Arranca un nuevo juicio oral contra Lázaro Báez y a partir de octubre podría tener dos procesos en simultáneo

El 7 de agosto comenzará en Comodoro Py el debate por la compra de un campo en Uruguay. Y en octubre está previsto que arranque otro juicio por evasión en la provincia de Chaco

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El empresario Lázaro Báez ya tiene dos condenas.
El empresario Lázaro Báez ya tiene dos condenas.

Lázaro Báez ya acumula dos condenas judiciales y ahora podría enfrentar dos juicios orales al mismo tiempo. El lunes 7 de agosto, seis días antes de las PASO, arrancará el juicio oral por la compra del campo “El Entrevero”, en Uruguay, una de las operaciones para lavar la fortuna del empresario K. Las audiencias serán todos los lunes. Pero la agenda podría sufrir modificaciones porque un Tribunal Oral de Resistencia (Chaco) acaba de confirmar que el 20 de octubre, dos días antes de las elecciones generales, comenzaría otro juicio contra Báez por el delito de evasión. En ese proceso también será juzgado el abogado Jorge Chueco.

El juicio oral por “El Entrevero” estará a cargo del Tribunal Oral Federal 4, el mismo que ya lo condenó por “la ruta del dinero K”. Será con un sistema mixto (presencial y por zoom) y las audiencias se realizarán todos los lunes, según confirmó a Infobae una fuente judicial.

En ese juicio, Báez será juzgado junto al abogado Jorge Chueco, el contador Daniel Pérez Gadín, y el arrepentido Leonardo Fariña. También fueron enviados a juicio Maximiliano Acosta, Maximiliano Goff Dávila, el financista Santiago Carradori y Osvaldo Guthux.

Por ese campo de 152 hectáreas, ubicado entre José Ignacio y La Barra, se pagaron 14 millones de dólares. De la operación participaron varias sociedades y testaferros de Báez para intentar ocultar a los verdaderos dueños.

Por el campo "El Entrevero" se pagaron 14 millones de dólares.
Por el campo "El Entrevero" se pagaron 14 millones de dólares.

Fariña contó ante la Justicia que se utilizó la sociedad uruguaya Traline SA (Maximiliano Acosta era el presidente y luego se otorgó un mandato de disposición general a Maximiliano Goff Dávila). Cuando se distanció de Báez, el campo quedó a nombre de otra sociedad denominada Jumey SA, presidida por Pérez Gadín.

Varias de las defensas de los imputados sostienen que la causa de “El Entrevero” debería haber sido parte del juicio por “la ruta del dinero K”. Sin embargo, terminó en un juicio aparte.

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Báez ya fue condenado a 12 años por la llamada “ruta del dinero K”, aunque luego la Cámara de Casación redujo la pena a 10 años. En la reducción de penas también se incluyó a Chueco y a Pérez Gadín, quien pasaron de 8 años a 6 y 5, respectivamente.

En el caso de Fariña, Casación redujo la pena a 3 años y 6 meses. Aunque ya estuvo preso 2 años y 20 días, el fiscal Abel Córdoba pidió que sea detenido para cumplir con el resto de la pena, lo que fue rechazado antes de la feria por el presidente del TOF 4, Néstor Costabel.

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A fin del año pasado, Báez sumó otra condena de 6 años por el caso Vialidad. En ese juicio, el TOF 2 dio por probada la “estrecha relación de confianza” con los Kirchner, tanto con Néstor como con Cristina. “El inicio de la actividad empresarial de Lázaro Antonio Báez en la provincia de Santa Cruz, y específicamente en el rubro de la obra pública vial, desde siempre obedeció a una finalidad no revelada hasta ahora: procurar un beneficio ilegítimo para sí y para los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, con quienes tenía un vínculo cercano”, dijeron los jueces en los fundamentos de la sentencia.

Jorge Chueco también será juzgado en Chaco (NA)
Jorge Chueco también será juzgado en Chaco (NA)

Su agenda judicial no tiene descanso. Al juicio por “El Entrevero” podría sumar otro debate oral por una causa de evasión agravada que se investigó en a provincia de Chaco. Antes de la feria judicial, el Tribunal Oral de Resistencia (Chaco) notificó que ese proceso arrancaría el 20 de octubre, tal como informó La Nación. Sin embargo, las defensas de los imputados aseguran que es poco probable que se pueda cumplir con ese plazo. “Antes de iniciar el juicio deben llevarse a cabo pericias contables ordenas como instrucción suplementaria. Esas pericias llevarán un tiempo considerable por que es difícil que arranque en esa fecha”, dijo a Infobae un allegado a Chueco.

Algo similar plantean cerca de Báez. “Hay que digitalizar mucha prueba y sortear peritos, falta mucho, se puso la fecha en función de la agenda de los jueces del tribunal pero no se tuvo en cuenta todo eso”, dijo un allegado.

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La investigación por evasión arrancó a partir de una denuncia de la AFIP, que detectó inconsistencias en las declaraciones juradas que presentaba la firma “Sucesores de Adelmo Biancalani”. La investigación quedó a cargo del fiscal federal Patricio Sabadini, quien pidió el procesamiento de cinco imputados. En esa instancia, el fiscal explicó que los imputados habrían evadido el pago de ganancias y del IVA entre 2013 y 2015. En concreto, serían $3.214.530 (2013), $5.741.953 (2014), y $31.528.087 (2015) por el impuesto al valor agregado y otros $11.005.807 por ganancias del período 2014.

A mediados de 2020, el juez Enrique Bosch decidió procesar al ex senador por el PJ chaqueño, Fabio Biancalani (dueño del 16% de las acciones de la constructora), junto a Lázaro Báez y a los administradores de la firma, Claudio Bustos y Julio Mendoza (Austral tenía el 83,33% de las acciones de la Sucesión). Todos fueron imputados por “evasión agravada por el uso de documentos apócrifos” y “evasión agravada por el monto”. En esa misma resolución, el magistrado le endilgó a Chueco un hecho de evasión agravada por su rol como administrador en los primeros siete meses de 2013.

El juicio por evasión en Chaco es clave en el entramado de causas de Báez porque podría configurar el “delito precedente” del lavado de dinero.

No es todo. Báez tiene otras causas judiciales por ese mismo delito que están desparramadas en distintos fueros. El empresario también deberá afrontar otro juicio, todavía sin fecha, en la causa conocida como M&P. En este expediente se investigaron maniobras realizadas con empresas fantasma para inyectar dinero en Austral Construcciones a través de otra firma de Báez, entre los años 2015 y 2016, con el fin de eludir los embargos que pesaban sobre empresas y miembros de la familia del empresario.

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