La historia comienza en Osaka, Japón en 1781, cuando el joven emprendedor Chobei Takeda I decidió iniciar un modesto negocio de hierbas medicinales tradicionales. Se trató del inicio de lo que hoy en día -243 años después- es una de las principales compañías farmacéuticas a nivel mundial.
Es así que, con operación en más de 80 países, Takeda ya emplea a cerca de 50.000 personas a nivel global, entre Japón, Alemania, Estados Unidos, Brasil y China, entre otros. Su llegada a la Argentina, en 2011, marcó un antes y un después en el mercado de la producción de medicamentos y en seguida comenzó a convertirse en uno de los referentes del segmento.
Pero el momento cumbre se produjo en noviembre de 2023, cuando lanzó su vacuna tetravalente contra el dengue durante el brote más grande de la historia del país. Este esfuerzo sirvió para reforzar su compromiso con la salud pública y su capacidad para responder a emergencias sanitarias.
“Somos una compañía biofarmacéutica mundial centrada en los pacientes, basada en valores e impulsada por la investigación y desarrollo. Nuestro objetivo es brindar una mejor salud y un mejor futuro a personas de todo el mundo”, explicó Ben Kubik, gerente general de Takeda Cono Sur.
Enfoque terapéutico e innovación: dos pilares fundamentales de Takeda
El laboratorio japonés se especializa en diversas áreas terapéuticas que incluyen oncología, gastroenterología, enfermedades poco frecuentes, vacunas, terapias derivadas de plasma y neurociencias. De esta manera, la innovación significa un pilar central en su estrategia; a través de datos y tecnología digital, consigue llevar nuevas alternativas al mercado de forma cada vez más exponencial.
Incluso, este enfoque le permite a Takeda, por un lado, mantenerse a la vanguardia de los avances médicos. Y al mismo tiempo, tiene la posibilidad de proporcionar a la industria farmacéutica soluciones efectivas y seguras para patologías complejas y de difícil tratamiento.
El compromiso con la innovación se ve reflejado en los múltiples proyectos de investigación que la empresa lleva adelante. “Actualmente, estamos trabajando en el desarrollo de 25 nuevas moléculas, especialmente en el campo de las medicinas de precisión para el tratamiento de enfermedades oncológicas, gastrointestinales y neurológicas”, detalló Kubik.
Cuidado ambiental y buen clima laboral
Otro punto relevante que remarcó este ejecutivo consiste en que la inversión anual de 4.800 millones de dólares en investigación y desarrollo sirve para demostrar la dedicación que posee la compañía hacia el progreso científico y la mejora continua de sus tratamientos.
La sustentabilidad también significa otra área clave donde Takeda está logrando importantes avances. En ese sentido, pudo alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono para sus operaciones gracias a la adopción de energías renovables y la compensación de emisiones, con metas que incluyen la eliminación total de emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2040.
En la misma línea, la farmacéutica también se enfoca en prácticas sostenibles a lo largo de toda su cadena de valor. Esto incluye desde la obtención responsable de materias primas hasta la implementación de procesos de producción eficientes y respetuosos con el medioambiente.
Además, la firma ha sido reconocida por el Top Employer como una de las mejores empresas para trabajar en 24 países. En la Argentina, obtuvo este reconocimiento por octavo año consecutivo. Este logro se produjo a partir de sus distintas iniciativas que valoran el talento sin importar el género, la edad, la etnia, la religión o el pensamiento político.
Cabe destacar que desde la Argentina se maneja la sede central de la Región SAM, que incluye todos los países de Latinoamérica (excepto Brasil) y de América Central. También se encuentra un laboratorio de control de calidad en la localidad de Olivos, provincia de Buenos Aires. De esta forma, el plantel de Takeda en el país alcanza un total de 235 colaboradores.
“En Takeda, somos protagonistas de una historia que seguramente será aún más extensa y llena de logros, siempre con el objetivo de mejorar la salud de las personas, desarrollar tratamientos que transformen vidas, ofrezcan esperanza a aquellos que enfrentan enfermedades graves y contribuir a un futuro mejor para el mundo entero”, concluyó Kubik.