Son pocos los símbolos patrios que tienen la capacidad de transmitir tantas sensaciones como la bandera nacional. Es el celeste y blanco, que flamea en las escuelas, brilla en los eventos deportivos y decora los balcones, una reafirmación de que el sentimiento de pertenencia suele ser inexplicable.
En este contexto, el Fondo Vitivinícola Mendoza organizó una conmovedora jornada para celebrar este símbolo patrio y fomentar así el sentido de unidad y orgullo nacional. El lugar elegido fue el Aeroparque Jorge Newbery, que funcionó como escenario de un emotivo homenaje.
Miles de pasajeros se vieron sorprendidos por un inesperado momento artístico que reunió las voces de Nahuel Pennisi y Maggie Cullen. El evento comenzó con las notas de un cuarteto de cuerdas que captaron la atención de todos los presentes, para crear un ambiente de sorpresa y expectativa. Al ritmo del “Saludo a la bandera”, la escena se llenó de los colores celestes y blancos que llenaron de emoción a quienes -con sus celulares en mano- tuvieron la suerte de poder capturar la magia del show.
“Como el vino, nuestra bebida nacional, la bandera nos une; es un símbolo de argentinidad compartido y admirado en todos los rincones del país y también fronteras afuera. Por eso, nos pareció oportuno homenajearla con estos dos grandes artistas y reafirmar su valor como elemento de unión”, destacaron desde el Fondo Vitivinícola Mendoza, la institución responsable de esta emotiva iniciativa, que contó con la colaboración de Aeropuertos Argentina.
Junto a Pennisi y Cullen, el cuarteto de cuerdas estuvo integrado por Natalia Cabello, Elizabeth Ridolfi, Karmen Rencsar y María Laura Bertero. En tanto, la dirección estuvo a cargo de Popi Spatocco.
Banderas para las escuelas de frontera
Bajo el lema “La bandera nos une” y en colaboración con la Dirección General de Escuelas, la iniciativa también incluyó la entrega de nuevas insignias para los mástiles de las diecisiete escuelas de frontera que atraviesan el territorio limítrofe entre Argentina y Chile en la provincia de Mendoza. “El objetivo es fortalecer el sentido de pertenencia y la identidad nacional en estas instituciones que desempeñan un papel crucial en la educación y formación de los jóvenes”, afirmó Bernardo Lanzilotta, presidente del Fondo Vitivinícola local.
Además, el Vivero Mercier contribuyó con plantines de vid para que en estas escuelas la viña también se convierta en un símbolo de identidad. “Así como la bandera nos une bajo sus colores, también lo hace este cultivo que nos identifica como región”, comentaron durante el acto.
Cabe destacar que en 2013 Argentina se convirtió en el primer país vitivinícola en declarar al vino como su Bebida Nacional y lo hizo a través de una ley aprobada por unanimidad en el Congreso Nacional. Su producción y consumo están profundamente arraigados en la cultura argentina y forman parte de la identidad argentina atravesada por la diversidad y riqueza de sus regiones productoras. Por eso, la iniciativa del Fondo Vitivinícola Mendoza no solo celebra la bandera, también destaca el aporte de la viticultura a la identidad nacional.
La historia cuenta que Sarmiento fue uno de los grandes impulsores de la educación vitivinícola y del desarrollo de esta actividad que luego alcanzaría escala industrial. A mediados del siglo XIX impulsó una serie de iniciativas que transformaron la producción vinícola en una industria próspera.
Con visión de futuro, el expresidente sugirió el diseño de un proyecto educativo denominado Quinta Agronómica que se valió de expertos franceses que, entre otros aportes, importaron diversas cepas europeas; una de ellas, el Malbec. Estos cambios significativos se dieron en paralelo a la llegada masiva de inmigrantes, especialmente italianos y españoles a finales de 1800. Tras desembarcar en el puerto de Buenos Aires, muchos de ellos se dirigieron en tren hacia la región de Cuyo, donde encontraron nuevas oportunidades en la vitivinicultura.
El vino argentino tiene una historia de enorme riqueza, siempre unido a la cultura y presente en momentos significativos. En el Día de la Bandera, esta bebida logró unir a artistas talentosos -como Nahuel Pennisi y Maggie Cullen- para sorprender a quienes transitaban por el Aeroparque. Una disruptiva manera de fortalecer, brindis de por medio, los lazos de una nación tan pasional como la Argentina.