Comprar o vender un auto usado en la Argentina puede ser una experiencia agotadora. Las largas negociaciones, el temor al fraude y la falta de transparencia convierten lo que debería ser un proceso simple en una verdadera odisea.
En este contexto, en 2020, con la llegada al país de Kavak aparece una solución tanto innovadora como disruptiva, que simplifica cada etapa de la operación. Su paquete de servicios brindar no solo seguridad, sino también agilidad tanto para compradores como para vendedores.
Simplificar la venta de autos: agilidad y transparencia para el vendedor
La burocracia, la incertidumbre respecto al precio y el miedo al fraude son algunas de las barreras más comunes que enfrentan aquellos que desean o necesitan comprar un auto. Kavak apunta a desarmar ese escenario con una propuesta que destaca por su sencillez y rapidez, ya que la compañía ofrece un proceso que inicia con la cotización online del vehículo.
“El precio es supertransparente. Cotizás en la web, llevás el auto a uno de nuestros centros, lo inspeccionamos en media hora y te damos una cotización final. Si aceptás, el 80% del valor se transfiere en 24 horas y el resto se completa en cinco días, luego de verificar la situación legal del auto”, explica Gonzalo Menendez, gerente General de Kavak Argentina. Este enfoque elimina la necesidad de regateos y ofrece un nivel de previsibilidad poco común en el rubro.
Recientemente, Kavak lanzó la opción de pago a 30 días, una alternativa que reemplaza el tradicional modelo de consignación. “Hoy, el 23% de las ventas se realizan bajo esta modalidad, lo que refleja la confianza de los clientes. Incluso si el auto no se vende en ese período, Kavak garantiza el pago total”, añade el ejecutivo.
El comprador en el centro: confianza y seguridad a lo largo del proceso
El desafío de adquirir un auto usado no es menor. Los riesgos de fraude mecánico, financiero y legal están siempre presentes. Kavak aborda estas problemáticas desde un enfoque integral. “Cada auto que compramos pasa por una inspección rigurosa de múltiples puntos mecánicos. Luego lo reparamos en nuestros talleres y realizamos una auditoría legal antes de que salga a la venta”, detalla Menéndez.
Este control se complementa con una política de periodo de prueba de siete días. El cliente puede devolver el auto sin ningún compromiso durante ese lapso. “Es un diferencial que reduce la ansiedad y refuerza la confianza del comprador”, asegura el ejecutivo. Además, la compañía ofrece planes de financiamiento y distintas opciones de garantía extendida que cubren desde fallas mecánicas hasta servicios de chapa y pintura.
El éxito de Kavak: reputación y experiencia fluida
En su conversación con Infobae, cuando se le consulta sobre el crecimiento de la empresa en la Argentina, Menendez destaca dos factores clave: la transparencia y la facilidad del proceso. “Invertimos mucho en construir una experiencia diferente. Nuestro interés está alineado con el del cliente. Construimos nuestra reputación a partir del boca a boca de las personas que eligieron nuestra propuesta”, señala.
Asimismo, Kavak logró diferenciarse en un mercado donde los vendedores suelen ocultar defectos y buscar maximizar su ganancia inmediata. “Nosotros buscamos que la persona vuelva. No queremos que sea una transacción única. Ofrecemos soluciones a lo largo de toda la vida útil del auto”, afirma el gerente General de la compañía.
Una de las preguntas más comunes que le hacen a Menéndez refiere al si es un buen momento para vender un auto usado. “La estabilidad macroeconómica de los últimos meses generó un entorno más favorable para este mercado. Las tasas de financiamiento bajaron, y la inflación desacelerada facilita las transacciones en pesos. Hoy es un buen momento para vender o cambiar el auto. Incluso, financiar la diferencia para un upgrade se volvió más accesible”, explica.
Además, para quienes buscan maximizar el valor de su usado, Kavak ofrece tres opciones: permuta, venta inmediata y el mencionado pago a 30 días. “La flexibilidad es clave. El cliente elige lo que mejor se adapta a sus necesidades”, agrega.
De cara al futuro, la empresa apunta a seguir ampliando las opciones disponibles para los clientes. “Queremos que la experiencia sea cada vez más personalizada. Si un auto tiene un rayón o una pequeña falla de chapa, preferimos mostrarlo y ofrecer la opción de repararlo o aplicar ese valor a otra mejora”, explica Menéndez para finalizar.