Llegó el día, pero no el llamado que el juez esperaba: Eduardo Riggi, integrante histórico de la Cámara Federal de Casación Penal, cumple este jueves 75 años, tiempo límite establecido por la Constitución Nacional para permanecer en su cargo. Lo único que interrumpía ese plazo era que el Senado lo validara por cinco años más en su cargo, como ha hecho en decenas de casos. Incluso, tal como reveló Infobae en diciembre pasado, hubiera servido que desde el Ejecutivo se enviara su nombre a la Cámara Alta, al menos para que se interpretara como un aval tácito a la solicitud hasta el momento de las definiciones. Pero el mundo de los “hubiera” es infinito: nada de eso pasó.
Mientras en el primer piso de Comodoro Py todo era expectativa en las últimas horas, hubo silencio en los despachos oficiales. El expediente para analizar su reválida había sido abierto en octubre pasado y publicado en el Boletín Oficial. Eso generó alguna alarma en los sectores más duros del kirchnerismo, que critican al juez por sus fallos vinculados a causas de derechos humanos. Por esas horas, algunos especularon en que podrían sostenerlo. “El mal menor”, deslizaron.
“Hubo negociaciones hasta último momento”, confió ante Infobae un funcionario del gobierno nacional marcando que el escenario siempre estuvo abierto. Pero el contexto político no era el adecuado . “No veo hoy a Alberto llamando a Cristina por Riggi o viceversa”, analizó.
Amante del folclore, Riggi empezó a trabajar en la justicia en 1966. Se desempeñó en la Corte Suprema de Justicia y en 1978 asumió como juez en lo Penal Económico. Con la creación de Casación, Riggi desembarcó en el primer piso de Comodoro Py. Allí intervino en causas contra el ex presidente Menem como la venta de armas a Croacia y Ecuador y los sobresueldos. Allí votó por el sobreseimiento del ex jefe de Estado. “Plazo razonable”, subrayó.
Una resolución firmada por él y otros colegas también puso un freno a la causa “escuchas” durante la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires. También firmó el voto mayoritario que volvió a encarcelar a los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa en la causa Oil Combustible, que generó que Alberto Fernández, cuando se postulaba para presidente, dijera que algunos jueces iban a tener que dar explicaciones por sus fallos.
“Nada para informar”, respondieron a Infobae las fuentes consultadas en el área de Justicia cuando en las últimas horas fueron interrogadas sobre el futuro del juez. Riggi estuvo trabajando en enero y se tomó licencia durante todo febrero. Tenía que volver el 3 de marzo mientras esperaba una definición de su situación. Pero el tic tac avanzó hasta hoy.
“Así como un presidente, legislador o gobernador permanece en su cargo cuatro años y termina, salvo reelección, los jueces duramos en nuestros cargos hasta los 75, salvo una reválida”, resumió uno de los magistrados de Comodoro Py sobre la hora de las definiciones. “Constitución mata reglamento”, acotó otro de sus colegas. La mayoría de de sus colegas en Casación le dieron su apoyo por escrito para continuar, pudo saber Infobae.
Riggi llegó así a su cumpleaños: deberá despedirse del cargo. Ahora vendrán los trámites formales de oficializar la noticia en las reparticiones oficiales.
Con su salida, Riggi deja una codiciada vacante en los tribunales de Retiro. En ese tribunal no es la única. Ya hay un concurso abierto para reemplazar a la jueza Liliana Catucci, otra histórica de Casación que en septiembre de 2021 terminó renunciando luego de que un fallo de la justicia en lo contencioso administrativa rechazara un planteo para quedarse.
Casación tiene 13 integrantes. Ahora tendrá 11. Y habrá que ver cómo se integra la Sala III de la Casación, que Riggi integraba. Otro de sus colegas en esa sala, Juan Carlos Gemignani, está de licencia. La sala la preside Mariano Borinsky, que es subrogante en esa sala, porque también ocupa su despacho original en la Sala IV del cuerpo.
Según pudo saber Infobae, en esa sala hay causas claves: el Olivos-Gate, en donde el presidente Alberto Fernández y su pareja, Fabiola Yañez, acordaron una reparación económica por haber hecho una fiesta de cumpleaños en la quinta presidencial en plena pandemia; una de las causas Odebrecht, la causa de la mesa judicial que salpica al gobierno de Mauricio Macri o un expediente en donde se sobreseyóa la Barrick Gold por evasión tributaria. También algunos tramos del caso cuadernos. Y el futuro de la causa Operativo Puff. Por estas horas, Riggi era el juez que debía dar su voto para definir el pedido de recusación contra su colega Carlos Mahiques en la causa ARA San Juan, promovida por familiares de las víctimas luego del viaje a Lago Escondido.
Ya son muchas las sillas que van quedando vacías en los tribunales que más mira la política. Serán dos lugares en Casación, pero cuatro en primera instancia. Tal como reveló Infobae la semana pasada, el juez federal Luis Rodriguez también anunció su renuncia para jubilarse. Tampoco están ocupados los lugares que dejaron en los juzgados 12, 11 y 6 Sergio Torres, Claudio Bonadio y Rodolfo Canicoba Corral. Y el número crece si, además, se toma en cuenta los tribunales orales.
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