Ataque a Cristina Kirchner: bajo secreto de sumario en la causa, la PSA secuestró el teléfono de una de las secretarias de Milman

Todo ocurrió en la noche de este miércoles en el microcentro porteño. La causa por el atentado de Cristina Kirchner se encuentra en secreto de sumario desde la declaración de Ivana Bohdziewicz, colaboradora de Milman. LA PSA secuestró el teléfono de la otra secretaria del diputado del PRO Carolina Gómez Mónaco. Las dos mujeres son testigos

Carolina Mónaco, la asesora de Gerardo Milman

La investigación por el atentado a Cristina Kirchner tuvo novedades en las últimas horas: tras la declaración de una de las secretarias del diputado nacional Gerardo Milman diciendo que en una oficina de la precandidata presidenta del PRO Patricia Bullrich le borraron su teléfono celular, el fiscal Carlos Rívolo pidió el secreto de sumario. Era claro para los seguidores de la causa que podría haber noticias. Todo sucedió anoche: personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) buscó a la otra secretaria de Milman, Carolina Gómez Mónaco, ex funcionaria de Seguridad durante el macrismo, para secuestrar un segundo teléfono, confirmaron a Infobae allegados a la joven.

El procedimiento se hizo en una oficina en la zona del Obelisco, en Corrientes y Cerrito. Una decena de agentes la esperaron y cuando la joven salió a la calle, le informaron que había una orden judicial para retenerle el celular. Se trata de una decisión dictada en la causa que llevan la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Rívolo para esclarecer el intento de homicidio de la vicepresidenta que tuvo lugar el 1 de septiembre pasado.

Es que Ivana Bohdziewicz, la otra secretaria que fue testigo en esta causa junto a Gómez Mónaco, apareció el viernes pasado en tribunales para adelantar una ampliación de su declaración en la fiscalía: era para confirmar que había borrado su teléfono porque no quería que se filtraran sus fotos íntimas y que para ello se había asesorado. Pero reveló que todo sucedió en las oficinas de Patricia Bullrich, a donde fue junto a Gómez Mónaco y donde la esperaban Milman y un perito. Allí también dijo que Gómez Mónaco tenía un segundo celular y que se había sentido presionada por su ex amiga en los últimos días.

La declaración de Bodziewicz, que fue detallada en la causa el lunes pasado -tal como detalló Infobae- generó inmediatas reacciones. La presidenta Cristina Kirchner insistió en que detrás de su atentado hay una pata política mientras que Patricia Bullirch rechazó una vinculación con el ataque. “Ya no saben que inventar frente al total y absoluto fracaso de su patético cogobierno. Conmigo, El 10 de diciembre el kirchnerismo se acaba”, dijo.

Te puede interesar Atentado a CFK: la secretaria de Milman declaró que borraron las fotos de su celular en una oficina de Patricia Bullrich

En el mientras tanto, en la causa se impuso el secreto de sumario. Nadie podía saber qué estaba pasando. Trascendió, sin embargo, que la querella decidió recusar al fiscal Rívolo acusándolo de pérdida de objetividad. Era lo que los abogados de la vicepresidenta venían anunciado en algunos medios. Hasta ahora, las críticas y recusaciones habían sido dirigidas solo a la jueza. Pero ahora el cuestioamiento era porque se habría filtrado que la secretaria de Milman tenía intenciones de declarar. Rívolo estaba en el exterior cuando todo sucedió. La jueza Capuchetti rechazó la recusación in limite.

Anoche, sin embargo, un periodista en Twitter anunció que la PSA estaba secuestrando el teléfono de Gómez Mónaco. Infobae pudo confirmar la información con allegados a la joven. La causa, hasta esta noche, sigue bajo secreto de sumario.

Gómez Mónaco y Bohdziewicz, asesoras legislativas del diputado, se convirtieron en testigos de la causa a raíz de la declaración de Jorge Abello, asesor legislativo del Frente de Todos, que declaró tres semanas después del intento de homicidio en la Justicia algo que había oído en el bar Casablanca, a metros del Congreso, 48 horas antes del ataque. “Cuando la maten yo voy a estar en la Costa”, dijo Abello que dijo Milman. También afirmó que estaba con dos mujeres que fueron identificadas y llevadas a declarar.

