El café es una bebida milenaria y una de las más populares a nivel mundial. De hecho, ofrece mucho más que un simple impulso para comenzar la mañana. A lo largo del tiempo, ha sido parte fundamental de reuniones, momentos de trabajo y ratos de descanso.
Pero además de su sabor y valor cultural, esta infusión otorga considerables beneficios para la salud. Diversas publicaciones médicas destacan su capacidad antioxidante, la cual protege al cuerpo del daño celular causado por los radicales libres, que son las moléculas responsables de acelerar el envejecimiento y aumentar el riesgo de padecer ciertas enfermedades crónicas.
Asimismo, el consumo de café está relacionado con la disminución en la incidencia de patologías como la diabetes tipo 2, la hipertensión, la depresión y la obesidad. Aquí juegan un rol preponderante algunos de sus componentes como el ácido clorogénico, el magnesio y la trigonelina.
Derribando los mitos del café torrado
Esta variante cuenta con una larga tradición en la Argentina. De hecho, es la que más se consume en el país. Sin embargo, está rodeada de ciertas creencias erróneas que hacen que la población no esté al tanto de los efectos positivos que genera sobre el bienestar físico.
La llegada del café torrado al territorio nacional tiene sus raíces en las costumbres de los inmigrantes europeos. Estos grupos, principalmente de origen español, trajeron consigo la práctica de tostar los granos con azúcar, un proceso que ayudaba a preservar el producto de la humedad y la oxidación.
Este método, conocido como torrefacción, sigue siendo ampliamente utilizado en el país. De hecho, está regulado estrictamente por el Código Alimentario Argentino, lo que garantiza que el producto cumpla con altos estándares de calidad.
Esta versión también se encuentra en otros partes de Latinoamérica como Uruguay, Brasil, Colombia, Costa Rica y México. También, se extiende a mercados más desarrollados como los Estados Unidos y algunos de Europa. De hecho, el porcentaje de azúcar permitido y su denominación varía según el lugar: en España lo llaman “café mezcla”, mientras que en Alemania y Austria lo conocen como “glaseado”.
¿Cuánto azúcar contiene realmente?
Es importante señalar que, al momento de tostar los granos, el azúcar añadido se carameliza. Esto hace que pierda gran parte de sus propiedades endulzantes y le quede una cantidad considerablemente baja. Con lo cual, acá se aclara una de las dudas más comunes en torno a esta variedad.
De acuerdo con información del Código Alimentario Argentino, una porción de esta bebida contiene menos de 0,1 gramos de azúcar. Para ponerlo en contexto, un sobre típico de 6,25 g de un endulzante contiene 60 veces más que una taza de café torrado.
Más allá del sabor: beneficios para la salud
Además de acompañar a las personas en su día a día, esta infusión es una aliada ideal para el bienestar físico y mental. Con su alto contenido de antioxidantes y compuestos bioactivos, no solo despierta los sentidos, sino que también contribuye a la prevención de enfermedades crónicas.
Su capacidad para mejorar el estado de ánimo y aumentar la concentración la convierte en una elección ideal tanto para comenzar el día como para acompañar un descanso. Particularmente, el café torrado es una opción que permite disfrutar de una bebida reconfortante que mantiene su sabor característico sin comprometer la salud.
Aunque el método de tostado de granos es ampliamente conocido en la Argentina, muchos otros países también lo han adoptado como una alternativa apreciada. Lugares como Brasil, España y Costa Rica cuentan con sus propias versiones de esta técnica, adaptadas a las regulaciones locales, pero manteniendo la esencia de esta tradición.
Lejos de los mitos, esta variedad representa una opción para quienes buscan disfrutar de una bebida equilibrada que ofrece los mismos beneficios positivos para la salud que las otras versiones de café.