No contestaba los llamados. Su ex mujer fue hasta el departamento que alquilaba en la calle Tagle, a metros de Las Heras. Al entrar, vio la puerta entreabierta del baño, pero no llegó a entrar. Salió asustada a hacer la denuncia en la comisaría. Los policías llegaron al lugar a los pocos minutos. En el baño estaba el cadáver. Tenía un tiro en la cabeza. El muerto era Eduardo Ariel Menchi, alias “Chispa”, señalado como custodio del falso abogado Marcelo D’Alessio y uno de los que debía ir a juicio oral cuando se pusiera fecha al debate. Todo ocurrió el 19 de enero, aniversario de la muerte del fiscal Alberto Nisman, también encontrado con un tiro en la cabeza en el baño de su casa, revelaron a Infobae fuentes judiciales.
La noticia se conoció ahora dentro del expediente que lleva el Tribunal Oral Federal 8, para juzgar a D’Alessio junto a dos ex policías bonaerenses, un ex espía y un fiscal, entre otros acusados, acusados de asociación ilícita, extorsión y lavado de dinero. Menchi, que fue testigo en la causa del Triple Crimen de General Rodríguez, era uno de los implicados para sentarse en el banquillo. Pero su defensora, María Laura Ibarra, informó esta semana en los tribunales de Comodoro Py 2002 el fallecimiento de su cliente. Aportó el certificado de defunción: “lesiones cráneo encefálicas por proyectil”.
Según pudo saber Infobae, la causa que investiga la muerte de Menchi está en pleno trámite en la fiscalía de Edgardo Orfila y del juez Guillermo Ronco. La autopsia que realizó el Cuerpo Médico Forense no arrojó elementos que indiquen la participación de terceros. Sin embargo, aún falta determinar distintas circunstancias. ¿De quién era el revólver que usó? ¿Cómo llegó a sus manos? ¿Por qué se habría querido suicidar?
La ex pareja aseguró que Menchi estaba muy angustiado desde que se habían separado a inicios del 2020 y que le había manifestado sus deseos de morirse. Sin embargo, ella misma admitió que no lo había tomado en serio. En la causa está la versión de que habría videos en donde se despide de sus hijos, pero que no fueron aportados a la causa, según indicaron las fuentes consultadas por este medio.
Pero mientras se esclarecen estas circunstancias, fue la jueza Sabrina Namer, presidenta del Tribunal Oral Federal 8, quien dejó expuesta esta muerte para ser analizada dentro de un escenario particular: es el segundo acusado en esta investigación que aparece “suicidado” y en donde hay más muertes y amenazas sospechosas.
El caso Liñani
En la noche del 21 septiembre del 2021, día de la primavera, Carlos Liñani, un ex empleado de Aduana que también estaba procesado en la causa D’Alessio, apareció muerto en su departamento de la calle Soler al 6000, en el barrio de Palermo. Un fuerte olor a gas salía de su departamento y los vecinos del edificio llamaron al 911. La casa estaba cerrada, con las llaves colocadas en la cerradura del lado de adentro y no estaba forzada.
El cuerpo de Liñani estaba tendido en el living. A su lado se encontró una manguera plástica que estaba en un extremo conectada a un caño de gas flexible de la cocina y en el otro una mascarilla de goma. Las ventanas y puertas estaban selladas con cinta desde adentro. Se encontraron cartas que habría escrito el hombre a sus familiares y allegados.
La investigación a cargo del fiscal Adrián Peres no se cerró así nomás. De hecho, por pedido del fiscal federal de Dolores Juan Pablo Curi, el juez Martín Bava ordenó allanamientos en la casa para secuestrar cualquier material que pudiera estar relacionado con la causa D’Alessio. Después de ese allanamiento, faltaron cosas. La fiscalía de instrucción radicó denuncia por hurto para esclarecer esas circunstancias.
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El caso Jaitt
En medio de estas dos muertes sospechosas en la causa, la jueza Namer subrayó: “cabe mencionar que de manera muy cercana al comienzo de esta investigación se produjo otra muerte en circunstancias también dudosas: la de Natacha Jaitt”.
En la madrugada del 23 de febrero de 2019, la actriz y conductora radial apareció muerta en un salón de fiesta de La Ñata en el partido de Tigre. Había llegado un rato y avisó que iba hasta una habitación. La encontraron tendida en la cama. Según la autopsia murió como consecuencia de una sobredosis de cocaína. Para la fiscalía de Tigre, a cargo de la investigación, no se trató de una muerte violenta. Sin embargo, Ulises Jaitt, su hermano, insiste en que su hermana fue asesinada y reclama la apertura los dispositivos electrónicos de Natacha, donde -asegura- guardaba información importante sobre temas delicados.
En la causa D’Alessio, hay un legajo identificado como “Operación Jaitt”, en donde se asegura que D´Alessio habría llevado adelante tareas de recolección de información -identificadas por la Comisión Provincial por la Memoria como “contrainteligencia”-, luego de la participación de Natacha Jaitt en un programa de Mirtha Legrand, en donde la vedette hablaba de distintas personalidades de la política, el periodismo y el espectáculo que se encontrarían relacionadas con casos de abusos sexuales y pedofilia sufridos por jugadores de la reserva del Club Atlético Independiente.
Según el legajo que integra el procesamiento de D’Alessio, el falso abogado investigaba a Jaitt, Mirtha Legrand, su nieto y productor Ignacio Viale, el fallecido fiscal Eduardo Miragaya, el ex espía y dueño de locales nocturnos Raúl Martins, el líder de la ONG La Alameda Gustavo Vera y el comentarista deportivo Gabriel Anello. En la sección descargas del Icloud Photos de D´Alessio fueron hallados documentos vinculados a Natacha Jaitt: entre ellos, fotografías de su DNI y un reporte migratorio.
