Se conocieron las identidades reales de los espías rusos que vivieron en Argentina

Se trata de un matrimonio que residió durante varios años en un departamento de Belgrano y tuvo dos hijos. Fueron detenidos en Eslovenia

La jueza María Servini recibió un informe de la Policía Federal que decía que las huellas digitales de Ludwig Gisch y María Rosa Muños Mayer eran compatibles con las que habían enviado las autoridades eslovenas, que acusan a esas dos personas de ser espías rusos.

La información llegó al juzgado de Servini porque la jueza fue la encargada de responder el pedido de colaboración judicial hecho por la jueza a cargo del juzgado Regional de Liubliana, Tanja Tošič Bennigar. Es que Gisch y Mayer Muños -con sus dos hijos menores- vivieron en Argentina hasta unas meses antes de ser detenidos en Eslovenia.

Los nombres reales de ambos, según establecieron tanto las autoridades eslovenas como las argentinas son Artem Viktorovich Dultsev y Anna Valerevna Dultseva.

Según la información recibida por las autoridades argentinas, el hombre nació 30 de agosto de 1981 en la vieja Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas: es oriundo de la ex Republica de Bashkiria. En tanto la mujer nació el 3 de enero de 1981 en la ciudad de Nizhni Nóvgorod que hasta 1990 se llamó Gorki.

Haber determinado que las huellas dactilares de los detenidos, comparadas con las de los documentos argentinos, son de ciudadanos rusos, acrecienta la hipótesis de que eran espías.

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A partir de esa revelación de la verdadera identidad de los detenidos en Eslovenia, la jueza Servini abrió una investigación por la falsedad de las identidades tanto de los espías como de sus hijos, que fueron anotados aquí con los apellidos Gisch y Muños Mayer que-según la investigación eslovena- son falsos. El caso le tocó por sorteo a la propia Servini con la intervención del fiscal Franco Picardi.

Toda la información recabada por Servini a pedido de la justicia eslovena ya fue enviada a Liubliana. La documentación colectada por Servini certifica que los pasaportes que Gisch, Mayer Muños y sus dos hijos tenían al momento de la detención son verdaderos y fueron emitidos por las autoridades argentinas, ya que la pareja realizó todos los trámites correspondientes en el país.

Los documentos tenían como domicilio la calle O´Higgins 2191 del barrio de Belgrano, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí vivieron Gisch, Mayer Muños y sus hijos hasta que en marzo de 2022 se fueron a Europa. El 24 de febrero de 2022, días antes de partir vía Alemania para Eslovenia, los cuatro integrantes de la familia tramitaron el pasaporte exprés. Con esos documentos fueron detenidos en Liubliana.

La jueza Servini había reconstruido cómo fue la obtención de la nacionalidad argentina de los dos detenidos en Eslovenia. Ludwig Gisch, hijo de Helga Tatschke, quien nació en Argentina, obtuvo la ciudadanía argentina por opción en 2012. Por su parte, María Rosa Mayer Muños, nacida en Atenas, Grecia, se convirtió en ciudadana argentina en 2014 después de iniciar los trámites en 2013. El matrimonio civil entre Gisch y Mayer Muños se celebró en Buenos Aires en septiembre de 2015.

La jueza María Servini

La imputación de la justicia eslovena contra Gisch y Mayer Muños se basa en dos artículos del Código Penal de ese país: el artículo 358 que castiga el delito de espionaje y el artículo 253 que penaliza la “Legalización de contenido falso”. Las autoridades judiciales eslovenas sostienen que Gisch y Mayer Muños trabajaron para un servicio de inteligencia extranjero y utilizaron documentos falsos.

Gisch y Mayer Muños están detenidos en Eslovenia desde diciembre pasado y se ha prorrogado su prisión preventiva mientras se lleva a cabo la investigación. Aunque las autoridades eslovenas los consideran ciudadanos rusos que llegaron ese país en 2017 para trabajar para el régimen de Vladimir Putin, en Argentina aún no se ha determinado si también fueron espías en Buenos Aires, donde vivieron durante más de una década.

Las autoridades argentinas vinculadas a la investigación del caso de espionaje -que sabían los nombres desde abril- resguardaron las identidades de los rusos por lo delicado del caso. Hoy las reveló el diario La Nación a partir de un documento que se hizo público por unas horas en Eslovenia.

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