Los tres policías de la ciudad de Buenos Aires acusados de asesinar en noviembre de 2021 a Lucas González, un joven de 17 años que jugaba en las inferiores del Club Atlético Barracas Central, declararon en el inicio del juicio oral actuaron en cumplimiento de su deber, en legítima defensa y que no cometerion.
Así se expresaron el inspector Gabriel Alejandro Issasi, el oficial mayor Fabián Andrés López y el oficial Juan José Nieva, todos integraban la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad, cuando declararon ante el Tribunal Oral Criminal 25. “Asesinos”, “caradura”, les gritaron los amigos y familiares después de sus indagatorias.
Los tres están acusados del delito de homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial y por ser miembro de la fuerza policial. Hay otros 11 policías acusados de falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionarios públicos y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas. Los 14 están detenidos.
El hecho que se juzga ocurrió cuando Lucas González y tres amigos salieron de entrenar del club Barracas Central con destino a la localidad bonaerense de Florencio Varela. Luego de frenar en un kiosco para comprar una bebida comenzaron a ser perseguidos por tres policías de la Brigada 6 de la Comisaría Vecinal 4D a bordo de un Nissan Tiida sin baliza policial. Ninguno de los agentes estaba uniformado y —según se corroboró después— estaban realizando tareas de campo entre las avenidas Vélez Sarsfield e Iriarte.
Los policías comenzaron a perseguir a los jóvenes, quienes al pensar que el Nissan Tiida podía estar conducido por ladrones intentaron huir. En esa instancia, y de acuerdo a las investigaciones de la causa, los efectivos de la fuerza de seguridad anunciaron al servicio de comunicaciones policiales que perseguían a un auto “con cuatro masculinos con apariencia de menores, jóvenes” y que “estaban armados”. Es ahí cuando comenzaron a disparar y una de las balas dio impacto en la cabeza del jugador, quien murió en el Hospital “El Cruce” de Florencio Varela al día siguiente.
El juicio está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal 25, integrado por los jueces Marcelo Bartumeu Romero, Ana Dieta de Herrero y Daniel Navarro, se realiza en los tribunales de Comodoro Py y están previstas 11 audiencias (una por semana). El fiscal es Guillermo Pérez de la Fuente y la familia de Lucas y de sus tres amigos son representados por el abogado Gregorio Dalbón.
Desde temprano amigos y familiares de Lucas llegaron a los tribunales de Comodoro Py. Lo hicieron con banderas y remeras que lo recordaban y para homenajearlo jugaron al fútbol sobre la avenida. Estaban Héctor y Carolina, papá y tía de Lucas, respectivamente. También Joaquín Zúniga, Julián Salas y Niven Huanca, los tres amigos de Lucas que estaban con él en el auto, y el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla. En la primera audiencia los amigos no pudieron ingresar porque son testigos que tiene que declarar en el caso.
Los 14 acusados ingresaron a las 10:30 a la sala de audiencias. Lo hicieron esposados. Se sentaron en dos filas con sus abogados y durante poco menos de una hora escucharon la acusación en su contra, tanto de la Fiscalía como de la querella.
“No se trató en el caso de una simple acumulación de irregularidades en la actuación prevencional —que en modo alguno habría derivado en este proceso penal—, sino de conductas ilícitas planificadas y ejecutadas por funcionarios públicos con el afán de manipular a su antojo el sistema judicial con fines absolutamente ilegítimos, lo que logra explicarse su accionar con todo el cúmulo de probanzas y delitos. No puede dejar de recordarse que de esta ‘mise en scene’ dolosamente montada participó personal de, al menos tres dependencias de la Policía de la Ciudad con sede en ese Barrio de Barracas respecto de un hecho ilícito que allí tuvo lugar, pero con la intervención de un comisario de otra jurisdicción de aquella comuna y de otro personal civil investigado aún en la causa, cuando en rigor no había ningún argumento jurídico válido para ello”, leyó la secretaria del Tribunal Oral la acusación que hizo el fiscal de instrucción que investigó el caso, Leonel Gómez Barbella.
Luego llegó el momento de las cuestiones previas que plantearon algunos defensores —lo que el tribunal rechazó— y luego comenzaron las indagatorias. La primera fue la de Issai.
“Poseo 20 años como policía. Pertenecí a la policía de la Provincia de Buenos Aires, a la Metropolitana y a la de la ciudad. En las tres fuerzas fui condecorado y no tuve sanciones. En este hecho actué en el cumplimiento del deber, actué en legítima defensa y no cometí ningún delito”, dijo.
Luego fue el turno de Nievas y López que dijeron lo mismo. Los tres son defendidos por el abogado Fernando Soto.
La audiencia continuó con las indagtaorias del resto de los acusados, algunos de los cuáles declararon y otros optaron por no hacerlo.
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