El hacker misionero vive con custodia, se refugió en el conurbano antes de su indagatoria y tiene temor de quedar detenido

Elias Ezequiel Nuñes Pinheiro, de 22 años, declarará este lunes por haber hackeado al diputado Diego Santilli. La jueza Servini desarchivó esa causa luego de que el joven confesó haber manipulado las líneas del candidato a gobernador y del ex ministro porteño Marcelo D’Alessandro

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Elias Ezequiel Nuñes Pinheiro (22) durante su indagatoria ante la fiscal Dupuy (Imagen de video)
Elias Ezequiel Nuñes Pinheiro (22) durante su indagatoria ante la fiscal Dupuy (Imagen de video)

“Recuerdo con claridad haber consultado a Diego Cesar Santilli y a Uriburu”, confesó Elias Ezequiel Nuñes Pinheiro el 27 de marzo. Se refería al candidato a gobernador del PRO y a uno de los tres jueces que condenó a la vicepresidenta Cristina Kirchner en la causa Vialidad, Rodrigo Giménez Uriburu. El joven declaró en ese momento ante una fiscal porteña por el hackeo al ex ministro de Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro. Esa causa quedó suspendida mientras se define si aterriza en Comodoro Py. En paralelo, la jueza federal María Servini decidió desarchivar una denuncia de Diego Santilli y citó al hacker para este lunes al mediodía. En su entorno no descartan que termine detenido.

Servini ordenó la indagatoria el martes 2, el mismo día que trascendió la decisión de su colega porteña, María Araceli Martínez, de declararse incompetente para seguir investigando el hackeo a D’Alessandro. La jueza federal venía siguiendo ese expediente tras las confesiones del joven misionero pero no había dado señales de querer reabrir la denuncia de Santilli.

El juzgado intentó notificar de la indagatoria a Nuñes Pinheiro al correo electrónico cifrado que utiliza el joven y a su teléfono celular, pero no atendía. “Estaba viajando de Posadas a Eldorado con su padre y no tenían señal”, aseguró a Infobae uno de sus abogados, Sebastián Noguera. Finalmente se notificó el miércoles 3 en su domicilio de Eldorado mediante un oficio judicial y horas después viajó junto a su padre. Según pudo saber este medio, se refugiaron en la zona sur del conurbano, en un departamento de alquiler temporario.

Mañana a las 12.30 deberá presentarse en Comodoro Py para explicar lo que ya ocultó como testigo.

Santilli fue hackeado el 14 de octubre pero la causa arrancó el 2 noviembre. El diputado del PRO estaba en Mar del Plata cuando se dio cuenta que le habían robado la línea durante unas horas. Desde un comienzo le restó importancia porque tres semanas antes, por una casualidad, había borrado todos los mensajes. “Se sentó arriba del teléfono y quebró la pantalla. Cuando cambió el aparato, no pudo hacer la copia de seguridad y solo recuperó sus fotos”, contó en ese momento una fuente de su entorno.

Servini delegó la investigación en el fiscal Federico Delgado, que llegó hasta un vendedor de tarjetas SIM en Misiones, Junior Gularte. En poco tiempo apareció el nombre de Nuñes Pinheiro. Los dos declararon como testigos, vía zoom, pero no aportaron detalles. Lejos de confesar, el joven hacker aseguró que había vendido la SIM investigada por la Justicia.

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Pero esa citación tuvo consecuencias. El joven contaría después que se asustó, prendió fuego su teléfono y lo arrojó al río Paraná.

Diego Santilli perdió el control de su teléfono cuando estaba en Mar del Plata.
Diego Santilli perdió el control de su teléfono cuando estaba en Mar del Plata.

Aunque habían pasado menos de dos meses, el 22 de diciembre, con un dictamen del fiscal, Servini decidió archivar el expediente. Los abogados de Santilli decidieron no apelar y respondieron con una nueva presentación en la que pedían tres medidas de prueba concretas.

El 14 de marzo, el juzgado volvió a ordenar el archivo. Otra vez, la querella a cargo de Adrián Maloneay, reclamó una medida pendiente: que se mande un oficio a todas las compañías telefónicas para determinar si había alguna otra línea a nombre de Santilli. En esa presentación, el abogado mencionó el caso del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, que ya había denunciado la aparición de cuatro líneas telefónicas a su nombre. Sin una respuesta concreta, la defensa de Santilli decidió intimar a cada una de las empresas mediante carta documento. “No hubo énfasis en la investigación”, dijeron cerca del diputado.

A esa altura, el joven misionero ya había confesado que había hackeado a D’Alessandro y a otras personas influyentes de la política y de la Justicia. Dio el nombre de Santilli y de Giménez Uriburu.

Nuñes Pinheiro utilizaba una técnica denominada SIM Swap, que consiste en tomar el control de una línea telefónica desde otro dispositivo, sin el consentimiento de su titular.

En el caso de D’Alessandro, interactuó, vía SMS, con la plataforma de Movistar para responder tres datos personales: el número de línea, el número de documento del titular de esa línea, y el número de trámite del DNI. Para obtener esos datos, utilizó un perfil falso de Nosis a nombre de “Nicanor Moreno Crotto”, un ex funcionario que trabajó junto a Marcos Peña.

Según sus declaraciones judiciales, la persona que lo contrató se identificaba como “ElJuanxd” y siempre le pagaba por anticipado con cripto monedas. La fiscal porteña Daniela Dupuy logró detectar las transferencias pero no llegó a identificar al misterioso usuario de Telegram.

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Nuñes Pinheiro es observado con atención por un sector de la política y de la justicia federal. Por su situación, la jueza porteña Araceli Martínez ordenó a mediados de abril que sea custodiado. La medida tardó mucho en hacerse efectiva. La delegación de la Policía Federal de Misiones habría argumentado que no tenía personal y recién hace unos días, la jueza Eldorado Nuria Allou ordenó que se haga cargo la Policía local. “La custodia es en el domicilio personal, pero se hace complicada porque está viajando todo el tiempo”, explicó una fuente de Misiones, donde la atención está depositada en las elecciones de este domingo.

El joven había denunciado seguimientos y movimientos extraños en la puerta de su casa. Cuando se hizo cargo de la custodia, la Policía de Misiones habría advertido que solo se trataba de periodistas locales que lo estaban buscando. Con ese informe, la jueza Allou podría pedir en breve que se levante la consigna policial.

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La vida del joven cambió a partir de este escándalo. También la de su familia: su padre, Elías Nuñes Pinheiro (47), se desvinculó de la empresa Techint y busca dedicarse a un emprendimiento personal, pudo saber este medio. La Justicia también lo tiene en la mira por un viaje a Chile el 18 de octubre, un día antes del hackeo a D’Alessandro. Ocurre que ese día se activó una antena del país trasandino en el celular del ex ministro. Los abogados de la familia del hacker aseguran que fue “una maniobra” para desviar la investigación.

Nuñes Pinheiro se reunirá mañana con sus abogados para planificar una estrategia de defensa. En principio no se negaría a declarar. Si confiesa nuevamente el hackeo a Santilli, hay varios escenarios posibles. La jueza Servini podría acusarlo de falso testimonio y mandar a sortear la causa en otro juzgado. También podría retener la causa mientras se define el conflicto de competencia entre tantas causas. En Tribunales no se descarta que el hacker termine detenido por el escándalo. La fiscal Daniela Dupuy ya había pedido esa medida en marzo pero la jueza Martínez se negó y solo autorizó allanamientos en Misiones.

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