Por una decisión dos votos a uno, la Cámara Federal porteña concedió un pedido de la vicepresidenta Cristina Kirchner y ordenó a la jueza María Eugenia Capuchetti que analice los celulares de las asesoras del diputado del PRO Gerardo Milman. Se peritarán comunicaciones desde el 1° de julio hasta el 1° de diciembre, indicaron a Infobae fuentes judiciales.
El foco está puesto en determinar si existen mensajes que acrediten que el legislador opositor tenía información vinculada al atentado a la ex jefa de Estado, que ocurrió el 1° de septiembre.
Las asesoras del ex funcionario macrista negaron la afirmación de un asesor legislativo del Frente de Todos, Jorge Abello, quien aseguró haber escuchado a Milman en el bar Casablanca, dos días antes del ataque, decir: “Cuando la maten, voy a estar en la Costa”.
Habrá que ver qué se encuentra en los celulares de las asesoras de Milman, pero no es un dato menor teniendo en cuenta que ese fue el eje del inicio de la embestida de la querella contra la jueza Capuchetti. La jueza rechazó secuestrar los teléfonos de las testigos, y desde entonces CFK inisistió en apartar a la magistrada. La Cámara habilitó analizar los teléfonos, aunque la controversia que se había abierto era el período durante el cual se estudiarían las comunicaciones.
Te puede interesar Se reactiva la investigación por el atentado a Cristina Kirchner, con definiciones para la causa
En un primer momento se fijó un lapso limitado en torno al 30 de agosto, día de la frase. Pero la querella reclamó que sea desde el 1° de julio porque si Milman o sus colaboradoras sabían algo tuvieron que haberlo mencionado antes.
Marcos Aldazabal, uno de los letrados de CFK, subrayó que no habrá una violación de la intimidad de las mujeres porque no se accederá a mensajes que no estén vinculados al foco de la investigación. Recordó además que cuando las asesoras de Milman se presentaron en el caso mostraron contradicciones. Una de ellas dijo que había borrado la información de su teléfono y la otra que cambió el equipo. No obstante, el materia ya fue extraído de los móviles.
“Luce razonable que se realice la búsqueda de la información contenida en los aparatos telefónicos secuestrados a Ivana Bohdziewicz y Carolina Elizabeth Gómez Mónaco, la cual habrá de circunscribirse a corroborar o descartar la existencia de cualquier mención a los dichos que, según el testigo Abello, habría proferido Gerardo Milman en la jornada del 30 de agosto de 2022 y/o cualquier mención o texto que pueda vincularse al atentado”, dijeron los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi.
Y añadieron: “En igual sentido consideramos fundamentada debidamente por la parte -en consideraciones de razonabilidad- la ampliación del lapso temporal propuesto, en virtud de lo cual concluiremos que el examen de dicha información debe realizarse entre el 1° de julio y el 1° de diciembre de 2022 -fecha en la que se aportaron los dispositivos en cuestión-; debiendo ser realizado, tal como lo ha sugerido la propia querella, bajo preciso control jurisdiccional y del Ministerio Público Fiscal y con restricción de absoluta reserva de toda aquella información que no guarde estricta relación con el caso”.
En disidencia, el juez Mariano Llorens rechazó el planteo. “Existe un viejo principio que expresa que: todo puede ser probado por cualquier medio, siempre y cuando ello sea útil para corroborar una hipótesis criminal concreta y que se lo haga sin vulnerar garantías constitucionales. Resulta innegable que, dentro del procedimiento penal, junto a las pruebas directas, la de indicios constituye uno de los medios más eficaces para la búsqueda de la verdad que la justicia procura. Y sobre la base de este tipo de prueba es que se está trabajando en este proceso, en el límite mismo de una hipótesis anunciada por la Querella que -con los elementos hasta ahora recabados- aparece lejana”
Según señaló, “en base a la prudencia e inteligencia que debe reinar en las resoluciones judiciales, le otorgamos a la parte quejosa una concesión para avanzar sobre la privacidad e intimidad de las dos testigos, teniendo como norte un periodo acotado a fin de no avasallar derechos supralegales. La intención era que, una vez obtenido el resultado, la querella lo analice, lo estudie, lo relacione con el resto de la prueba y presente sus conclusiones en función de la hipótesis en la que trabajan, aunque nada de ello ocurrió hasta el momento”.
