El Cosquín Rock se ha convertido en un clásico de la cultura nacional en el último tiempo. En su edición número 2024, realizada el 10 y 11 de febrero, el festival convocó en el Aeródromo Santa María de Punilla a miles de personas que disfrutaron de los mejores artistas nacionales en una grilla que mostró una amplia variedad de géneros.
Además de deleitarse con buena música, el público tuvo la oportunidad de vivir una experiencia innovadora dentro del predio, que fue el Paraíso Fernetista: un espacio de entretenimiento con diferentes propuestas para conectarse con una bebida que encontró su lugar en el corazón de los argentinos.
A través de esta activación, se logró conectar al fernet con los mejores artistas nacionales, así como con la esencia de la provincia de Córdoba y el placer de vivir momentos entre amigos. De esta manera, el sentimiento compartido entre la marca y sus devotos se volvió a manifestar con fuerza en el Cosquín Rock.
“Desde el momento en que llegás a la provincia, la marca te recibe con los brazos abiertos y te sumerge de lleno en su Paraíso Fernetista para ofrecer una bienvenida que va más allá de lo convencional”, explica Inés Saccone, Brand Manager de Fernet Branca.
Una apuesta en el lugar más fernetero del mundo
Si bien la popularidad del fernet se extiende a lo largo de todo el territorio nacional, no se puede negar que Córdoba es un sitio donde esta bebida se ve por distintas partes. Por eso, su presencia no podía faltar en el tradicional festival que se realiza cada año en esta provincia.
Bajo esa premisa, Branca volvió a dejar una huella importante en el Cosquín Rock e invitó a los asistentes a formar parte de una propuesta cargada de innovación. De esta forma, los fanáticos de la música accedieron a una experiencia integral y superadora dentro del predio mientras disfrutaron de la mejor música.
Cada rincón de este sitio fue concebido para brindar una experiencia única. Es que el Cosquín Rock representa una oportunidad de conectarse con sus fanáticos. Por eso, se buscó crear la mejor propuesta posible, que sea capaz de lograr lo que el público estaba buscando: vivir una fiesta a pura música y fernet.
“Las activaciones en el predio fueron pensadas para disfrutar del festival de una manera diferente: ofrecimos desde actividades interactivas que desafiaban los sentidos hasta un laberinto único que invitó a explorar las dimensiones del universo del fernet”, sostiene Saccone.
Bajo el sol y la lluvia, durante el día y la noche, los fanáticos de esta emblemática bebida pudieron disfrutarla en el Cosquín Rock. A través de esta puesta única, la activación consiguió deslumbrar a las miles de personas que se volvieron a convocar en Santa María desde toda la Argentina.
Esta apuesta les ofreció a quienes la visitaron un viaje lleno de sorpresas, diversión y la oportunidad de sumergirse en el auténtico Paraíso Fernetista, el cual ha vuelto a dejar una huella imborrable en el icónico evento musical.
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