El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció hoy el desdoblamiento concurrente en las elecciones de este año en la ciudad de Buenos Aires. Además del cimbronazo político en Juntos por el Cambio, la decisión implica un desafío en su organización. Eso es porque nunca en esa ciudad se votó con dos sistemas distintos en una misma elección.
Rodríguez Larreta decidió que en los comicios se vote el mismo día de manera diferenciada: para las elecciones nacionales -a presidente- con la tradicional boleta sábana de papel y las los cargos locales -jefe de Gobierno y legisladores porteños- con voto electrónico.
Será la primera vez que en CABA se vote en un mismo día con sistemas distintos. El voto electrónica ya se utilizó en julio de 2015 para las elecciones locales en las que Larreta ganó su primer mandato como jefe de Gobierno, en el que tuvo que ir a balotaje con Martín Lousteau. En esa oportunidad, las elecciones nacionales se hicieron en otra fecha.
Pero ahora todo será concurrente y si bien es una misma elección en rigor son dos. Se pondrán en juego dos sistemas distintos y con ellos dos códigos electorales distintos, el nacional y el de la ciudad de Buenos Aires.
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La autoridad en las elecciones nacionales en la ciudad de Buenos Aires es la jueza María Servini. Y el Tribunal Superior de la Justicia porteño lo es en los comicios locales. Eso implica sí o sí un acuerdo en común o por lo menos intentarlo para facilitarle el voto a los ciudadanos. Y ahí aparecen los desafíos.
Uno de ellos son las autoridades mesa, según recogió Infobae en las fuentes consultadas. Lo lógico es que la misma autoridad de mesa lo sea para las dos elecciones. Para eso se debería firmar un convenio entre las autoridades federales y las de la ciudad de Buenos Aires. Y que quienes tengan esa responsabilidad sean capacitaciones en los dos sistemas.
También podría ser que haya una autoridad para cada elección. Eso podría ocurrir porque el sistema de control y cómputo es distinto con la boleta papel que con el ticket para la urna electrónica. Inclusive las capacitaciones son distintas y eso corresponde a cada jurisdicción que organiza la elección. Ahí se juega la capacidad para albergar a todas las personas que se requerirían por mesa. También el transporte de las urnas de cartón con las electrónicas presentan diferencias.
Asimismo, se plantea si habrá dos cuartos oscuros para cada elección o si se hace en uno mismo. Hay lugares de votación donde se utilizan biombos que para esta elección se tendrá que analizar si tienen la capacidad para alojar las boletas de papel y la urna electrónica.
Otra diferencia es por los presupuestos y gastos que requiere la elección concurrente. La administración porteña se deberá hacer cargo de todo lo que implica la aplicación y puesta en marcha del sistema de voto electrónico y la Nación de la urna papel y sus derivados. Hay otros gastos diferenciados que también se ponen en juego.
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Para todo eso se requerirán convenios específicos entre la jueza Servini y CABA que deberán ser ratificados por la Cámara Nacional Electoral, la máxima autoridad judicial en la organización y control de los comicios nacionales.
“Servini siempre fue muy celosa de su organización”, marca una fuente consultada respecto de qué impacto podrá tener en el juzgado electoral nacional ante la primera elección concurrente que debe realizar.
Larreta anunció que la ciudad de Buenos Aires comparte el mismo cronograma electoral que la Nación: el 13 de agosto las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el 22 de octubre las generales y el 19 de noviembre un eventual balotaje en caso de ser necesario.
La decisión implica una organización distinta que se comenzará a poner en marcha con los desafíos que implica.
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