Un tribunal federal de la provincia de Entre Ríos le concedió el beneficio de prisión domiciliaria a un hombre condenado a cuatro años de cárcel por tráfico de estupefacientes para que pueda cuidar a sus tres hijos menores de edad. La madre los había abandonado y ahora se encuentran bajo la guarda de sus abuelos. El hombre, un chofer, se convirtió en su causa en “arrepentido” por drogas: aseguró ser una “mula” y apuntó hacia los responsables de contratarlo.
La decisión, a la que tuvo acceso Infobae, la tomó este jueves el Tribunal Oral Federal de Concepción del Uruguay, el mismo que lo había condenado a prisión tras ser detenido por la Gendarmería en la Ruta nacional 14 -en intersección con la Ruta provincial 20- mientras trasladaba casi 125 kilos de marihuana y 2 kilos de cocaína desde Misiones a Buenos Aires.
De acuerdo a la sentencia del 7 de septiembre de 2021, Ramón Kronsteiner, un chofer de 32 años, apodado “Fredy”, oriundo de la localidad de Jardín América, en Misiones, había sido detenido durante un control preventivo del Escuadrón “Gualeguaychú” de Gendarmería Nacional el 10 de agosto de 2020, mientras viajaba en un camión Mercedez Benz “tipo chasis con cabina” que venía siendo acarreando por un servicio de grúa.
“En un primer momento se controló el transporte de grúa identificado con la marca Scania Modelo T113. Posteriormente, se procedió a realizar el control sobre el camión remolcado e identificado con la marca Mercedes Benz, modelo L 1215/42, tipo chasis con cabina, (...), cuyo responsable fue individualizado como Ramón Federico Kronsteiner. El nombrado manifestó provenir de la localidad de Garupá, provincia de Misiones, y haber hecho uso del remolque desde la ciudad de Colón hasta la localidad de Gualeguaychú, por presentar problemas en el motor, sin contar con carga visible en la parte posterior del rodado”, reseñó el fallo.
Los agentes continuaron con la requisa del camión remolcado, “detectando que su caja presentaba anomalías que consistían en placas de madera nuevas con tornillos nuevos y una diferencia en el color de la pintura, bajo la base del piso. En consecuencia, al bajar las compuertas laterales de la caja se observó que esas placas sobresalían de la superficie y se percibió un fuerte olor similar a marihuana”. Frente a tal situación, se decidió la intervención de un perro anti narcóticos, que “reaccionó en forma exaltada como lo hace ante la apariencia de material tóxico”.
“Al retirar las placas de madera que constituían el piso de la caja del camión, -avanzó el relato- fue posible detectar que debajo de aquellas se encontraban varios paquetes distribuidos en sectores (...), los cuales -luego de analizados- resultaron contener la cantidad de 124.989,2 gramos de marihuana y de 2.153 gramos de cocaína”.
Desde ese momento “Fredy” quedó detenido en la Unidad Penal N° 2 de Entre Ríos. Tiempo después decidió declarar como arrepentido, donde brindó datos del dueño del camión y de la carga y reconoció la responsabilidad penal por el hecho que la acusación le atribuía, calificado como tráfico de estupefacientes, previsto en el artículo 5, inciso “c” de la ley 23.737. Manifestó ser una “mula” dentro de una red más grande, y aclaró que lo hizo “por necesidad”. Tras lo cual -en el marco de un juicio abreviado- el tribunal resolvió su condena a 4 años de prisión efectiva más el pago de una multa de $ 10.800.
En este contexto, el pasado 21 de septiembre la defensa del joven oriundo de Misiones solicitó que se le concediera el beneficio de arresto domiciliario, dadas sus circunstancias familiares. Según se explicó, tiene tres hijos menores de edad -de 3, 5 y 8 años- que fueron abandonados por su madre y que actualmente viven en la localidad de Pilar, provincia de Buenos Aires, con sus abuelos, los padres del condenado, quienes a su vez cuidan de otros dos hijos menores y están a cargo provisoriamente de un cuarto nieto -de 3 años- por disposición de un Juzgado de Familia en el marco de un caso de violencia infantil.
Según destacó el fallo al que accedió Infobae, los niños “fueron abandonados por su madre en el año 2019 (...) cuando su progenitora se retiró del inmueble”. Además se explicó que el condenado no los ha podido ver desde su detención “por tres razones: a) la distancia que existe entre el penal y su inmueble -más de 300 km-, b) no cuentan con recursos económicos para afrontar el viaje y c) porque para ingresar a la Unidad Penal se necesita el permiso de ambos padres, y no pueden conseguir el permiso de la madre por haberlos abandonado”.
Asimismo aseguró que el joven misionero podría, una vez otorgado el beneficio de prisión domiciliaria, “cuidar de sus hijos y colaborar en el aspecto económico al instalar un local en su vivienda para mejorar la pobre situación económica que están atravesando, como también alivianar la carga de los abuelos”.
De acuerdo a la línea de antecedentes que describió el fallo, tras este pedido el Tribunal dio intervención al Ministerio Especializado de Menores y luego ordenó “se libre exhorto al Juzgado Federal de Campana a fin de que realicen un amplio informe socio ambiental en el domicilio de los niños”. A su vez intervino el Ministerio Público Fiscal, que se opuso a la petición de la defensa.
Del informe socio ambiental surgió que el matrimonio Maciel-Kronsteiner, padres de “Fredy”, “tiene a su cargo un total de seis menores de edad (...) y que los ingresos provienen del sueldo del Sr. Krosteiner por su trabajo en una empresa ceramista de Pilar y por la pensión de madre de siete hijos de la Sra. Maciel”. Luego el documento dio constancia del frágil estado de salud de ambos y concluyó que “la situación económica desmejorará próximamente -por- la complicación en la salud del Sr. Kronsteiner, jefe de hogar, que propiciará una disminución en los ingresos laborales, ya que se encuentra con licencia médica”.
Al momento de resolver, el Tribunal Oral, a cargo de la jueza Mariela Emilce Rojas, analizó que en el caso del condenado, “si bien sus tres hijos menores se encuentran al resguardo de sus abuelos, resultan evidentes las dificultades que está atravesando el núcleo familiar por el delicado estado de salud del matrimonio Maciel-Kronsteiner, sumado a que tienen a su cargo a cuatro nietos y dos hijos menores de edad”. “Los abuelos se están haciendo cargo, con su tiempo y recursos económicos, de tres niños que no ven a su padre hace más de dos años, que atravesaron el abandono de su progenitora y de un cuarto nieto que fue separado de su madre por orden de un Juez de Familia por haber sufrido violencia doméstica”, abundó la jueza.
“En virtud de las circunstancias personales (...), que ponen de relieve su arraigo plasmado y la necesidad de velar por el interés integral de sus hijos menores, sumado al tiempo de cumplimiento de la condena -que vence en 2024-, entiendo que se encuentra justificada la posibilidad de acordar al nombrado la prisión domiciliaria, supeditada a la colocación de pulsera electrónica”, se resolvió.
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