El ex ministro de Planificación Julio De Vido declaró hoy en el juicio oral por el caso de la valija de Antonini Wilson y se desligó del vuelo que trajo al país al empresario venezolano y a otras personas en agosto de 2007. Durante su indagatoria, en la que no aceptó preguntas, De Vido remarcó que su cartera no gestionaba a la petrolera estatal ENARSA, que contrató el vuelo a Royal Class, y aseguró que no conocía a Antonini Wilson.
Todo ocurrió el 4 de agosto de 2007, cuando Antonini Wilson intentó ingresar una valija con USD 790.550 a través de la terminal Sur del Aeroparque Jorge Newbery. En el avión viajaban ocho pasajeros. El único que está presente en el juicio es Claudio Uberti, que hoy decidió no declarar.
Antes de referirse al vuelo, De Vido mencionó la evolución de la relación comercial entre Venezuela y Argentina durante el gobierno de Néstor Kirchner, que habría pasado de USD 156 a 3200 millones anuales. En ese contexto, el ministro decidió mencionar una reunión, en 2006, con Thomas Shannon y otro funcionario Departamento de Estado de Estados Unidos, en la cual uno de ellos habría cuestionado el aumento de la relación comercial con la dictadura de Hugo Chavez. Ante eso, De Vido sacó una carpeta donde figuraban los datos del intercambio comercial entre Venezuela y Estados Unidos. “Estamos financiando la revolución bolivariana”, habría sido la respuesta uno de los funcionarios en tono irónico. Uberti fue testigo de ese encuentro.
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El ex ministro de Planificación también destacó que el escándalo de Antonini Wilson se dio en el marco de una visita del entonces presidente Chávez que terminó con “varios convenios firmados” y un acto en la Casa Rosada. Y dio a entender que la causa de la valija es parte del “armado de causas” en su contra. “Tuve más manos derechas que un pulpo”, ironizó, dando a entender que Uberti no era un funcionario de su riñón.
El avión que trasladaba a Antonini Wilson aterrizó a las 2:38 de la madrugada en Aeroparque. Según consta en el expediente, los únicos testigos del control de la valija fueron el aduanero Jorge Félix Lamastra y la entonces agente de la PSA, María de Luján Telpuk. Ante la primera pregunta, Antonini Wilson respondió que llevaba libros. Telpuk insistió y el venezolano aseguró que transportaba “papeles o papelitos”. En ese momento, la agente de la PSA decidió abrir la valija y descubrió el dinero. “¿Cuánto dinero lleva?”, fue la pregunta obligada. “Unos USD 60.000″, habría respondido el venezolano.
En ese momento, Antonini Wilson fue trasladado a una oficina donde se contó el dinero. Daniel David Uzcátegui Specht decidió acompañarlo. Luego se sumaron los otros funcionarios aduaneros implicados: Rosa Nélida García, Guillermo David Lucangeli, y María Cristina Gallini.
Cuando terminó el operativo y se firmó el acta, cerca de las 5 de la mañana, los otros pasajeros ya se habían ido del aeropuerto. Sin embargo, el chofer de Uberti esperó a Antonini Wilson y Uzcátegui Specht y los trasladó hasta el hotel Sofitel.
Luego del episodio, Antonini Wilson participó de un acto en la Casa Rosada y se volvió a Miami. El gobierno de Néstor Kirchner intentó a través de varios emisarios que el venezolano fuera a retirar el dinero y pagara la multa. Pero no lo convencieron. Desde entonces, la justicia argentina reclamó, sin éxito, su extradición ante las autoridades de Estados Unidos.
En la audiencia de este miércoles también declaró el entonces titular de la AFIP Ricardo Echegaray, quien aseguró que se enteró del episodio cerca de las 10 de la mañana del 5 de agosto. “Estaba durmiendo o no atendí el teléfono. Alguien me anotició y luego recibí la llamada de Siomara Ayerán (por entonces titular de la Aduana)”, contó.
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Echegaray pidió declarar en una sala de audiencias de Comodoro Py, a diferencia del resto de los imputados que hasta ahora prefirieron hacerlo por zoom. En su relato, mencionó que ese día tuvo más de una conversación telefónica con Uberti, al que identificó como un funcionario que estaba en otra corriente política. “Lo conocía de Río Gallegos, pero no teníamos trato asiduo. Yo ingresé al gobierno en 2004, no pertenecía a los grupos que se prepararon para dirigir el país”, apuntó, aunque no dio detalles de la charla.
Cuando uno de los jueces del Tribunal le preguntó si Uberti le había pedido alguna gestión por el escándalo, Echegaray lo negó rotundamente.
El ex titular de la AFIP dedicó gran parte de su relato a cuestionar la acusación en su contra. “¿Qué tendría que haber denunciado? No encuentro un elemento que diga que tendría que haber denunciado”, dijo. Y lamentó la mediatización del escándalo. En ese contexto, dijo que una testigo, a quien no mencionó, “salía en el Bailando y en la revista Playboy”, en clara alusión de Telpuk.
Echegaray también remarcó que no dio instrucciones a los funcionarios aduaneros involucrados en el operativo ni al juez administrativo que tuvo a cargo el sumario que terminó en 2012 con una condena.
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