La Justicia de Mendoza condenó a prisión perpetua, luego de un juicio abreviado, a un hombre que atropelló con su camioneta y mató a hachazos a una pareja de amigos hace dos años.
Se trata de Fernando Figueroa, de 43 años, quien confesó haber asesinado a sus amigos tras haber estado varias horas en la alta montaña, donde compartieron un asado que acompañaron con algunas bebidas alcohólicas.
Pese al gran momento entre amigos, la situación cambió cuando emprendieron el regreso a bordo de un automóvil Renault Scenic, que conducía Figueroa. En el asiento del acompañante, viajaba su novia de ese momento y, en la parte trasera, Cristina Ivars y Adela Rodríguez, quienes después se convertirían en las víctimas del hombre.
El hombre condujo de forma temeraria un corto trayecto, lo que alertó a Rodríguez e Ivars, ya que Figueroa había ingerido algunas bebidas alcohólicas. En ese sentido, la pareja expresó su preocupación al conductor, provocando un fuerte intercambio de palabras entre ellos que derivó en una discusión.
Así, las víctimas decidieron descender del vehículo sobre la banquina de la ruta nacional 7 en Uspallata y comenzaron a caminar. Sin embargo, esto no hizo más que enfurecer a Figueroa, quien aceleró y arrolló a ambos para continuar el viaje con su novia, pero a los pocos metros decidió volver.
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El conductor, no conforme con haberlos atropellado, regresó, estacionó el auto cerca de donde se encontraban ambos malheridos, bajo un hacha del automóvil y comenzó a atacarlos.
La mujer murió en el lugar como producto de la brutal agresión, pero su novio logró escapar del lugar y fue encontrado por un camionero mientras caminaba al costado de la ruta. De esta manera, pudo dar aviso a la policía. Mientras los efectivos se dirigían al lugar, Ivars fue trasladado al hospital Central, donde falleció días después por las graves heridas que le provocó la agresión.
Tras matar a Rodríguez, Figueroa se subió a su vehículo, amenazó a su pareja y continuó la marcha hasta llegar a un control policial, ubicado frente al barrio Las Bóvedas. Los efectivos se percataron de un vehículo similar al relato del hombre herido que tenía el parabrisas roto, por lo que decidieron detener el vehículo.
De acuerdo con la información a la que pudo acceder Télam, ambos fueron aprehendidos tras la inconsistencia en el relato. Fue la exnovia de Figueroa la que delató a su pareja y contó lo sucedido. Por esto mismo, la fiscal Lazo, tras la muerte de Ivars, imputó al hombre por “doble homicidio agravado” y dispuso la libertad de la mujer, puesto que las pericias descartaron su participación en el crimen.
A casi dos años del asesinato y tras un juicio abreviado, fue condenado a prisión perpetua por “homicidio agravado por haberse cometido con alevosía en dos hechos, en concurso real con amenazas agravadas por el uso de armas”.
Un hombre asesinó a hachazos a su esposa
El pasado 24 de enero un hombre utilizó su hacha para matar a su esposa en San Miguel de Tucumán. Los policías tomaron conocimiento del femicidio luego de que un vecino alertara a los efectivos sobre la macabra escena que se observaba frente a su casa: en el patio de la vivienda, yacía el cuerpo desnudo de Rosa Alejandra Celiz, de 53 años, con heridas de arma blanca en el rostro, cabeza y cuerpo.
Inmediatamente, los uniformados se hicieron presentes en el lugar, donde se encontraron con Raúl Eduardo Albarracín, un empleado comunal de 68 años que admitió haber herido a la mujer a hachazos. “Lo hecho, hecho está”, dijo fríamente al entregarse.
El cuerpo fue trasladado a la morgue para que se le realice la autopsia correspondiente. Así, lograron comprobar que “las heridas más graves fueron el cráneo y en uno de sus hombros”, según la información a la que pudo acceder el portal El Tucumano.
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