El Juzgado Federal de Concepción del Uruguay procesó por tentativa de contrabando a tres hombres que a la vera del río Uruguay fueron descubiertos in fraganti por la Prefectura Naval mientras cargaban una lancha con 36 bidones de miel equivalentes a 2740 kilogramos con la intención de cruzarlos a Uruguay. La mercadería fue inmediatamente decomisada y luego valuada en un total de 822.070 pesos.
El hecho ocurrió el pasado 2 de marzo, cuando una patrulla de la Prefectura Naval afectada a la zona del litoral realizaba un rastrillaje a la altura del kilómetro 160 del canal secundario del río Uruguay, en la localidad de Concepción del Uruguay. “En esa oportunidad, los efectivos observaron un camión Ford 350 blanco con caja térmica que se encontraba estacionado con una persona a bordo, que en determinado momento se reubicó con sentido a la costa. Luego observaron la llegada de una embarcación de color gris con motor fuera de borda estilo ‘canoa motor’ conducida por dos hombres, que llevaba varios bultos y que se posicionó de frente al camión”, informó el sitio oficial del Ministerio Público Fiscal (MPF).
De acuerdo al relato de la investigación a cargo de la fiscal federal María Josefina Minatta, la fuerza de seguridad ordenó la voz de alto y luego procedió a identificar a los tres hombres. De los materiales encontrados en la escena se constató que “sobre la embarcación hallaron 20 bidones blancos vacíos con tapa que contenían restos de miel de abeja y sobre el camión 36 bidones -de similares características a los hallados en la embarcación- que contenían un total de 2740,2 kilogramos de miel”.
Frente a la ausencia de documentación que avalara el transporte o la tenencia legal del cargamento, la autoridad naval procedió a labrar un acta de lo ocurrido y secuestró “la mercadería, la embarcación y el rodado junto a los demás elementos de interés”, según comunicó el portal del MPF. La causa judicial recayó en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay 1 en cabeza de Pablo Seró.
En ese contexto, el juez llamó a los tres hombres a indagatoria y en sus declaraciones todos afirmaron que el traslado de los 36 bidones de miel era “para acopio personal”. Sin embargo, la fiscal Minatta al momento de emitir su dictamen definió esa versión como “inverosímil” en tanto “llevar tres toneladas de miel a una isla prácticamente deshabitada, donde no sería posible comercializarla siquiera al por menor, sólo para su acopio, significaría una pérdida económica enorme para los productores”.
Por otra parte, durante la investigación se labraron oficios al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para que realizara un informe comparativo sobre los precios de venta del kilo de miel en Argentina contra los de Uruguay. En él se determinó que “al momento de los hechos el precio -nacional-(...) se encontraba entre 250 y 360 pesos, mientras que en Uruguay ascendía hasta los 5137, 25 pesos argentinos en su equivalencia para la moneda del vecino país”, consignó el MPF.
Sumado a ello, tanto la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) como la Dirección General de Aduanas (DGA) intervinieron en el expediente para dictaminar que “el valor en plaza de la miel encontrada en el procedimiento ascendía -en ese entonces- a los 822.070 pesos”. Toda la información recabada fue valorada por el magistrado al momento de encuadrar el procesamiento de los imputados bajo el artículo 871 del Código Penal de la Nación, cuya descripción establece que “incurre en tentativa de contrabando el que, con el fin de cometer el delito de contrabando, comienza su ejecución pero no lo consuma por circunstancias ajenas a su voluntad”.
Bajo esos parámetros, el Código reprime este hecho “con las mismas penas que correspondan al delito consumado”, para lo cual se aplican condenas que van de 2 a 8 años de prisión.
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