Desfiló en Milán y París, pero la vida lo llevó a retomar un legado familiar y crear el “helado del futuro”

Conocido por su destacada trayectoria en el mundo de la moda, Tomás Guarracino decidió realizar un giro inesperado para rendirle tributo a su abuelo, uno de los fundadores de la cadena Freddo. Cuáles son las alternativas saludables que ofrece este innovador emprendimiento

Con BENLIVE, Guarracino logró combinar la tradición familiar con una visión contemporánea (Martín Rosenzveig)

Tomás Guarracino es parte de la tercera generación de la familia que fundó Freddo, una de las cadenas de heladería más antiguas de la Argentina. Más allá de su legado, en su momento había decidido forjar su propio camino como modelo y colaborar con marcas y diseñadores de renombre mundial.

“Trabajé mucho con Mario Testino, Giampaolo Sgura y Steven Meisel y para firmas como Dolce & Gabbana, Hermès y Carolina Herrera, pero a medida que pasó el tiempo, caí en la cuenta de que eso que estaba viviendo no era normal”, explica el profesional.

Su carrera en la moda lo llevó a ser reconocido en las pasarelas más prestigiosas del mundo. De hecho, participó en 15 temporadas tanto de la Milán Fashion Week, como la edición de París. Sin embargo, a los 28 años, sintió que era el momento de regresar a sus raíces y aplicar su mentalidad innovadora y su experiencia internacional a una nueva empresa.

El retorno a la tradición familiar no fue sencillo, ya que al haber visto a lo largo de la vida como su familia había transitado las dificultades de tener un negocio un día, en su cabeza eran idas y vueltas. “Viviendo afuera, veía productos que en la Argentina no había, o llegaban un poco más tarde. Y dije pará, tengo familia, tengo una tradición, ¿por qué no puedo hacer el helado que ya tenía en mente?”, confiesa el modelo.

Después de una exitosa carrera en la moda, Guarracino fundó BENLIVE, una empresa que ofrece helados sin azúcar agregada, altos en proteína y opciones veganas y keto (TG)

Innovación y salud en cada bocado

Así fue como nació BENLIVE. En lugar de seguir el camino tradicional y seguir los pasos de su abuelo al pie de la letra, Guarracino decidió crear algo nuevo: una alternativa saludable y adecuada a las demandas modernas de bienestar.

“Siempre me gustó cuidarme, comer bien y hacer deporte”, afirma el emprendedor. Esta pasión personal se convirtió en la base de su nuevo proyecto: helados saludables. “Todos son sin azúcar agregada, lo que también es crucial pospandemia, ya que mucha gente comenzó a prestar más atención a su salud”, explica Guarracino.

Es así que la marca desarrolló una variada línea de productos diseñados especialmente para diferentes necesidades dietéticas. Hay helados altos en proteína -ideales para los que hacen ejercicio regularmente- así como opciones keto para los que siguen dietas cetogénicas. También, cuenta con gustos sin lácteos, ideales para veganos y o quienes poseen intolerancia a esos alimentos, que se suman a los plant based.

La propuesta de BENLIVE no es solo innovadora, sino también disruptiva en el mercado argentino. “Nunca me pasó que me escriban por las redes sociales y me digan ‘quiero probar’”, comenta sobre la cantidad de personas de todo el país interesadas en sus productos.

BENLIVE es pionera en el mercado argentino con su lanzamiento de un helado con colágeno, pensado para mejorar la salud de la piel, las articulaciones y el cabello (Martín Rosenzveig)

El primer helado con colágeno del país

Uno de los lanzamientos más relevantes de BENLIVE es el helado con colágeno, el primero de su tipo en la Argentina. Este producto ha captado la atención no solo de consumidores, sino también de personalidades del ámbito del bienestar, que celebraron esta novedad en el mercado.

“Lo diseñamos para aquellos que buscan beneficios adicionales, como mejorar la salud de la piel, las articulaciones y el cabello. También, estamos desarrollando helados para dormir mejor, utilizando ingredientes como el CBD, una vez que sea aprobado en el país”, afirma el fundador de BENLIVE.

Con BENLIVE, Tomás Guarracino fusiona un legado familiar con una visión moderna y saludable (TG)

Desafíos y aprendizajes en el mercado de helados

El camino hacia el éxito no estuvo exento de momentos desafiantes. “Las primeras muestras no eran lo que esperaba”, recuerda el modelo. Fue un proceso de aprendizaje y experimentación que involucró a ingenieros en alimentos y nutricionistas. De hecho, se trabajó durante un año y medio hasta conseguir los resultados deseados.

Incluso, los maestros heladeros tradicionales tuvieron que adaptarse a las nuevas recetas, como es el caso de un profesional que acompaña a la familia Guarracino desde el comienzo. Pero la persistencia dio frutos, y hoy su padre, un crítico inicial, prefiere los gustos saludables a los tradicionales.

“Estamos trabajando con una red logística para llegar a todo el país”, comenta. La marca también logró la atención de hoteles y gimnasios, interesados en ofrecer estos productos saludables a sus clientes.

Tal vez por su historia y su recorrido de vida, para el modelo y empresario, el helado es más que un simple postre; se trata de una nueva forma de consumo que combina placer y salud. “Es el helado del futuro, está muy metido en el wellness, en la conciencia de lo saludable”, afirma. De esta forma, su visión disruptiva y su pasión por la innovación están llevando la tradición familiar a nuevas alturas.

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