A su criterio, la querella de CFK “no logró fundar adecuadamente la extensión solicitada, máxime, cuando en la propia audiencia ambos letrados advirtieron la inutilidad de la prueba pedida debido a su sospecha de que el contenido de un aparato telefónico habría sido borrado mientras que el otro habría sido cambiado por su usuaria. En ese contexto, los argumentos de la Querella de momento parecen abstractos y carentes de sentido objetivo”
Abello se presentó a declarar en los tribunales de Comodoro Py 2002 a las 17 horas del viernes 23 de septiembre. Tal como reveló Infobae en su momento, el diputado aseguró que el 30 de agosto había ido a una reunión en el anexo de Diputados y que terminó almorzando, junto a su cuñado, ajeno a la política, en el restaurant Casablanca, en la esquina del Congreso. “Pedimos el menú del día, no recuerdo concretamente qué plato era. Me pongo a hablar con mi cuñado del lío que era Buenos Aires y empezamos a comer y mirando lo veo a Gerardo Milman y me llama la atención la forma en la que estaba vestido. Tenía un pantalón todo rasgado, como de una onda moderna, pero inadecuado para su edad. Se encontraba con dos chicas muy bonitas, jóvenes y muy bien vestidas, ellas estaban de espalda a mí y nunca les pude ver la cara”, explicó.
Abello dijo que “todo eso me llamo la atención” mientras su cuñado “estaba muy entretenido con lo que se hablaba en una mesa de al lado, sobre fútbol”. Es más: estaba Mario Leito, el presidente de Atlético Tucumán, le dijo. “Volviendo, entre esas conversaciones, a voz alzada escucho con mis propios oídos que Milman dice textual ‘cuando la maten yo estoy camino a la costa’, a lo cual una de las mujeres le pregunta por el chofer algo así como ‘y tu chofer?’ y él le contesta: ‘Lo mando a Tucumán porque es un hablador al pedo’. Eso fue todo lo que escuché, después siguieron las bromas, los chistes, él se paró, saludó a unas personas por ahí y pagamos nosotros y nos fuimos”.
La jueza Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo buscaron las cámaras de la Ciudad para saber si Milman estuvo alli y confirmaron que había estado e identificaron a las dos colaboradoras del diputado del PRO: Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco, a las que llevaron a declarar como testigos cuando se debatía la ley de Presupuesto en el Congreso. Gómez Mónaco, ex Miss Argentina en 2012, fue directora de la Escuela de Inteligencia sobre el Delito de la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad durante la gestión macrista.
En esa declaración, la querella pidió a la jueza que les secuestrara los teléfonos a las mujeres. La jueza entendió que ese pedido no estaba fundado. Eso quebró definitivamente el vinculo entre la magistrada y Cristina Kirchner, que por redes sociales acusó a la jueza de obstruir la investigación y motorizó su recusación.
La jueza delegó la investigación en manos de Rívolo. Y en ese contexto la Cámara Federal habilitó a que fueran inspeccionados los teléfonos de las colaboradoras, a la vez de profundizar la pista Casablanca: instó a llamar a declarar de nuevo a Abello y escuchar a los diputados Marcos Cleri, y a su colega Mario Leito. Leito declaró desde Qatar, por videoconferencia, que no escuchó nada.
Según la declaración a la que accedió Infobae, Cleri, en tanto, confirmó haber recibido el mensaje de su asesor por esas horas y afirmó que se lo reportó una semana más tarde al diputado Rodolfo Tailhade y al equipo jurídico de la vicepresidenta. Fue el 7 de septiembre. Cuando le preguntaron si no consideró la urgencia y la importancia del mensaje para informaron a la justicia, el testigo respondió que confió en que Abello se presentara a la Justicia. Lo hizo el 23 de septiembre. Abello nunca volvió a declarar. Cuando estaban por citarlo, se informó qie sufrió un ACV que derivó en su internación. Apenas se conoció su versión de los hechos, Milman lo denunció por falso testimonio. Esa causa se instruye en otro juzgado.
El fiscal Rívolo volvió a citar a las secretarias de Milman a declarar el 1 de diciembre. Las dos insistieron en que Milman no había dicho eso. Cuando les pidieron los teléfonos, una de ellas aclaró que cambió el aparato del teléfono, aunque explicó que el anterior lo tenía una hermana suya y podía aportarlo. La otra reconoció que lo había borrado después de asesorarse porque tenía fotos íntimas que no quería que se filtraran. Días después volvió para decir que había podido acceder al viejo contenido y lo entregó.
Seguir leyendo