, organizaban su fuga y cómo desechar los elementos que pudieren incriminarlos”.
Y además, en el fallo de 116 páginas emitido este lunes, al que Infobae tuvo acceso, aseguró: “Estamos frente a un grupo de personas con vasta experiencia en la comisión de delitos mediante la cautelosa preparación de los hechos, hasta su ejecución y finalización, además de tener como ítem agregado haber demostrado un alto nivel de agresividad con sus víctimas”.
La hipótesis principal sostiene que la banda secuestró a un hombre y a un adolescente, en dos hechos ocurridos durante el mes de mayo. Se cree que se trata de una disputa entre bandas de ladrones, ya que una de las víctimas fue un hombre que estaba acusado de un robo cometido en el barrio porteño de Villa Devoto, y la otra (el adolescente de 15 años) es el hijo de otro delincuente que ya estaba preso por ese mismo asalto. La primera víctima fue Sergio Daniel Pérez, quien fue liberado luego que se pagaran 40 mil dólares y 1.100.000 pesos por su rescate. El menor fue secuestrado el 22 de mayo en Ciudad Evita hasta que se pagó un secuestro en dos partes por casi más de 700 mil pesos y 34 mil dólares. En los diálogos, los secuestradores exigían a los familiares el dinero que un familiar había robado meses antes.
Los cinco integrantes fueron procesados con prisión preventiva por dos secuestros extorsivos agravados por haberse cobrado rescate, haber participado tres o más personas y por ser una de las víctimas menor de edad. También se les endilga el robo agravado por cometerse en poblado, en banda y con armas cuya aptitud para el disparo no puede ser acreditada. Por su parte, Coppola y Juan y Ezequiel Stelter quedaron procesados también por comercializar cocaína y marihuana, entre otros delitos, y a su vez, los hermanos Más fueron beneficiados con la falta de mérito de un tercer secuestro en grado de tentativa.
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