Transformar componentes electrónicos en televisores implica un proceso complejo y meticuloso que requiere el trabajo de muchas personas, tecnología de avanzada y horas de ingeniería. En las plantas industriales de las ciudades fueguinas de Río Grande y Ushuaia agrupadas en la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), se llevan adelante los tres macroprocesos que componen la fabricación de televisores.
Al igual que como se fabrican en todo el mundo, se produce en la industria electrónica de Tierra del Fuego. “Transformar componentes electrónicos en un circuito electrónico y a este transformarlo en un televisor demanda mucho esfuerzo de manera tal de poder asegurar que todos los productos que mandamos a la casa de los usuarios tengan una calidad de clase mundial”, reconoció el ingeniero electrónico Pierre Iribarren, gerente de las plantas de Newsan de Ushuaia.
Primer paso: manufactura de las placas electrónicas
Se inicia con la inserción automática de componentes electrónicos donde una línea robotizada dispone cuidadosamente de capacitores, resistencias, conectores y otros microcomponentes sobre una placa de PVC. “Como si fuera una locomotora con sus vagones, la placa virgen avanza a través de diversas máquinas hasta finalizar con una placa completamente soldada. Se trata de un procedimiento de alta complejidad, regido por rigurosos estándares de calidad”, explicó Iribarren.
La soldadura inicia con la colocación de aportantes, un mecanismo similar a la serigrafía. Luego, la colocación de componentes sigue a través de máquinas denominadas “pick and place”, donde cada una coloca los componentes en su posición correspondiente. El procedimiento concluye con un horno de soldadura que incorpora el tercer elemento: el calor donde, en una primera etapa se seca el componente y en la segunda etapa se completa la soldadura.
Mediante un minucioso procedimiento de soldadura se convierte una placa virgen en una placa con numerosos componentes soldados, formando así un circuito electrónico que será integrado con otros componentes para dar origen a un televisor. Este proceso, si bien está automatizado, depende del juicio y la experiencia de los operarios, quienes se encargan de solucionar fallas, reponer insumos y gestionar la logística de las piezas terminadas.
Segundo paso: inserción manual de componentes
Debido a su tamaño o naturaleza, algunos componentes no se colocan automáticamente, sino que requieren la destreza de los operarios en una línea de montaje. Aquí, los microcomponentes más grandes se introducen y sueldan manualmente con estaño.
“Una vez que se colocan los componentes, llegamos a la zona de la máquina de soldadura de doble ola, la que, a partir de estaño, logra que todos los lugares donde colocamos componentes y que queremos que se suelden. Finalmente, después de varias revisiones, la placa queda lista para poder ir a la línea de montaje y transformarse en un televisor”, detalló el gerente de planta.
Tercer paso: montaje final
La fase final del proceso implica la estructuración de líneas de montaje, donde se intercalan puestos de incorporación de componentes con puestos de control y verificación para probar las funcionalidades del televisor. Una vez completado el montaje, se procede a probar exhaustivamente todas las funcionalidades del aparato.
“¿Qué se prueba en el televisor? ¿En cuántos televisores los probamos, solo en algunos? No, en el 100% de los televisores que fabricamos revisamos el 100% de las funcionalidades. No solamente verificamos que el televisor tenga bien la pantalla, sino que funcione bien la entrada de HDMI, la entrada de audio y video, verificamos condiciones estéticas, que el televisor no esté rayado, que el televisor no tenga píxeles brillantes, etc.”, enfatizó Iribarren.
El proceso de prueba varía entre operarios y sistemas automáticos. Una vez que el televisor superó todas las verificaciones, llega el momento de embalarlo de manera cuidadosa y asegurarse de que esté listo para su envío a los hogares de los clientes en los diversos puntos del país.
“Yo soy de un pueblo muy chiquito que se llama Sierra Grande, en la provincia de Río Negro, un pueblo al que amo. En mi adolescencia me enamoré del televisor, de ‘la caja mágica’. Podía ver el Mundial de Fútbol de 1978 muy lejos de donde se estaba desarrollando. Años después, puedo ser parte de un proyecto maravilloso que es el de la industria electrónica fueguina, donde la magia de la fabricación de la caja ocurre. Me siento inmensamente orgulloso y feliz”, concluyó Pierre Iribarren.
Según datos de AFARTE, Tierra del Fuego es la provincia con más porcentaje de empleo industrial del país, donde la industria electrónica es el principal empleador privado, con 8.500 empleos directos y cerca de 7.000 empleos indirectos.