El accidente cerebrovascular (ACV) es una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en el mundo. Sin embargo, detrás de sus cifras alarmantes, también hay casos de superación y esperanza.
Uno de ellos es el de Juan Manzano Small, de 52 años. Su historia destaca tanto la lucha constante contra las secuelas de un ACV como la importancia de la prevención, la detección temprana y la rehabilitación como pilares fundamentales para mejorar la calidad de vida.
Un dolor de cabeza que cambió todo
Hace 11 años, su vida dio un giro inesperado. “Me agarré la cabeza y empecé a dar gritos. Le dije a mi mujer: ‘me está pasando algo muy malo”, recuerda. Un dolor extremo fue la primera señal de alerta de lo que sería un ACV hemorrágico, una condición que lo dejó en coma durante 14 días.
Al despertar, su realidad había cambiado por completo. “Me desperté con la mitad izquierda del cuerpo paralizado, no podía hablar, estaba hinchado y con un casco de vendas”, relata. Ese fue el comienzo de un largo camino de recuperación a través de una rehabilitación intensiva y la lucha por recuperar su independencia.
Una batalla día a día
A los pocos días de regresar a casa, Manzano Small inició un proceso que continúa hasta hoy. El compromiso diario y el apoyo de su familia jugaron un papel clave en su avance. “Mi hija más chica tenía seis meses cuando tuve el ACV. Ella se levantaba del cochecito y yo de la silla de ruedas. Nos tambaleamos los dos por el pasillo de casa y aprendimos a caminar juntos”, cuenta con emoción.
Gracias a su perseverancia, el paciente logró recuperar muchas de las habilidades que pensó que había perdido para siempre. “A pesar de todo, hoy día puedo hacer muchas más cosas de las que pensé que iba a poder hacer”, afirma con orgullo.
Liderazgo en prevención: un mensaje de acción
Hace tres años, Manzano Small decidió transformar su experiencia en una causa colectiva. Se unió a la asociación civil Por una Vida Libre de ACV, y desde diciembre de 2023, ocupa el cargo de presidente. Desde esta posición, lidera campañas de concientización enfocadas en educar a la sociedad sobre los factores de riesgo y los síntomas de este padecimiento.
Para él, la clave está en la acción inmediata. “Intentamos contribuir a que la gente sepa que el único remedio que existe es conocer los síntomas y actuar rápido. Al momento en que estás teniendo un episodio de este tipo, si te llevan rápidamente a un hospital, tenés chance de no morirte y de que las secuelas no sean irreversibles”, asegura.
Los signos de alerta: cómo reconocerlos
La detección temprana de un accidente cerebrovascular resulta crucial para mejorar las probabilidades de recuperación y reducir las secuelas.
Existen cinco señales principales que, de aparecer de forma súbita, deben encender las alarmas: debilidad repentina en la cara, brazo o pierna, especialmente de un solo lado del cuerpo; dificultad para hablar o comprender el lenguaje; alteraciones inesperadas en la visión, ya sea en uno o ambos ojos; pérdida del equilibrio o la coordinación; y un dolor de cabeza intenso y repentino, sin causa aparente.
Ante cualquiera de estos síntomas, resulta fundamental actuar con velocidad y contactar de inmediato a emergencias. En este tipo de situaciones, cada minuto cuenta para limitar el daño cerebral.
El impacto de los factores de riesgo
El ACV puede afectar a cualquier persona, pero su aparición está estrechamente ligada a factores prevenibles como la hipertensión, el tabaquismo, la diabetes no adecuadamente controlada y el sedentarismo. Desde su rol en la asociación, Manzano Small destaca la importancia de llevar una vida saludable y controlar estos factores para reducir el riesgo. “La gente debe entender que prevenir está en nuestras manos. Alimentarse bien, hacer ejercicio y realizar controles médicos puede evitar que pasemos por algo así”, explica.
Hoy, continúa su proceso de rehabilitación y lleva consigo un mensaje de esperanza. “Mis tres hijos son muy conscientes de todo lo que viví, de todo lo que tuve que superar y es la mejor herencia que se pueden llevar”, reflexiona.
Sobre la campaña Actúa con Velocidad
El testimonio de Manzano Small forma parte de #Recuperados, un ciclo de historias presentado por Boehringer Ingelheim en el marco de su campaña Actúa con Velocidad, en colaboración con la asociación civil Por una Vida Libre de ACV.
La iniciativa busca crear conciencia sobre la prevención y la importancia de la detección temprana de este padecimiento, a la vez que promueve un mensaje claro: cada minuto cuenta para salvar vidas.
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