La historia se repite en la de miles de argentinos que tomaron la decisión de emigrar a los Estados Unidos en los últimos años. Cuando Juan Pablo Pistorio e Ivana Palomino armaron las valijas en 2018, sabían que no era una decisión sencilla.
Ambos ya tenían una vida hecha en Argentina: Juan Pablo Pistorio, empresario de medios, invertía en bienes raíces, mientras que Ivana Palomino trabajaba como abogada en derecho penal y daba charlas sobre adicciones en ONG. Pero, en sus palabras, se encontraban en búsqueda de un estilo de vida “tranquilo y previsible”.
“Empecé como muchos invirtiendo en ciudades complejas social y económicamente, donde los precios de las propiedades son muy bajos y las rentabilidades potenciales son atractivas debido al alto riesgo que estos lugares presentan. Allí aprendí lo bueno y malo de un negocio que, bien planteado, te puede catapultar hacia una economía mucho más segura”, explica Juan Pablo (44).
Casi sin proponérselo, Pistorio desarrolló una carrera que hoy lo convierte en un exponente en su rubro como agente de real estate en Florida, uno de los estados norteamericanos de mayor crecimiento inmobiliario de los últimos años, “superando en muchos indicadores, incluso, a los líderes históricos como California y New York”.
“Aquí el juego es a otra escala, por lo que me exigió volverme un verdadero profesional, obtener mi licencia de bienes raíces para poder involucrarme de lleno en el negocio y armar un equipo integrado por abogados, contadores, brókers experimentados y asociaciones con compañías de nivel nacional”, indica Pistorio.
En ese sentido, sus inversiones son en construcciones de propiedades y en la compra de lotes en áreas en desarrollo. Esto le permite ingresar al negocio con un capital que muchas veces no supera los 20 mil dólares, una alternativa para aquellos que no cuentan con grandes ahorros.
Desde que llegó al país, muchos argentinos comenzaron a contactarse con él para resolver dudas sobre inversiones. Es por eso que desde su cuenta de Instagram se dedica a ayudar a aquellos que quieren dar sus primeros pasos en el universo del real estate: “Jamás imaginé que pasaría de ser un inversor promedio a un empresario y profesional de uno de los negocios más importantes de una potencia mundial”.
El mayor beneficio: la calidad de vida
Más allá del ámbito profesional, el empresario argentino cree que el mayor beneficio de haber emigrado es la mejora en la calidad de vida que encontró en el norte: seguridad, previsibilidad y simpleza son, en sus palabras, los beneficios más valiosos.
Así también lo relata su esposa, Ivana Palomino. Abogada especialista en derecho penal en Argentina, en Estados Unidos desarrolló otras aristas profesionales: es notaria pública y puede, entre otras cosas, celebrar matrimonios, certificaciones de firmas y divorcios, al tiempo que se certificó para convertirse en preparadora de impuestos y creación de corporaciones en el país.
También colabora con un grupo de mujeres en la ciudad de Orlando apoyando a las familias de recién llegados en cuestiones básicas: qué ciudades son mejores, en base a la experiencia para la educación de los niños a qué ciudades ir, dónde estudiar inglés, dónde atenderse ante problemas de salud con médicos que hablen el mismo idioma.
Su último proyecto personal es el armado de una red de prevención de adicciones en edades tempranas, una temática que ya conoce debido al recorrido como abogada penalista durante más de 20 años en Argentina.
“El desarrollo se va a aplicar en ONG, iglesias, refugios y escuelas. También se está desarrollando material didáctico para esos niños, como por ejemplo libros de cuentos. Se está diseñando también una aplicación para celular que no necesite conexión a Internet, esto especialmente para las zonas rurales”, explica la abogada. La propuesta tiene un rol preventivo, por lo que la atención se focalizará no solo en adolescentes, sino también en la niñez.
A pesar de estos logros, el matrimonio argentino asegura que les costó varios años lograr una estabilidad: “En cada viaje de regreso, donde aprovechamos cada día para visitar a nuestros afectos, vamos entendiendo que nuestro país es aquel que vive en nuestro recuerdo y que, si bien nuestras raíces estarán siempre vigentes, hoy no cambiaríamos en nada nuestro presente”, explican.
Este ejemplo de Juan Pablo e Ivana es una simple muestra de los miles de argentinos que actualmente viven en Estados Unidos. Como muchos, emigraron dejando una vida resuelta atrás y según sus propias palabras, de no haber estado convencidos, posiblemente hubiesen regresado “con más penas que glorias”.
Es por eso que el principal consejo para todos aquellos que están barajando la posibilidad de migrar es que si todos los integrantes de la familia no están seguros de dar el paso, es preferible tomar una acción intermedia como la de migrar parte de su economía y preparar con tiempo los aspectos legales para después, tomar la decisión de armar las valijas.
“Tengo más de un mes de agenda completa con zooms con personas que quieren dar sus primeros pasos trayendo su capital aquí a través de inversiones de todos los montos que se imaginen y disfruto de cada charla ya que permite acompañar a quienes tienen más dudas que certezas, pero con la convicción de que este es el rumbo que quieren seguir”, agrega Pistorio.
Las videollamadas pueden reservarse directamente en su sitio web, aunque también se pueden comunicar con él a través de WhatsApp al +1 313-728-0050.