Hace cinco décadas, Tierra del Fuego era un territorio con apenas 13.000 habitantes y una industria modesta que representaba solo el 9% de su economía. Medio siglo después, la provincia ha experimentado un crecimiento extraordinario.
Con 190.000 habitantes, una industria que abarca el 29% de su economía y un PBI que supera los 3.300 millones de dólares anuales (según datos de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica, AFARTE), la provincia se destaca como una región próspera cuyo éxito se debe a la presencia de la industria electrónica.
“Tierra del Fuego se convirtió en la provincia con más porcentaje de empleo industrial del país. Hoy la industria electrónica es el principal empleador privado de la provincia. Tiene 8.500 empleos directos y cerca de 7.000 empleos indirectos”, explicó Ana Vainman, directora ejecutiva de AFARTE.
El motor de la transformación: la Ley 19.640
En el año 1972 se promulgó la ley nacional 19.640 que creó el Régimen de Promoción Económica de Tierra del Fuego. La norma marcó un punto de inflexión en la historia de la provincia ya que proporcionó beneficios impositivos que abarcan todos los sectores económicos y a todos los habitantes.
La creación del subrégimen industrial, que incluye la industria electrónica, la textil, la plástica, la metalmecánica, y otras, ha sido un componente clave en el desarrollo de la región.
“Todos estos cambios se deben a la sanción de la Ley 19.640 que instauró un régimen de promoción para toda la provincia. Y luego se creó, además, el subrégimen industrial, que dio un beneficio especial para las industrias que se radicaran en la isla. Actualmente la electrónica fueguina provee a toda la Argentina del 98% de los televisores, los celulares, los microondas y los aires acondicionados que se venden en el mercado interno”, señaló Vainman.
Entre Río Grande y Ushuaia hay cerca de 20 plantas industriales electrónicas. Además, en ellas hay cerca de 40 líneas de inserción automática que permiten fabricar hasta 22 millones de unidades. Con certificaciones de marcas internacionales como Samsung, Motorola, LG, Philips y TCL, la industria electrónica fueguina opera con estándares de calidad internacional. Su versatilidad no solo se refleja en la fabricación de electrónica de consumo, sino también en la capacidad de adaptarse, como se demostró al producir respiradores en plena pandemia.
Desde la perspectiva del consumidor, la presencia de una industria local de bienes electrónicos ofrece ventajas significativas. La estructura de costos, con un componente importante en pesos, actúa como un amortiguador, evitando el traslado inmediato de una devaluación a los precios cuando hay fluctuaciones del tipo de cambio. “En contraste, cuando los productos se importan, la estructura de costos está completamente dolarizada, provocando aumentos inmediatos en respuesta a las devaluaciones”, explicó Vainman.
Esta industria electrónica es una pieza fundamental en la economía nacional. Actualmente, su influencia se extiende al sector automotriz, ya que 7 de las 11 terminales automotrices locales utilizan insumos industriales fueguinos, y el 83% de los autos exportados contiene componentes provenientes de Tierra del Fuego.
El futuro que ya comenzó
El presente exitoso de la industria electrónica fueguina se complementa con una visión de futuro. Con la reciente prórroga del subrégimen industrial en 2021, se estableció el Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva Fueguina (FAMP – Fueguina). Este fondo, alimentado por aportes de las empresas, se enfoca en financiar mejoras de infraestructura que impulsen la competitividad de la provincia y fomentar nuevos emprendimientos.
Las empresas agrupadas en AFARTE ya están invirtiendo en proyectos que van desde la construcción de puertos hasta el desarrollo de la agricultura en una provincia que históricamente careció de esta actividad. En tal sentido, la industria electrónica argentina demuestra que puede ser no solo un motor económico sino también un agente de cambio.
Su capacidad para adaptarse y diversificarse hacia otros sectores, como el turismo y la economía del conocimiento, señala un compromiso con el desarrollo sostenible y la construcción de un futuro próspero para Tierra del Fuego. “Es un orgullo que en cada casa del país haya un televisor o un aire acondicionado fabricados en Tierra del Fuego. No es solo un sticker, es una industria nacional que provee a todo el país”, concluyó la directora ejecutiva de AFARTE.
En última instancia, la industria electrónica no solo es una creadora de empleo y riqueza, sino también una protagonista en la transformación de la matriz productiva de la provincia de Tierra del Fuego.
Todos los datos estadísticos de esta nota fueron proporcionados por AFARTE.