“No soy amiga de Lázaro Báez, nunca fui amiga de Lázaro Báez”, exclamó Cristina Kirchner en 2019 ante el tribunal oral que la juzgaba por haberle dado obras en Santa Cruz al dueño de Austral Construcciones, quien también estaba en el banquillo de los acusados. “No tengo relación con Cristina Fernández de Kirchner, solo respeto por ser la mujer de Néstor Carlos Kirchner”, respondió el empresario en 2017 cuando le tocó declarar en indagatoria en la causa Los Sauces. Solo hay una foto de ellos juntos: la que los retrató saliendo del mausoleo de Néstor Kirchner, que había construido el propio Báez.
Pero el fiscal Guillermo Marijuan, que impulsó la causa por la ruta del dinero por la que Lázaro Báez terminó condenado a diez años de prisión, sostuvo: “No tengo duda alguna de la estrecha y directa relación personal entre Cristina Elisabet Fernández y Lázaro Antonio Báez”. Habló de “entrañable cercanía, vínculo y amistad” con el matrimonio presidencial. Y para demostrarlo no solo habló de las pruebas que hay en otras causas en donde ambos están imputados.
También apuntó a dos visitas a la residencia de Olivos tras la muerte de Néstor Kirchner: el 2 de diciembre de 2010 y el 23 de diciembre del 2012. Y reveló que hace sólo dos semanas un informe de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado determinó que hubo “al menos 372 contactos telefónicos en un período de poco más de dos años entre teléfonos de Lázaro Báez y Cristina Elisabet Fernández y/o sus secretarios y colaboradores”.
“Simplemente, con sólo imaginarse lo difícil o casi imposible que es para cualquier ciudadano llamar telefónicamente a un Presidente de la Nación, el resultado de esta medida pone en evidencia, con esa inmensa cantidad de contactos, que Lázaro Báez y Cristina Fernández eran algo más que simples conocidos de Santa Cruz y tenían un contacto fluido”, sostuvo el Ministerio Público en el dictamen al que accedió Infobae que fue entregado al juez Sebastián Casanello.
El dato, revelador para la causa y que hubiese servido de refuerzo para insistir con la acusación sobre la Vicepresidenta, llegó al expediente el 12 de mayo pasado, cuando -para Marijuan- un fallo de Casación ya le había “cortado las piernas” a la causa: si los 55 millones de dólares que lavó la estructura que armó Lázaro Báez entre 2010 y 2013 no vinieron de la obra pública, no habría forma de avanzar sobre la ex jefa de Estado en este proceso.
Servirá, dijo Marijuan, como prueba para las otras investigaciones que salpican a la ex presidenta y Lázaro Báez. La Sala I de la Cámara Federal de Casación tiene que resolver si hace lugar al pedido del Ministerio Público para llevar adelante el juicio oral en las causas Los Sauces y Hotesur, dos expedientes en donde se investigó los alquileres que hacía el dueño de Austral Construcciones en propiedades de la ex presidenta y que, según el Ministerio Público, constituían los “retornos” por la obra pública concedida. Cristina Kirchner y Lázaro Báez acaban de ser condenados a la misma pena, seis años de cárcel, por los negocios que recibió Austral Construcciones en Santa Cruz. La sentencia dijo que CFK creó “un caballo de troya” para esconder la corrupción con la obra pública.
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En su dictamen en donde terminó pidiendo el sobreseimiento de la Vicepresidenta, Marijuan repasó que Cristina Kirchner y Lázaro Báez “han sido condenadas por actividades ilícitas que los han tenido como responsables del delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública” y señaló que además de “esta sentencia que registran en común, existen muchos otros aspectos y detalles que avalan esta afirmación”. También recordó los inmuebles que “Cristina Elisabet Fernández, representada por su hijo Máximo Kirchner” le entregó a la firma de Báez.
Añadió que “el propio Lázaro Báez en innumerable cantidad de veces ha afirmado su vínculo con el matrimonio presidencial Kirchner y, también, viene a cuento recordar que el nombrado Báez no solo construyó el mausoleo para Néstor Kirchner sino que estuvo en ese lugar con Cristina Fernández a poco del funeral del difunto Presidente -son de público conocimiento las fotografías que los retratan en tal sitio-, todo lo cual demuestra su entrañable cercanía, vínculo y amistad”.
“Si esto no alcanzara para entenderlo o quisiera verse volcado en este legajo judicial, tenemos la reciente prueba que pidió la Fiscalía: los resultados del entrecruzamiento de llamadas entre teléfonos de Lázaro Báez y Cristina Elisabet Fernández y/o sus secretarios y colaboradores que demuestran que el primero tuvo al menos 372 contactos telefónicos en un periodo de poco más de dos años”, continuó. Esto ocurrió entre octubre del 2010 y abril del 2013. El 27 de octubre del 2010 murió imprevistamente Néstor Kirchner. En abril del 2013 comenzó la causa contra Lázaro Báez, tras una investigación del periodista Jorge Lanata.
