Desde 1993 y por acuerdo de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua con el fin de rendir homenaje y crear conciencia sobre la importancia crítica que este elemento tiene para la vida humana.
Es así que en un mundo donde el acceso al agua potable sigue siendo un desafío para muchas comunidades, la contaminación, el uso indiscriminado de los recursos hídricos y el cambio climático representan amenazas severas para la disponibilidad del agua dulce en todo el mundo.
Ante esta realidad, las Naciones Unidas hace el llamado para que los distintos actores de la sociedad adopten medidas tanto a nivel individual como colectivo para asegurar la conservación y protección de este recurso esencial.
Un ejemplo significativo de compromiso con la sostenibilidad se puede observar en la conservación de la biodiversidad reflejada en la creación de la Reserva Natural Villavicencio l. En este contexto, la Reserva Natural Villavicencio surge como como un ejemplo de compromiso con el cumplimiento de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) para 2030.
Esta área natural protegida de gestión privada ha sido declarada Sitio Ramsar por la Convención homónima, que nombra a los humedales de la Reserva como de importancia internacional.
Fundada en el año 2000, esta reserva aparece como un ejemplo de cómo las prácticas sostenibles pueden coexistir con la actividad empresarial. “Como Empresa B, tenemos una estrategia de sustentabilidad y un compromiso de operar con altos estándares sociales, ambientales y de transparencia, a través de productos y servicios basados en agua de manera innovadora y sustentable”, explicó Carolina Gallego, directora de Marketing de Aguas de Origen de Villavicencio.
La misión de La Reserva es conservar el patrimonio natural y cultural para garantizar servicios a la comunidad. El trabajo que desarrollan abarca desde programas educativos hasta la realización de visitas formativas que impactan mínimamente en el ambiente. Además, la colaboración de la compañía con el CONICET y otras entidades, ayudan a promover la investigación científica y la conservación de la flora y fauna local, protegiendo más de 60.000 hectáreas de biodiversidad.
De esta forma, el trabajo de Aguas de Origen no solo se orienta a preservar el patrimonio natural y cultural, sino también a ofrecer a la comunidad servicios y formación para futuros profesionales en áreas clave para la gestión de recursos naturales. Desde la compañía de agua mineral natural, aseguran que este enfoque demuestra cómo la educación y concienciación son pilares fundamentales para asegurar el cuidado y acceso a agua de calidad.
“Desde Aguas de Origen también contribuimos al Fondo de Agua de la cuenca del Río Mendoza, que diseña mecanismos financieros y de gobernanza para contribuir a la seguridad hídrica y el manejo sustentable de una cuenca determinada, y preservar así, la integridad de su ecosistema”, detalló Carolina Gallego sobre las iniciativas de la Reserva Natural Villavicencio en pos del futuro del agua.
Por otra parte, como Empresa B Certificada, la compañía se distingue por sus altos estándares de impacto social y ambiental, transparencia y responsabilidad.
“Tenemos el compromiso de conservar este espacio único y su riqueza autóctona, enfrentando los desafíos ecológicos y sociales contemporáneos, a través de productos y servicios basados en agua de manera innovadora y sustentable”, concluyó Carolina Gallego, sobre el compromiso de continuar protegiendo los recursos hídricos para las futuras generaciones.