Son invisibles pero muy dañinos. Están presentes durante todo el año y cada verano se vuelven más agresivos: se trata de los rayos UVB y UVA, que forman parte de la energía del sol y causantes del envejecimiento prematuro de la piel, quemaduras graves e incluso cáncer.
En la temporada de calor primaveral es fundamental proteger el órgano más grande del cuerpo humano. Pero aún en días templados, donde podría parecer que el sol no asuma, la radiación puede dañar la piel de forma muy agresiva (sobre todo entre las 10 horas y las 16 horas).
Las quemaduras, los trastornos de pigmentación y el empeoramiento de afecciones como el acné y la rosácea son tan solo algunas de las consecuencias a corto plazo de la exposición a rayos UV.
Esto es particularmente peligroso porque las quemaduras solares pueden aumentar el riesgo de desarrollar melanoma, un tipo de cáncer que aparece en la piel.
Los efectos a largo plazo se dividen en dos: envejecimiento prematuro de la piel y cáncer de piel.
“Los rayos UVB son los que menos penetran en la piel, son responsables del bronceado, y pueden producir mutaciones en el ADN de las células con posterior desarrollo de un cáncer de piel”, explica la médica dermatóloga Zaida Troyano (M.N: 129453).
De acuerdo con Troyano, la diferencia con los rayos UVA es que estos “penetran la piel profundamente”, influyendo en la aparición de lesiones como queratosis actínicas (precursoras del cáncer de piel). Los rayos UVA “ultralargos”, en cambio, generan que la piel se vea más envejecida.
La firma La Roche-Posay cuenta con el protector solar Anthelios UV Mune 400, que protege contra los rayos UVB, UVA y UVA ultralargos.
“Estos últimos constituyen el 30% de los rayos que impactan nuestra piel durante todo el año y sus consecuencias son irreversibles, por eso son muy dañinos”, explican desde La Roche Posay.
El producto contra la radiación cuenta con la tecnología Mexoryl 400, un filtro desarrollado con más de 10 años de investigación que contribuye a reducir el riesgo de cáncer de piel, arrugas y manchas.
Bajo el lema “El sol es parte de nuestras vidas, cuidarnos también”, Anthelios UV Mune 400 viene en dos versiones, con color e invisible, que se adapta a todos los tonos de piel. Esto permite que se pueda combinar con la rutina de maquillaje o de skincare.
El problema de las pieles grasas
Este tipo de piel se distingue por tener brillo en el rostro, poros dilatados y visibles, brotes de acné y granitos. Es por eso que, quienes tengan una piel con estas características, deben usar protector solar libre de aceite y con una tecnología que regule el exceso de grasa.
En ese sentido, el desarrollo de La Roche Posay cuenta con la nueva tecnología Oil Control, que deja textura antibrillo y efecto matificante por 12 horas (incluso diez veces más matificante que la versión anterior) y sin residuos en la piel. Otros beneficios de este protector solar es que es resistente al agua, sudor y arena, y se absorbe rápidamente.
Para más información, se puede visitar el sitio web de La Roche-Posay.