Un empresario argentino, que vive en Uruguay, rompió la monotonía en el juicio oral por la valija de Guido Antonini Wilson. Al declarar en calidad de testigo, Alejandro Lagrenade Arrighi aseguró que tuvo una conversación con el venezolano, dos o tres días después del escándalo, en la que le contó que Claudio Uberti le “había pedido” que pase la valija por los controles de Aeroparque.
La revelación sorprendió a todas las partes. “Uberti me pidió que pase la valija porque (él) era funcionario público”, habría sido la confesión de Antonini Wilson ante el empresario argentino que vive en Uruguay. Lagrenade Arrighi recordó el apellido de Uberti, según dijo, por un corredor uruguayo homónimo. “Me lo contó en una reunión que tuvimos en un restorán de Montevideo, dos o tres días después del escándalo, antes que se vaya a Estados Unidos”, agregó.
Ante las preguntas de la Fiscalía y de los abogados defensores, el empresario también contó que Antonini Wilson le dijo que había cometido “una estupidez” y que “lo fueron a buscar al hotel por lo que prefirió irse del país”, luego de su participación en el acto que tuvo lugar en la Casa Rosada, con la presencia del presidente Hugo Chávez.
Lagrenade Arrighi se dedica al negocio de la construcción y tuvo vínculos comerciales con Venezuela. En concreto, firmó un contrato con el gobierno de ese país para vender viviendas sociales, con la participación de Antonini Wilson, que habría aportado una garantía. Por esa gestión, el venezolano cobró cerca de USD 5 millones. “Esa suma fue abonada a medida que el contrato iba evolucionando, pagos que se hacían por transferencias a los Estados Unidos de América, por indicación del nombrado, recordando que dos transferencias fueron realizadas a empresas y otras dos a nombre de Antonini Wilson”, dijo ante la Justicia en 2010.
En su primera declaración, el empresario no mencionó a Uberti, pero advirtió que Antonini Wilson ya le había contado que el dinero no era suyo. “Me dijo que había aceptado que era de él y que no había sido de él, y entonces lo llevaron a una oficina en el aeropuerto, yo entendí que era de Aduana. Que había llegado en un vuelo con Daniel Uzcátegui, y que había funcionarios de Venezuela y de Argentina, que había venido porque había una visita de gobierno o algo”, contó Lagrenade Arrighi hace trece años.
En su segunda declaración, el empresario mencionó al ex titular del OCCOVI: “(Antonini) Me invitó a cenar, y me contó lo que le había pasado en Argentina...Me dijo algo así como que Uberti le pidió que ‘pasara’ una valija porque él era privado, y Uberti era un funcionario. Me dijo que le habían dicho que dijera que el dinero era de él, y que así lo hizo...me dijo que estaba con el segundo de De Vido y que entonces qué iba a pensar”.
El juicio oral ingresó en la recta final. En apenas tres meses y medio de debate, ya declararon la gran mayoría de los testigos y solo resta escuchar a cuatro venezolanos que estaban en el avión que aterrizó en Aeroparque la madrugada del 4 de agosto de 2007. Luego de varios intentos frustrados, el fiscal Marcelo Agüero Vera pidió que intervenga la Procuración General para agilizar las gestiones ante la Justicia venezolana.
Antonini Wilson se fue del país apenas estalló el escándalo. Desde entonces, la justicia argentina reclamó, sin éxito, su extradición ante las autoridades de Estados Unidos.
En el avión, contratado por la empresa Energía Argentina SA (ENARSA), viajaban otros siete pasajeros. El único que está siendo juzgado es Claudio Uberti. El ex titular del Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) declaró que vio tres veces al venezolano: en un almuerzo, en Caracas, previo al vuelo de regreso a Buenos Aires, luego en el avión, y finalmente en la Casa Rosada, en ocasión de la visita del entonces presidente Hugo Chávez. En la valija que disparó la causa había casi 800.000 dólares.
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Uberti amplió su declaración esta mañana y ahora el debate se suspendió hasta el 5 de julio para que logren ubicar a los venezolanos: Daniel Uzcátegui Specht, Ruth Begrends Ramírez, Nelly Cardozo Sánchez, y Wilfredo Ávila Driet. Ya hubo varios intentos previos para que contesten las preguntas.
Al comienzo del juicio, estuvieron conectados dos horas y cuando los quisieron interrogar desde Venezuela contestaron que “había expirado el tiempo máximo de la conexión”. Luego se argumentó que solo habían podido contactar a dos de los cuatro venezolanos. Pero tampoco declararon.
También está pendiente la declaración de tres ex funcionarios que pidieron hacerlo por escrito: Rafael Bielsa, Oscar Parrilli y Jorge Taiana. Ese trámite se puede demorar unas semanas por lo que los alegatos arrancarían en agosto, luego de la feria.
Una causa que lleva más de 15 años
La investigación duró 13 años y estuvo a punto de prescribir. Ocurre que a Uberti se le dictó la falta de mérito durante una década. Cuando el caso iba a quedar en la nada, el juez Pablo Yadarola procesó a Julio De Vido y Ricardo Echegaray, que por su condición de ex funcionarios pudieron extender los plazos de prescripción. En ese momento también fueron procesados Victoria Bereziuk (luego sobreseída por la Cámara), el ex titular de ENARSA Ezequiel Espinosa, y los funcionarios aduaneros.
Siempre se sospechó que el dinero que llevaba Antonini Wilson en la valija había sido enviado por el entonces presidente Hugo Chávez para el financiamiento de la campaña de Cristina Kirchner, tal como declaró el venezolano en Estados Unidos.
Hay otros testimonios judiciales que avalan esa hipótesis: el ex jefe de inteligencia del régimen bolivariano, Hugo “El Pollo” Carvajal, declaró en España que hubo “20 entregas previas de 1 millón de dólares cada una entregadas sin problemas ya que pagaban a funcionarios del aeropuerto argentino que los dejaban pasar sin ningún inconveniente”. Sin embargo, en el juicio oral que se realiza en los tribunales de Comodoro Py nunca se habló de esas supuestas valijas. “No hubo una sola mención ni preguntas a los testigos”, aseguró una fuente que estuvo en todas las audiencias.
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