La producción de maíz ocupa un rol protagónico en el sector agropecuario argentino y en los últimos años se convirtió en uno de los cultivos principales, tanto en relación a superficies sembradas como en volumen de cereal cosechado. Esto significa que se va integrando en cadenas productivas cada vez más grandes para abastecer las demandas de alimentos para humanos y animales, así como de bioenergías y biomateriales.
“Agronómicamente sabemos que la importancia de maíz en la rotación de cultivos y en la acumulación de carbono en el perfil productivo es central para la sustentabilidad del sistema. Desde ese punto de vista económico, en Piersanti consideramos que el maíz es esencial para elevar la productividad del campo argentino”, manifestó Valeria Piersanti, gerente de ventas Piersanti, empresa cordobesa productora de cabezales draper y reformas de plataformas a lona para la cosecha de soja, trigo, arroz, colza, garbanzo, arvejas, porotos, entre otros.
Los efectos de la sequía
La próxima campaña experimentará, sin dudas, algunos efectos colaterales de la sequía. “En un año con deficiencias en los rendimientos y pensando en la campaña que viene con vestigios de lo que serán los resultados de la fina próxima a levantar, pensar en la eficiencia en cosecha será clave. Más que nunca los atributos de la tecnología draper le brindarán competitividad a productores y contratistas”, sostuvo Valeria Piersanti.
“La reducción de pérdidas de granos por cabezal, al ahorro de combustible en la cosechadora y por supuesto, al aumento de horas trabajadas por día, serán diferenciales importantes en la ecuación de cosecha. Es ahí donde Piersanti aporta su experiencia y tecnología draper para acompañar a que la cosecha sea más rentable”, agregó la gerente.
Tecnología que aporta soluciones con premios internacionales
Piersanti se enfoca -desde 1986 en que fue fundada por Juan Carlos Piersanti en Noetinger (provincia de Córdoba)- en la fabricación de cabezales draper para soja, trigo, arroz, poroto y legumbres. Sus ventas se expanden a toda Argentina, países limítrofes, Colombia y Kazakstán.
“En 2007 fuimos pioneros en Latinoamérica en el desarrollo de cabezales por alimentación de cintas de lona (tipo draper) con barra de corte flexible y flotante. En 2009 obtuvimos la Medalla de Oro en el premio Ternium -Expoagro a la innovación por el desarrollo del primer draper argentino con barra de corte flexible y flotante”, explicó la gerente de la compañía.
Los reconocimientos continuaron cuando, en 2021, obtuvieron la medalla de plata y mención al “Diseño industrial a la innovación”, en el premio Terniun Expoagro por el desarrollo del sistema de regulación del ángulo de corte del sistema flexible de manera eléctrica, sin variar el ángulo del cabezal. Asimismo, en 2022 Piersanti obtuvo el premio “Cita de Oro a la innovación” por el desarrollo del hilerador recolector invertidor de hileras RHD 8200 para forrajes.
“Con el desarrollo del nuevo cabezal draper para agrupar e hilerar forrajes, en 2022 incursionamos en el desarrollo de una nueva etapa con soluciones orientadas a otro nicho de mercado como lo es la cosecha de forrajes”, comentó Valeria Piersanti.
Sin ser fabricantes directamente de cabezales maiceros, la compañía estará presente en el Congreso Internacional de Maíz para mostrar su tecnología draper de cosecha. “Una buena siembra de maíz comienza con una buena cosecha del cultivo antecesor, y en eso somos especialistas, y por el otro lado, los productores de maíz, también necesitan de nuestras soluciones drapers para recolectar eficientemente los otros cultivos complementarios al maíz, como la soja o el trigo”, reconoció la gerente de Piersanti.
“Este tipo de congreso es importante ya que se pueden ver los avances de la comunidad científica en el desarrollo del cultivo en materia de genética, sanitaria, de alternativas productivas y, por supuesto, la rentabilidad del negocio”, agregó Valeria Piersanti.
La inscripción para el Congreso Internacional de Maíz es libre y gratuita, con cupos limitados, en este link.