En un mundo en constante evolución, donde la demanda de alimentos se incrementa al ritmo del crecimiento demográfico, la sostenibilidad se convierte en un pilar fundamental para el futuro de la industria alimentaria.
María Emilia Berardozzi, Sustainability manager T&M de Nestlé Argentina, Uruguay y Paraguay, participó de la última edición de Infobae Talks dedicada a analizar las políticas de triple impacto. En este encuentro, compartió la visión de la compañía de alimentos y bebidas sobre cómo están trabajando en tres áreas clave: agricultura regenerativa, plástico neutral y alianzas con otros actores de su cadena.
Nestlé tiene como centro de su estrategia de sustentabilidad el desarrollo de sistemas alimentarios regenerativos a gran escala. “Nosotros tenemos una estrategia que es alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050, esto implica garantizar el abastecimiento de nuestros ingredientes de modo que sean responsables, utilizar energía eléctrica renovable y transicionar a una agricultura regenerativa, entre otras cosas”, explicó Berardozzi.
Además, la experta en sustentabilidad destacó que la agricultura regenerativa consiste en una serie de prácticas que buscan mejorar la salud de la tierra, los equilibrios biológicos, el balance hídrico y la biodiversidad, además de reducir la emisión de carbono.
De esta manera, Nestlé busca paliar los efectos que el cambio climático está produciendo a nivel global y su impacto en la industria alimentaria. “Hoy los sistemas alimentarios tradicionales son insostenibles ya que generan casi un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, de los cuales alrededor de un 80% proviene de la obtención de ingredientes. Por lo que la aplicación de la agricultura regenerativa es una gran solución para atacar este problema”, aseguró María Emilia Berardozzi.
Como parte de las prácticas de agricultura regenerativa, Nestlé trabajó en conjunto con más de 15 productores argentinos para desarrollar la primera leche orgánica del país, certificada por OIA (Organización Internacional de Agricultura orgánica), comercializada bajo la marca NIDO y Svelty.
Los envases son una parte fundamental en el proceso de producción alimentaria. El compromiso de la compañía en este aspecto es lograr que, para 2025, más del 95% de sus envases plásticos sean diseñados para ser reciclados, con el objetivo final de llegar a 100% en el futuro. Gracias a las distintas iniciativas que se están llevando a cabo para lograrlo, en 2022, Nestlé logró el hito de declararse “plástico neutral”, lo que significa que recolectaron y reciclaron la misma cantidad y tipo de plástico equivalente a lo que colocaron en el mercado a través de sus envases.
Proveedores y consumidores como socios estratégicos
“Yo creo que ningún actor por sí solo puede lograr estos objetivos que planteamos, por lo que es necesario de todos los actores de la cadena de valor, desde quien produce el ingrediente, los que producimos el producto final, los que distribuyen, los consumidores e incluso los gobiernos, estén involucrados en este foco común”, aclaró María Emilia Berardozzi en conversación con Agostina Scioli.
La colaboración en la cadena de valor para lograr los distintos objetivos de sustentabilidad, llevó a Nestlé a desarrollar herramientas como un calculador de huella de carbono y huella hídrica para medir el impacto en los tambos, así como un programa de gestión sustentable del negocio lechero en colaboración con la Universidad Austral, FUNPEL y CREA.
También establecieron alianzas estratégicas, como la que tienen con la red de Economía Circular del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, para promover la recolección de cápsulas posconsumo y bolsas de alimento para mascotas.
En cuanto a los consumidores, Nestlé puso a disposición tres programas para que puedan llevar sus envases posconsumo a puntos de recolección. Estos programas incluyen las cápsulas de Nescafé Dolce Gusto (de plástico) y Nespresso (de aluminio) y bolsas de alimento para mascotas de Purina, donde la compañía se encarga de recolectar y reciclar estos materiales para reintroducirlos en la economía circular dando un paso significativo hacia un futuro más sostenible.
De esta manera, la visión de triple impacto que Nestlé le ofrece al mercado da cuenta que es posible satisfacer la creciente demanda de alimentos de manera equitativa y sostenible, al mismo tiempo que se protege el medio ambiente y se colabora con la comunidad.