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La soga en la celda de D’Alessio y la orden de proteger a los implicados
El caso D’Alessio sacudió a la política en el verano de 2019 y salpicó al fiscal federal Carlos Stornelli, que por ese entonces impulsaba la causa de los cuadernos. En aquel momento, un empresario aseguró en el juzgado federal de Dolores que D’Alessio le pedía plata para arreglar con Stornelli no ser uno de los detenidos en esa megacausa, luego de la confesión de un arrepentido que nunca existió.
Mientras la diputada Elisa Carrió denunciaba una operación para voltear el caso cuadernos y aportaba las transcripciones de lo que fue la base de la causa conocida como Operativo Puff, el entonces juez de Dolores Alejo Ramos Padilla avanzó con una investigación y las pistas se profundizaron durante el allanamiento a la casa del falso abogado. Cuando a D’Alessio le tocó declarar, dijo que fue todo “una cama” y que él estaba haciendo una “operación” que le había encomendado un ex policía vinculado a la AFI. A cambio le prometieron nombrarlo director de Asuntos Complejos de la AFI.
El expediente, que comenzó durante el final del gobierno de Mauricio Macri, fue puesto en foco por el presidente Alberto Fernández y la vicepresidente Cristina Kirchner, porque -según plantearon- mostraba cómo actúan los servicios de inteligencia en la Justicia.
D’Alessio está preso desde aquel verano de 2019. Muchas se veces se especuló con que pudiera convertirse en un arrepentido. En el interín, fue condenado a cuatro años de prisión por intento de extorsión en el llamado “caso Traficante” por el Tribunal Oral Federal 2, el mismo que juzgó a Cristina Kirchner. En sus últimas palabras, en aquel juicio, D’Alessio afirmó: “lo ideal era que me suicide”. Según pudo saber Infobae, durante gran parte de su detención D’Alessio estuvo aislado. Incluso, en su celda le habrían dejado una soga.
Pero si faltaban dudas lo dejó expuesto la jueza Namer en su resolución firmada esta semana: “De todo lo explicado sumado a circunstancias que también surgen del legajo y de las que se desprenden situaciones de amenaza a otros imputados en su lugar de detención que oportunamente llevaron a los magistrados actuantes a la adopción de medidas de seguridad que se mantuvieron durante un lapso prolongado, no puedo dejar de advertir que en el contexto de estas actuaciones existieron distintas muertes violentas y situaciones amenazantes”, sostuvo el escrito al que accedió Infobae.
“Tampoco puedo omitir la referencia a lo atípico de este tipo de eventos no solamente por el modo de producción de los decesos sino por la cantidad, en el marco de un expediente relativamente acotado en lo que a cantidad de imputados”, añadió. Frente a eso, dispuso informar a los colegas que siguen las investigaciones sobre esta causas la posibilidad de consultar el expediente D’Alessio para ver si “pueden arrojar elementos de interés para sus respectivas actuaciones”.
La jueza ordenó llamar a declarar a los responsables de las áreas penitenciarias donde están alojados D’Alessio y el financista Aldo Sánchez para saber de sus condiciones de arresto. También citó al jefe de División de Testigos Protegidos y Objetivos especiales de la Policía Federal Argentina, y dispuso reforzar la seguridad de Roberto Barreiro, quien cumple prisión domiciliaria.
La causa D’Alessio
El juicio oral por la causa D’Alessio todavía no tiene fecha. Según pudo consultar este medio, ni el fiscal Marcelo Colombo ni los jueces del TOF a cargo de Namer, Gabriela López Iñiguez y Nicolás Toselli lograron recibir toda la información de instrucción. La causa, que se tramitó en Dolores, pasó a Comodoro Py 2002,a fines de 2021 por orden de la Cámara Federal de Casación Penal. Después de idas y vueltas, el expediente se radicó en el juzgado de Julián Ercolini, que elevó la causa a juicio.
Los acusados son D’Alessio, los ex policías Ricardo Oscar Bogoliuk y Norberto Aníbal Degastaldi, el ex agente de inteligencia Rolando Hugo Barreiro, el fiscal de Mercedes suspendido Juan Ignacio Bidone; y Eduardo Ariel Menchi, ahora fallecido. También se incluyó a los acusados Aldo Sánchez, Pablo Bloise, Marcelo Patricio González Carthy de Gorriti, Mariano Rubén Díaz, involucrados en una trama de lavado de dinero; y el ex prefecto Franco Pini.
El fiscal Stornelli, que fue procesado por la justicia de Dolores, no forma parte de la nómina de los enviados a juicio por Ercolini. Su situación sigue siendo discutida en instrucción, con dos de los ocho hechos que se le habían atribuido inicialmente en el procesamiento firmado por Ramos Padilla. Tanto los fiscales de Mar del Plata Juan Manuel Pettigiani y de Casación Raúl Pleé habían solicitado desinvolucrarlo de la causa cuando el caso tramitaba en Dolores.
Atada a esa causa que tramitó en Dolores, en el juzgado de Ercolini también se radicaron otras dos investigaciones conexas: el espionaje en las llamadas bases AMBA y el caso de ARA San Juan, por el que fue procesado el ex presidente Mauricio Macri y la cúpula de la AFI. La Cámara Federal revocó esos procesamientos. En el caso de Macri, fue directamente sobreseído. La decisión está apelada en Casación.
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