En base a prueba recolectada en los expedientes “Cuadernos” y en el enriquecimiento ilícito del ex secretario de Obra Pública Jose López (pieza central también para la acusación del fiscal Diego Luciani en el caso Vialidad), Marijuan logró identificar los celulares de los secretarios privados y/o principales colaboradores de la ex presidenta. Entonces puso bajo análisis “84 abonados, divididos en dos grupos: los de CFK, incluidas sus líneas personales y las de sus secretarios privados y/o colaboradores, y los de Lázaro Báez.
“De esas comunicaciones, cuatro se registraron entre líneas a nombre de Cristina Fernández y teléfonos registrados como de Lázaro Báez. También existieron 23 comunicaciones con líneas de Casa de Gobierno, una con la Residencia de Olivos y las restantes con colaboradores de Fernández”, informó.
Puntualmente son diez llamados con el celular de Mariano Cabral -un abogado que se convirtió en una de las personas más cercanas a CFK-; 73 con línea asignada a Jorge Isidro Bounine -hijo de la niñera que tuvo Florencia Kirchner en su niñez y que trabajó con la ex presidenta entre 2005 y 2011-, y 251 comunicaciones con líneas asignadas a Pablo Barreiro -a que se sindicó como el hijo de un ex jardinero de los Kirchner y que trabajó con la ex jefa de Estado entre 2010 y 2015.
Algunas de esas comunicaciones a Marijuan le llamaron la atención. El 2 de diciembre de 2010, un mes y seis días después de la muerte de Néstor Kirchner, Lázaro Báez concurrió a la Residencia Presidencial de Olivos donde residía Cristina Fernández, según quedó detallado en los registros oficiales. Diez días después, el 20 de diciembre de 2010, Lázaro recibió una llamada telefónica de un abonado correspondiente a la Residencia de Olivos.
“Ambos eventos, por el momento en que acontecen, coinciden con la ubicación temporal brindada por Leonardo Fariña cuando afirmó que la ex Presidenta Cristina Fernández le dijo a Lázaro Báez que tenía conocimiento sobre el movimiento de fondos al exterior. Estos datos concretos de la visita a Olivos y del llamado telefónico recibido, ahora reconstruidos probatoriamente, vienen a sostener la afirmación de Leonardo Fariña”, imputado colaborador en esta causa. Pero para Marijuan también “se revitaliza el aspecto que agregó el imputado colaborador en cuanto a que Lázaro Báez le negó a Cristina Fernández todo aquello que tenía que ver con el movimiento al exterior de las divisas con el que se perpetraba parte del lavado de dinero”.
En abril del 2016, Leonardo Fariña declaró como arrepentido (formalmente aún no existía esa figura legal) y aseguró que a fines de de 2010 los Báez tuvieron una reunión con Cristina Kirchner en Olivos. “Fueron Lázaro Báez, Martín Báez y Claudio Bustos a la quinta de Olivos a encontrarse con la Presidenta, y vinieron enojados porque les bajó la adjudicación que le había dado de palabra de la refacción y concesión de los peajes de la ruta inter-balnearia y nosotros ya la habíamos puesto en el cash flow del armado del fideicomiso”, declaró Fariña. Para la misma época, dijo Fariña, Cristina Kirchner le preguntó a Báez si estaba sacando dinero al exterior porque así se lo habían dicho funcionarios de la embajada de Estados Unidos en el país.
“Valdría preguntarnos por qué Cristina Elisabet Fernández se interesó en esos montos de dinero que se sacaban por Lázaro Báez y otras personas del país”, dijo Marijuan. “Teniendo en cuenta la condena por fraude al Estado Nacional con la adjudicación irregular de obra pública - causa Vialidad- podría pensarse como una hipótesis que Cristina Fernández le preguntaba a Lázaro Báez por la exportación de divisas ya que podría haber estado interesada en el producto o destino del dinero obtenido por aquel fraude”, deslizó el fiscal, con la condena en esa causa ya dictada y apelada.
Pero más allá de las hipótesis, “tampoco el interrogatorio de Cristina Fernández a Lázaro Báez me permite situarla en el lavado de dinero que es el objeto de este proceso con la fuerza probatoria que vaya más allá de una sospecha”. Y frente a esa “falencia insalvable” solo queda el sobreseimiento de la Vicepresidenta, dijo. Con su decisión, la causa quedó al borde del cierre. La Oficina Anticorrupción y la Unidad de Información Financiera ya se habían bajado de acusar a la ex jefa de Estado, única imputada en esta instancia, cuando la defensa pidió declararla inocente.
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