Este 25 y 26 de noviembre se realizó la segunda edición en Argentina del festival Primavera Sound, con artistas como Blur, Pet Shop Boys, Conociendo Rusia, El Mató a un Policía Motorizado, Richard Coleman, Carly Rae Jepsen, Turf y Virus. Sin dudas, la actuación estelar fue la de The Cure, cuando el sábado a la noche -luego de casi 50 años de carrera- los eternos rockeros dieron un show irrepetible de dos horas y media, el más largo de ambas fechas.
La historia de Primavera Sound se remonta a 2001. Un 28 de abril nacía una nueva forma de consumir música en el museo de Poble Espanyol, en Barcelona, España. Lo abría el DJ norteamericano Armand Van Helden, y lo seguían -en una mezcla de rock indie, pop y electrónica- Manta Ray, Carl Craig y Le Hammond Inferno.
Desde aquella primera edición barcelonesa, se sumaron ciudades de todo el mundo y hoy la misma grilla de artistas se puede escuchar en Oporto, Portugal; San Pablo, Brasil; Asunción, Paraguay; Bogotá, Colombia, y Lima, Perú. En estos últimos tres países no es un festival en sí, sino una serie de conciertos.
En ese sentido, Buenos Aires es, desde su debut en 2022, uno de los pocos sitios en donde el formato Primavera Sound se respeta a “rajatabla”, pero ¿por qué?
“La idea nos rondaba hacía años. Es evidente que teníamos una comunidad muy interesada, no solo que venían al festival, sino que comentaban mucho el festival de Barcelona. Ya el año pasado dimos el paso, fue una gran experiencia y yo creo que este año es el año de la consolidación. Es evidente que el público responde, y prueba de ello es este fin de semana”, explicó Alfonso Lanza, codirector de Primavera Sound, en conversación con Infobae.
Y es que, de acuerdo con el directivo, la recepción del público local es un “caso especial”, muy distinto a Europa. El mismo Robert Smith, vocalista de The Cure, no pudo evitar emocionarse por la ovación de los fans argentinos, al terminar la maratónica actuación.
“El argentino es, de largo, el público más pasional al que nos hemos enfrentado, en el buen sentido de la palabra. Nosotros lo vemos, pero los artistas reconocen que el público argentino es absolutamente especial y creo que es uno de los motivos también por los que Primavera Sound tiene mucho recorrido aquí”, agrega Lanza.
Para el director, la comunidad internacional de Primavera Sound es una unidad, en el sentido de que la “afinidad musical” entre públicos es muy similar: un cartel de Barcelona debería funcionar de la misma forma en Buenos Aires que Oporto o San Pablo.
El perfil de quien asiste al megafestival no es el de alguien que busca escuchar a los artistas mainstream del momento, sino un verdadero “cazador” de talentos que quiere “anticiparse a las novedades musicales” y a la vez escuchar a los clásicos.
“La magia de Primavera Sound es poder combinar artistas consagrados como Blur o The Cure con artistas emergentes, pero que es evidente que vienen a romperla, como el caso de Milo J o como Dillom. Primavera Sound tiene como misión tratar de hacer una foto de la actualidad musical, de qué es lo que viene y a la vez combinarlo con artistas consagrados y los propios artistas”, desarrolla Lanza.
Sobre la posibilidad de incorporar avances en inteligencia artificial a la organización del festival, concluye: “Primavera Sound es un festival muy craft, muy manual, muy contra el algoritmo. Lógicamente de ahí se obtiene información, pero el equipo de booking del festival es el original, el que empezó hace 21 años. Lo vamos renovando, por supuesto, con bookers jóvenes y creo que eso es lo que le hace la especialidad del festival. No es un festival que esté hecho con el algoritmo, aunque la información siempre, siempre es útil”.