En una época dominada por la comunicación digital, las redes sociales se han convertido en un escenario donde el odio y la discriminación encuentran un eco amplificado. Frente a esta realidad, la iniciativa de Dove, “Enfrentemos la irritación”, se transformó en un espacio de resistencia y concientización sobre el impacto del ciberacoso y los estándares de belleza inalcanzables.
La exposición -que se desarrolló en Fundación Cazadores- no solo se limitó a mostrar fotografías de las embajadoras de la marca que, en algún momento, decidieron archivarlas o no publicarlas por miedo a las críticas destructivas. Con el fin de reflexionar sobre el impacto del odio en línea y promover un ambiente de respeto y aceptación, al costado de cada imagen se pudo observar en una pantalla una serie de comentarios agresivos.
“En un mundo donde se nos exige cada vez más por nuestra apariencia, las plataformas digitales reflejan y amplifican esta presión, especialmente hacia las mujeres y el colectivo LGBTQ+”, detalló Cande Yatche de Bellamente.
La activista profundizó, además, en cómo la desigualdad de género se hace visible en estas exigencias estéticas y el daño que tales expectativas pueden causar en la autoimagen y salud mental de las personas.
“Trabajo para mostrar el impacto real que tienen estos estándares no solo en el ámbito laboral y escolar, sino también en nuestra vida personal, especialmente en el entorno digital. Es fundamental reconocer el daño que pueden causar estas exigencias y trabajar para mitigar su impacto en nuestra vida cotidiana y nuestro bienestar emocional”, agregó Yatche.
Por su parte, la influencer Carme Bustelo -quien viene relatando los distintos tratamientos oncológicos por los que tuvo que pasar- describió en su paso por “Enfrentemos la irritación”, el desafío constante de aceptarse a uno mismo en un mundo plagado de estereotipos.
“Lo que verdaderamente importa es dar luz a la belleza que reside en la diversidad y la autenticidad de cada individuo. Tenemos que ser auténticos y defender nuestra individualidad contra los comentarios destructivos”, enfatizó Bustelo sobre la liberación que encontró al publicar una foto que anteriormente había ocultado por temor a juicios negativos.
“Cuando vos sos enorme, tenés un potencial inmenso y mucho para dar en las redes sociales, que también está bueno poder visibilizar todo lo que puede pasar ahí”, agregó la influencer.
“Estamos acostumbrados, en general, en publicidades y en otros lugares siempre ver marcados los mismos estereotipos. Poder colaborar con una marca que dice, yo no quiero vender eso, yo quiero decirte otra cosa, yo quiero hablarte más de frente, distinto como lo hacen hace 20 años, para mí es maravilloso y elijo acompañarlo”, explicó Brenda Mato.
La actriz y embajadora de la marca de cuidado personal continuó invitando a la reflexión. “Si corremos las pantallas y nos ponemos cara a cara, que alguien te diga esas cosas que te dicen a través de la pantalla en la cara sería terrible, ¿no?”.
“Yo creo que lo más importante es entender que eso que están diciendo no soy yo; eso que me están diciendo habla mucho más de la persona que lo está diciendo que de lo que yo soy realmente”, expresó Mato para finalizar.
De esta forma, “Enfrentemos la irritación” marcó un momento significativo a la hora de pensar sobre cómo las redes sociales -a pesar de ser herramientas de conexión y expresión- también pueden convertirse en escenarios de hostilidad y discriminación.
A través de esta campaña, Dove, invita a continuar la conversación y el trabajo hacia una comunidad digital más inclusiva y respetuosa. Es así que iniciativas como esta demuestran que es posible contrarrestar el odio con divulgación, diálogo y una redefinición colectiva de los valores que guían las relaciones sociales en línea.
Para conocer más sobre esta iniciativa, se puede visitar su sitio web oficial.