Nueva etapa para la condena a Cristina Kirchner: llegó a Casación para ser revisada y este año no habrá resolución

La condena a la vicepresidenta Cristina Kirchner por el caso de la obra pública tendrá desde la semana que viene una nueva etapa. Comenzará a intervenir la Cámara Federal de Casación para que revise la decisión del tribunal oral y decida si confirma la pena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, si la agrava o si absuelve a la ex presidente. Son todos los menús posibles. Pero eso no ocurrirá este año de elecciones presidenciales, sino que quedará para el 2024.

Los pasos a seguir cuando en Casación, los plazos para eso, la cantidad de partes de la causa y la complejidad y el volumen del expediente hacen que no haya posibilidad de una decisión en lo que resta del año. Y las elecciones también actúan como un factor para que la definición llegue en 2024, con un nuevo gobierno.

El Tribunal Oral Federal 2 aceptó ayer las apelaciones de todas las partes. Lo hizo en una resolución de cinco páginas a la que accedió Infobae en la que dio curso para que los planteos pasen a Casación. El miércoles pasado vencieron los plazos para apelar y lo hicieron el fiscal federal Diego Luciani y las defensas de los condenados.

En diciembre pasado, los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso condenaron a Cristina Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por las irregularidades en las 51 obras públicas que recibió el empresario Lázaro Báez para Santa Cruz. También fueron condenados Báez, el ex secretario de Obras Públicas José López, el ex titular de la Dirección Nacional de Vialidad Nelson Periotti y cinco ex funcionarios de Santa Cruz a penas de entre seis y tres años de prisión. Y absueltos el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido, los ex funcionarios de esa cartera Abel Fatala y Carlos Kirchner -primo del ex presidente Néstor Kirchner- y el ex funcionario de Santa Cruz Héctor Garro.

Por mayoría, los jueces rechazaron condenar por asociación ilícita y lo hicieron por administración fraudulenta. En su apelación, Luciani pidió que se aplique la asociación ilícita y que se condene a los absueltos, que fue lo que solicitó en el juicio. Por su parte, los condenados apelaron para ser absueltos.

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Todo eso ahora pasó a Casación para su revisión. El expediente estará a cargo de la Sala IV que es la que interviene en el caso desde su comienzo. Ese tribunal está integrado por los jueces Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Javier Carbajo.

El primer paso que deben dar es fijar la intervención de la sala. Es decir, qué jueces van a tratar el expediente. Cada uno decide si hay algún motivo para excusarse. Allí se prende la primera alarma.

Hace dos meses la misma sala -pero sin Hornos- confirmó la condena a Baéz en otra causa por lavado de dinero. En esa decisión el juez Carbajo dijo que uno de los delitos precedentes para el lavado había sido la obra pública que el empresario había recibido durante el kirchnerismo. Allí dijo que si bien no había condena -el juicio estaba en pleno trámite- los procesamientos dictados alcanzaban, ya que así la ley lo permite, para afirmar que los fondos de las obras fueron lavados.

La pregunta que surge es si por esa decisión Carbajo ya opinó sobre la obra pública y por lo tanto debe apartarse del caso. Es una decisión que deberá tomar el juez. Por su parte, Borinsky no opinó sobre la obra pública como delito precedente.

Pero los jueces pueden ser recusados por las partes que entiendan que hay motivos para que no sigan. Por ejemplo, en el caso de Carbajo que ya opinó sobre la obra pública. En el caso de los jueces Hornos y Borinsky por sus visitas a Mauricio Macri cuando era Presidente en paralelo con decisiones judiciales en contra de ex funcionarios peronistas. El kirchnerismo fue muy crítico de ese punto y los recusó en otros expedientes, lo que no prosperó.

Todos esos pazos llevarán un tiempo hasta que la integración de la sala quede definitiva. En los últimos días hubo una novedad sobre las causas de Cristina Kirchner. El juez Carbajo intervendrá en “Los Sauces-Hotesur” como juez de la sala I de Casación.

La sala I estaba integrada por Ana María Figueroa, Diego Barroetaveña y Daniel Petrone. Esos jueces tienen que decidir si confirman el sobreseimiento de la vicepresidenta y del resto de los acusados, entre ellos sus hijos Máximo y Florencia, o si lo revocan y los envían a juicio. Ese decisión tiene los plazos de resolución vencidos.

Este año Figueroa es presidenta de Casación por lo que no integra sala. En su lugar salió sorteado Carlos Mahiques pero se excusó se intervenir en “Los Sauces-Hotesur” porque su hijo Ignacio Mahiques fue fiscal del caso. Así, en un nuevo sorteo Carbajo fue asignado a ese expediente y se transforma en un juez clave para los expedientes de la ex presidenta.

Así Carbajo podría decidir sobre la condena a Cristina Kirchner por la obra pública e intervenir en todos los planteos de “Hotesur-Los Sauces”, excepto en el del sobreseimiento.

Cuando la sala IV quede integrada el siguiente paso es llamar a lo que se conoce como “termino de oficina”. Allí las partes deben mantener sus apelaciones. Una clave estará en la intervención del fiscal de Casación que en este caso es Javier De Luca. Debe decidir si apoya la apelación de Luciani, o lo hace en algunos tramos o la rechaza.

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Luego los jueces deben convocar a una audiencia para escuchar los argumentos de las partes. Puede ser oral o por escrito. Finalizada la audiencia, que puede durar varios días por la cantidad de partes que son -13 acusados y la Fiscalía-, los magistrados tienen 20 días hábiles para resolver. El primer voto de la causa será el del juez Hornos.

Los jueces convocan a la audiencia cuando tienen la causa estudiada. Con su extensión y complejidad la fecha de la audiencia podría quedar para el año que viene. Además, en julio hay dos semanas de receso por la feria judicial de invierno.

Un espejo, por algunos aspectos parecidos, es el expediente en el que Báez fue condenado por lavado de dinero. La causa llegó a Casación en 2021. A fin de ese año la sala fijó la fecha de las audiencias para mayo del 2022 y fueron cinco. Luego hubo audiencias personales con los acusados. El fallo de Casación fue en febrero de este año. Un año de trámite.

Si la ruta de plazos se cumple, la decisión sobre la primera condena a Cristina Kirchner será en 2024, con un nuevo gobierno nacional y lejos de las elecciones presidenciales de este que tensan todo el contexto.

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