Con matices, las mujeres dijeron que no habían estado en ese bar. Con los videos, aceptaron o recordaron haber estado. Pero subrayaron que Milman nunca dijo eso. La querella pidió secuestrarles los teléfonos y la jueza no lo validó. Eso abrió el capitulo de recusaciones a Capuchetti. La Cámara Federal validó a la jueza pero con restricciones y frente a la gravedad del caso aceptó avanzar en la investigación de los teléfonos.

Gerardo Milman (Maximiliano Luna)

Gómez Mónaco y Bohdziewicz se presentaron el 1 de diciembre en la fiscalia, ratificaron que nunca oyeron esa frase y entregaron sus equipos. Pero con una aclaración: Gómez Mónaco había cambiado el aparato y Bohdziewicz había dicho que se había asesorado y había borrado su material por miedo a que se filtraran en la prensa sus fotos íntimas. “Yo me asesoré, pero lo decidí sola, por voluntad propia. Mi miedo son los medios”, dijo

Lo que cambió ahora fue una tercera declaración. Bohdziewicz se presentó con un abogado en tribunales pidiendo ampliar la declaración. Le fijaron una fecha, el 10 de mayo, porque el fiscal estaría de viaje, pero el viernes 5 pidió hablar ya porque se sentía presionada. ¿Por quién? Por Gómez Monaco que le mandaba insistentes mensajes. ¿Qué dijo? Que ese día de Casablanca solo estuvo dos minutos y no pidió ni un café, que nunca supo nada del atentado y que el 10 de noviembre habia sido convocada por su entonces amiga a un cafe.

“Carolina decía que se ponga las pilas, que nos dé un respaldo que con el Mundial no se calmaba nada, y me comenta que Milman le dijo que había hablado con Patricia y que nos iba a poner un perito para ver la información que tenían los celulares porque era probable que se filtrara nuestra información. No para borrar algo puntualmente”, declaró. De ahí se fueron en subte a una oficina de Avenida de Mayo al 900, del instituto ligado a Patricia Bullrich.

“Llegamos ahí, no había nadie, solo estaba Milman con el perito, cuyo nombre no recuerdo, pero era morocho, grandote, de unos 60 años aproximadamente, vestido de civil, no recuerdo si estaba con bastón. No había nadie más. Estando ahí, en ese momento, nos enteramos por Milman, no se si abogados o qué, que habían pedido el secuestro de nuestros celulares. Nunca dijo quién le informó. Y en ese mismo momento le di mi teléfono y estuvo analizándolo y decide borrar todo. Yo preocupada por mi vida personal, en ese momento los medios estaban bastante activos, entonces deciden borrar todo y yo accedí. Tampoco creí que iba a ser tan grave y me iba a perjudicar hacerlo”. La mujer subrayó que la echaron el 2 de enero y que desde entonces tiene problemas para encontrar trabajo.

La mujer dijo que su amiga había decidido cambiar el teléfono intencionalmente y que tenía una segunda línea que no declaraba. Y en su caso afirmó que todo lo que ella creía borrado del teléfono apareció días después, cuando consiguió un nuevo celular. “¿No era que el perito me había borrado todo?”, se dijo.“Entonces hablo con Carolina, le cuento lo sucedido que se me baja la copia de seguridad, Carolina habla con su abogado y ahí decidimos poner a disposición todo de la Justicia y decidí entregarlo. Eso fue a mitad de diciembre”. Así se hizo.

Los teléfonos ya fueron secuestrados y analizados y por el momento no se encontraron referencias sobre el atentado, indicaron a Infobae las fuentes consultadas.

Toda esta situación se desata en el expediente cuando la querella debe opinar si se eleva la causa a juicio. Al menos el tramo que tiene detenidos a Fernando Sabag Montiel, el autor del intento de homicidio de CFK, su novia Brenda Uliarte y el jefe de ambos, Nicolás Carrizo, el llamado jefe de los copitos, que está acusado de ser un partícipe secundario en el intento de homicidio que tuvo lugar el 1 de septiembre pasado. Los abogados de Cristina Kirchner Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira ya pidieron dos prórrogas para responder que se vence en los próximos días.

Seguir leyendo